El rol del estudiante divide a los imputados

El rol del estudiante divide a los imputados
Guerrero declaró que ignoraba que no tenía título. Fue un tiro por elevación hacia el arquitecto Diez.
Entre los imputados por el trágico derrumbe en la Cooperativa Obrera apareció una fisura visible. En parte el responsable es Gustavo Altuna, una de las claves de la investigación. Se trata del estudiante de ingeniería civil que abandonó la carrera en el año 2000 con 28 materias aprobadas, y que en 2009 hizo los cálculos de estructura del edificio de Godoy y Ortega y Gasset que colapsó por el peso de los departamentos que estaban construyendo encima. A él apuntó el empresario Néstor Guerrero, uno de los detenidos, en una declaración que salpica a otro de los imputados, el arquitecto Alberto Diez.

Ayer se supo además que Altuna es empleado municipal, según lo reveló el intendente Horacio Quiroga, quien anunció que lo suspendió preventivamente en el cargo (ver aparte).

Altuna declaró como testigo en la causa. Asumió que no es ingeniero, aunque hay un Boletín Oficial secuestrado en la causa en la que se lo menciona con ese título.

Dijo que es "amigo" de Diez, a quien conoce desde 2008. Refirió que el arquitecto "le encomendaba la tarea de efectuar cálculos de estructuras de obras" entre otras tareas. En el caso de la obra de la Cooperativa hizo ese trabajo, y se lo pagó Guerrero.

La pregunta central es si Guerrero y Diez sabían que Altuna no tenía título habilitante.

El estudiante dijo en su declaración ante el juez Mauricio Zabala que "creía que (Diez) ignoraba que no era ingeniero, porque lo aclararon de forma posterior a esta obra (de la Cooperativa)". Altuna siguió trabajando para el arquitecto hasta el año pasado pero no para Guerrero.

Según la versión de Erica Rivas, secretaria del arquitecto Diez, ella se enteró "a fines de 2008" que no era ingeniero, pero recién se lo pudo contar a Diez en agosto de 2009 "cuando vio unas tarjetas en las que se podía leer el nombre de Altuna y la profesión de ingeniero".

Según le dijo Rivas al juez, Diez se sorprendió por esta noticia y verificó, en octubre de ese año en la facultad, que era verdad que no tenia título.

El lunes al declarar ante Zabala, Guerrero dijo que recién ahora se enteró de que Altuna no era ingeniero. Fue un tiro por elevación hacia Diez, quien contrató al estudiante para hacer el cálculo de estructura.

Para el juez Zabala, Guerrero y Diez "siempre supieron antes de iniciar la construcción de los departamentos" que "quien había realizado los cálculos y controlado en obra su ejecución no era profesional, y aún así iniciaron y continuaron los departamentos hasta provocar el derrumbe. Es decir, asumieron el riesgo".

Así lo expresó al dictarles el procesamiento junto al capataz José Silva.

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