Por: Abigail Gómez.

El hecho de que los llamados microplásticos, nombre que reciben debido a su pequeño tamaño, está en la gran mayoría de cosas que consumimos y bebemos no es un secreto para nadie; sin embargo, un estudio reciente ha revelado que el problema podría ser mucho mayor de lo que se piensa.

Y es que en términos milimétricos los microplásticos pueden ingresar a tu cuerpo y navegar en tu sistema pero, al parecer, ahora se ha encontrado que existen plásticos aún de menor tamaño, los cuales han sido bautizados como nanoplásticos, y cuyo peligro particular es que no sólo ingresan a tu sistema sino que debido a su diminuto tamaño también son capaces de atravesar las paredes de tus células e ingresar a ellas.

Lo anterior ha despertado las alarmas entre miembros de la comunidad científica, debido a que, a pesar de que se desconoce a ciencia cierta el efecto que podría tener la presencia de partículas de plástico en el interior de las células, lo cierto es que no puede tratarse de nada bueno.

Los microplásticos son un problema relativamente reciente (Grosbygroup)

La alerta se desprende del hecho de que, si pueden atravesar algo tan diminuto como una célula, pueden llegar a prácticamente cualquier parte de nuestro cuerpo, lo cual podría generar todo tipo de alteraciones en nuestro organismo desarrolladas por la presencia de partículas ajenas nosotros.

Y es que el tamaño de estos nanoplásticos es tan diminuto que ni siquiera los nuevos seres están a salvo pues fracciones de plásticos son incluso capaces de llegar a los bebés por medio del torrente sanguíneo. Una buena manera de conocer el mundo que les espera, plástico en su sistema incluso antes de nacer.

De acuerdo con información del estudio realizado por investigadores de la Universidad de Columbia, este nuevo descubrimiento fue posible debido a la implementación de una poderosa técnica de medición de imágenes ópticas que permitió detectar la presencia incluso de los fragmentos de plástico más diminutos.

“Las investigaciones sugieren que la fragmentación del polímero plástico no se detiene a nivel de micras, sino que continúa formando nanoplásticos con cantidades esperadas de órdenes de magnitud superiores. Con partículas de plástico diseñadas con tintes fluorescentes o etiquetas metálicas, los investigadores han demostrado la posibilidad de que los nanoplásticos crucen barreras biológicas o que genera preocupación pública sobre su posible toxicidad”, explican en la investigación.

Los nanoplásticos son tan diminutos como el tamaño de una bacteria o una partícula de humo (Infografía elaborada por Visual Capitalist)

Además, el estudio confirmó información que ya antes había sido dada a conocer, a saber, que la cantidad de microplásticos que una persona puede llegar a consumir al año es de hasta 100 mil partículas (e incluso más) y que la principal cantidad de ellas provienen del consumo de agua embotellada.

Sin embargo, aún más alarmante es el hecho de que, en términos de nanopartículas, la cantidad puede ser de hasta 10 mil partículas tan sólo por cada litro de agua que bebamos por medio de botellas de plástico.

Por su parte, uno de los mayores conflictos que plantea este nuevo descubrimiento es el hecho de que, si bien el estudio de los efecto a la salud de los microplásticos ya representaba un reto, el mundo nano es aún más difícil debido de comprender y estudiar.

Los microplásticos han sido encontrados en prácticamente todos los puntos del planeta (Reuters)

Tipos de microplásticos que ingerimos al beber agua embotellada:

Si bien estos microplásticos se componen de una gran cantidad de partículas de una enorme variedad de diferentes tipos de plástico, la ciencia ha logrado identificar algunos de los que se encuentran en mayor concentración.

Según los responsables del estudio, estas partículas se pueden desprender cuando las botellas se calientan, cuando se estrujan o al abrir y cerrar el tapón. En su investigación pudieron identificar algunos tipos más comunes de microplásticos, sin embargo, estos solo representan el 10% de la cantidad total, por lo que se desconoce qué otro tipo de plásticos ingresan al organismo.

Los microplásticos identificados fueron los siguientes:

-Tereftalato de polietileno (PET)

-Policloruro de Vinilo (PVC)

-poliestireno (PS)

-Polipropileno (PP)

-Polimetacrilato de metilo

-Poliamida: tipo nailon usado en los filtros de plástico que se utilizan antes de embotellar el agua purificarla.

Las botellas de plástico están elaboradas con una diversidad completa de plásticos entre los que predomina el PET y el PVC (Shutterstock)

Probables efectos negativos a la salud de la presencia de microplásticos en el organismo

Si bien como se ha mencionado antes, debido a que el plástico es un problema relativamente reciente, no se conocen los efectos de su presencia en el organismo a largo plazo; sin embargo, algunos de los estudios que han tratado de determinar los efectos negativos han coincidido en que algunas de las principales consecuencias podrían estar relacionadas con la aparición de enfermedades degenerativas.

Las investigaciones han encontrado una asociación entre la presencia de micro y nanoparticulas y ciertos trastornos neurológicos y padecimientos neurodegenerativos como Alzhéimer y el Párkinson.

Por su parte, estudios con ratones mostraron que tras una exposición a estas partículas varios de ellos desarrollaron problemas de demencia y depresión.

Por último, otro estudio reciente descubrió que los microplásticos pueden adherirse a las membranas externas de los glóbulos rojos y pueden limitar su capacidad para transportar oxígeno, por lo que también podrían estar asociados con la aparición de problemas respiratorios.

Los problemas neurológicos parecen ser una de las principales consecuencias de la exposición al microplástico (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cómo podemos combatir la presencia de microplásticos en nuestra vida diaria

Si bien ha quedado claro que los micro y los nanoplásticos son un problema a la que se enfrenta la sociedad actual, y del cual aún se desconocen muchos de sus efectos, la respuesta sobre cuál es la forma de combatirlos y evitarlos es una de las más difíciles de elaborar debido a que parece prácticamente imposible evitar su consumo, pues se encuentran en prácticamente todo lo que usamos en la vida diaria.

Sin embargo, siempre existen manera de intentar reducir lo más posible nuestra exposición, lo cual puede lograrse con simples cambios de hábitos que, aunque parezcan difíciles, nos podrían ayudar a liberar nuestra vida de la necesidad de este material.

Quizá la mejor respuesta sea el trata de volver a los hábitos de antes, generaciones pasados vivieron sin plásticos y lo hicieron bien, recobrar la costumbre del uso de envases de vidrio, tratar de buscar métodos para beber el agua del grifo (que contiene mucha menos cantidad de plásticos), así como reducir el uso del mismo podría ser un primer paso para revertir la compleja situación en la que nos encontramos inmersos.