A su juicio, la campaña de vacunación contra el Covid-19 debería dejarse en manos de los profesionales sanitarios, que la podrían estar gestionando «con un poco más de eficiencia» si los políticos «no se entrometieran tanto».

En una entrevista concedida a Europa Press, Espinosa de los Monteros sostiene que la campaña de vacunación «no se está haciendo bien» en España. Y no por falta de profesionales capaces de hacerlo, sino por la «incapacidad política para organizarlo».

Como ejemplo de ello, Espinosa de los Monteros pone su propia experiencia durante el servicio militar obligatorio, cuando recuerda que sólo dos soldados de la unidad sanitaria, estudiantes de medicina, fueron capaces de poner 2.500 o 3.000 vacunas en una sola mañana.

«Hay profesionales sanitarios con suficiente capacidad para hacerlo, hay conocimiento suficiente, lo que hay es una incapacidad política para organizarlo», denuncia el portavoz de Vox apuntando a los tres niveles de la Administración pública implicados: el estatal, el autonómico y el municipal. A su juicio, la Administración en este caso es «un impedimento» para «el buen trabajo» de los profesionales del sector público.

«No conocemos los efectos secundarios»

En cualquier caso, Espinosa de los Monteros anima a los ciudadanos a tomar su decisión sobre la vacuna «libremente» tras informarse, ya que todavía «no se conocen en detalle las consecuencias o los posibles efectos secundarios» que pueda tener.

El dirigente de Vox sostiene que la vacuna contra el Covid-19 es «de una naturaleza distinta» a las que ya llevan años implantadas en el sistema nacional de salud, por lo que anima a la gente a que «se informe, se documente y con su propio criterio decida libremente si se quiere vacunar o no».

«Es una decisión muy personal, es una vacuna de una naturaleza distinta de todas las demás vacunas», insiste Espinosa de los Monteros, dejando claro que no hace esta reflexión sobre otras vacunas como pudiera ser la de la rubéola, ya conocida e implantada desde hace años.

«Hablando de esta vacuna en concreto, que tiene características un poco distintas de todas las demás que hemos tenido y además todavía no se conocen en detalle las consecuencias o los posibles efectos secundarios, creo que es mejor que cada uno decida libremente lo que hace», ha declarado en su entrevista a Europa Press.

«Esperaré mi turno para vacunarme»

Sobre su decisión personal, recuerda que no está entre los grupos de riesgo ni por edad ni por profesión: «Y por tanto, esperaré mi turno para vacunarme», asegura, pues considera «lógico» que se establezcan «prioridades» para garantizar la vacunación de los principales grupos de riesgo en primer lugar.

Eso sí, Espinosa de los Monteros insiste en su rechazo al registro de personas que no quieran vacunarse, algo que ve «peligroso y delicado». El portavoz de Vox hace esta reflexión recordando la importancia que tienen en la sociedad actual garantizar la confidencialidad de los datos de los ciudadanos, y muy especialmente los de carácter médico y sanitario.

«Las personas tenemos en nuestros datos una cierta riqueza. Hay muchas compañías, sobre todo tecnológicas, que trafican y se lucran con nuestros datos personales, recuerda el portavoz de Vox en el Congreso de los Diputados, «cuando en una aplicación o programa no te cobran por el producto, si el producto es gratuito, quiere decir que el producto eres tú».

«La creación de un registro de insumisos sanitarios, que es lo que quiere hacer el Gobierno, me parece un tema muy peligroso y muy delicado, yo tendría mucho cuidado con eso», insiste.

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, confirmó el pasado mes de diciembre su intención de crear un registro en el que se incluirán los nombres de los ciudadanos que rechacen ponerse la vacuna contra el Covid-19. Los datos de este registro se compartirán con el resto de países miembros de la Unión Europea, según anunció.

Según consta en la Estrategia de Vacunación aprobada por el Ministerio de Sanidad, este registro servirá para «conocer las posibles razones de reticencia en diferentes grupos de población». No obstante, existen serias dudas legales de que este registro pueda vulnerar la protección de datos personales de carácter sanitario prevista por la Ley.

Desde principios de año, la Comunidad de Madrid ha aplicado ya 89.064 vacunas, aunque el ritmo de aplicación de este fármaco se ha visto afectado por la borrasca Filomena, que ha colapsado los principales núcleos de población de la región.