Escalofriante confesión de un chico que asesinó a su madre y hermanos

Escalofriante confesión de un chico que asesinó a su madre y hermanos
El menor contó con lujo de detalles cómo mató a puñaladas y golpes a su familia en su casa del barrio Solidaridad. Relató todo lo que hizo después, pero no explicó por qué y el móvil es una incógnita. La justicia ordenó pericias psiquiátricas.

Federico Trofelli

Se levantó abruptamente a las 2 de la madrugada del domingo y mató a su madre y a sus dos hermanos de ocho y 12 años. Luego se masturbó y eyaculó sobre el cadáver de su mamá. Después fue a la heladera, bebió una gaseosa, se desvistió y se duchó. El adolescente de 17 años dejó sus ropas en remojo y, por miedo a que alguien entrara a robar, cerró con llave todas las puertas de la precaria casa en la que vivían, al sudeste de la ciudad de Salta. El chico se fue con lo puesto y sin dinero, apenas llevaba encima su celular, que vendió en la calle para comprar un pasaje a La Quiaca, desde donde pensaba cruzar a Bolivia. Pero en el micro cambió de planes: se bajó en San Salvador de Jujuy y se cortó el pelo en una peluquería para cambiar su fisonomía. Pero el sentimiento de culpa lo traicionó y decidió volver a Salta donde ayer confesó el triple crimen. Esa fue la extraña versión que el homicida dio a la policía, aunque no explicó por qué lo hizo. Hoy será indagado por la justicia.

Todo ocurrió en la casa del lote 23 de la manzana 437 B, del Barrio Solidaridad, donde los tres cuerpos fueron encontrados sobre la cama de dos plazas en una de las habitaciones. Elena Chiliguay, de 34 años, y su hija Brisa de ocho fueron masacradas a martillazos; en cambio, el hermano del presunto asesino, Matías, de 12, fue apuñalado al menos 14 veces por la espalda. Tanto el martillo como el cuchillo tramontina quedaron en el lugar del hecho.

"Espontáneamente, el joven se presentó alrededor de las 6:30 en la División Criminalística situada en el centro de la ciudad. Después de contar su versión ante la policía, es como que se alivió", señaló una fuente de la investigación a Tiempo Argentino, quien detalló que el juez de instrucción Pablo Farah iba a indagarlo ayer al mediodía, pero se declaró incompetente y pasó la causa al fuero penal juvenil. Ahora, la investigación quedó a cargo de Silvia Bustos Rallé.

La jueza pidió que el joven declarara ayer por la tarde, pero el abogado defensor solicitó un día de gracia porque su asistido no estaba en condiciones de afrontar a la justicia. Es que al salir de la seccional, el sospechoso fue interceptado por los medios de comunicación y "quedó agobiado, como que le cayó la ficha", explicaron las fuentes.

En tanto, los investigadores ordenaron una serie de peritajes psicológicos y psiquiátricos.

El dato que llamó la atención de los peritos fue el hallazgo de semen en el cuerpo de Elena Chiliguay. "Se acreditó que fue post mortem y por el momento, no hay indicios de que haya habido penetración. El chico también reconoció ese acto", sostuvo un vocero judicial.

La fuente destacó que el imputado le dijo a la policía que su madre le reprochaba que "siempre estaba jugando en la computadora o en la calle". Entre otras medidas, los investigadores trataban de determinar qué juegos tenía el adolescente.

Además, los vecinos del lugar calificaron al sospechoso como alguien tranquilo y demasiado introvertido. Pero, ¿por qué mató su familia? Es una incógnita. "El imputado no dio un justificativo de por qué los asesinó, solo describió desde que empezó a matar hasta que terminó", agregó el vocero.

La justicia intentará confirmar con evidencias que el joven fue el verdadero autor del triple crimen. Para eso cuenta con un "festival de huellas genéticas y digitales", según graficó la fuente.

La sangrienta escena fue descubierta el domingo por la noche por la policía y la abuela de los nenes que había denunciado en la comisaría local que algo extraño había pasado en la casa.

Al momento de la masacre, el padre y marido de las víctimas, el albañil Hernán López, estaba trabajando en una obra en El Calafate, en la provincia de Santa Cruz. La última vez que vio a su familia había sido en enero cuando viajó a Salta para comenzar a construir su casa.

Ayer al mediodía, el hombre volvió a la ciudad y se disponía a enterrar los tres cadáveres en la ciudad de Cachi, de donde era oriunda su mujer. «

Comentá la nota