Erica Soriano: su concubino seguirá preso acusado de homicidio y aborto

Erica Soriano: su concubino seguirá preso acusado de homicidio y aborto
Daniel Lagostena había sido indagado por un delito, aunque luego fue procesado por otro. El magistrado consideró que el error fue subsanado cuando el fiscal hizo una segunda indagatoria. La joven está desaparecida desde 2010.

Daniel Lagostena, ex pareja de Erica Soriano, la embarazada desaparecida desde 2010, seguirá preso luego de que un juez le dictara ayer nuevamente la prisión preventiva por homicidio simple y aborto en el contexto de violencia familiar.

La decisión fue adoptada por el juez de Garantías de Lomas de Zamora Gabriel Vitale, luego de que la semana pasada la Cámara de Apelaciones de ese departamento judicial anulara por un error técnico la prisión preventiva que Lagostena venía cumpliendo desde julio.

Es que según la Sala III de la mencionada Cámara, el imputado había sido detenido e indagado por un delito, privación ilegal de la libertad seguida de muerte, y se le había dictado la prisión preventiva por otro, homicidio y aborto.

El magistrado entendió que el error procesal fue subsanado el sábado cuando el fiscal de Gerardo Loureyro volvió a indagar a Lagostena –se negó a declarar–, y reiteró su pedido de prisión preventiva con la imputación correcta.

Ayer, el juez Vitale rechazó el pedido de excarcelación que había presentado la defensa luego del fallo de la Cámara y volvió a dictarle a Lagostena la prisión preventiva por los delitos de homicidio simple y aborto en concurso ideal, en el contexto de violencia familiar.

En su nueva resolución, el magistrado critica a sus pares de la justicia que no saben abordar la problemática de la violencia de género y sostiene que la ausencia del cadáver no impide acreditar un homicidio.

"Cuando estos casos de violencia se encuentran erróneamente abordados por el Poder Judicial, la problemática privada e individual se transforma en colectiva, institucional y pública, ya que uno de los poderes del Estado democrático no sabe comprender las dificultades propias de la problemática de género", dice.

"En igual sentido probatorio –continúa con ironía–, sería como solicitar una escritura traslativa de dominio para generar plena prueba sobre la cosificación y venta de las personas sometidas a trata, o los recibos firmados por los proxenetas y usuarios ante la utilización de los servicios de prostitución, miradas procesales antañas que gobiernan las discusiones modernas."

Al abordar el caso, Vitale señala que "se encuentra acreditado, con el grado de certeza que esta instancia requiere, que las señales de vida de Erica Soriano se han extinguido –sin más– en circunstancias que la misma se encontraba embarazada y a solas con el imputado, en el domicilio que juntos compartían".

"Erica se encontraba en una situación de conflicto con su pareja, existiendo la cierta posibilidad de dejar el domicilio que juntos compartían, para mudarse con su hija Florencia", señala el juez.

Según Vitale "no se ha recabado, a lo largo de la extensa investigación, indicador alguno que permita suponer que Erica podría haber querido suprimirse de todo su entorno sin dejar rastro, aun cuando se encontraba embarazada y tenía una vida social plenamente activa".

Tal como ya lo había hecho en la prisión preventiva dictada en julio, Vitale volvió a tomar en cuenta como indicios "las características violentas" de Lagostena "con sus parejas anteriores" y los testimonios del entorno de la pareja que señalaban que el imputado era muy "celoso" y "posesivo" con Erica.

Inclusive, el magistrado resalta la declaración de dos testigos del entorno que afirmaron haber escuchado de boca de Lagostena que sospechaba que Erica le era infiel y que si lo confirmaba "la mataba".

En su resolución, el juez cita el fallo del caso Miguel Bru, el estudiante platense desaparecido en 1993 en una comisaría de La Plata, para explicar que aun sin un cadáver se puede probar un homicidio.

Erica Soriano, de 30 años, fue vista por última vez el 20 de agosto de 2010. La versión de su pareja es que al día siguiente ella se fue a visitar a su madre a la localidad bonaerense de Villa Adelina, pero allí nunca llegó. El fiscal y el juez no creyeron en esa declaración y sostienen que, a pesar de que nunca apareció el cadáver, Erica fue asesinada por Lagostena dentro de la casa que compartían en Lanús, por la mala relación que venían atravesando. «

los indicios contra el acusado

Celos. Una hermana de Erica declaró que Lagostena era muy obsesivo y celoso. También contó que el imputado le revisaba los SMS, le abría sus mails y que ejercía violencia psicológica.

Amenazas de muerte. Un testigo declaró que Lagostena le contó que sospechaba que Erica lo engañaba y le comentó que si se enteraba de que eso era cierto la iba a matar.

Último contacto. Al mencionar un contacto telefónico que Erica tuvo con una amiga cuando regresaba junto al imputado del obstetra, el juez da por acreditado que "el día 20 de agosto de 2010 a las 22:13 queda registrada esta conversación telefónica de cuatro minutos y 31 segundos como el último contacto incuestionable de Erica Soriano con su entorno social, resaltando que se encontraba en compañía exclusiva de Daniel Lagostena".

Las pertenencias de Erica. El juez no cree que haya habido una desaparición voluntaria porque en la inspección del domicilio, "se encontró la billetera de Erica, su cartera, el DNI, las tarjetas de crédito y débito, para luego certificar con la declaración de la madre, que estaba la totalidad de su ropa".

Ropa interior quemada. En la chimenea de la casa de Lanús, peritos de Gendarmería hallaron restos de fibras rojas de origen textil, que concuerdan con la ropa interior que usaba Erica.

Luminol positivo. En una mesa ratona de la casa se halló sangre y se determinó que pertenecía a un perfil genético femenino.

Entorno. Para el juez, Lagostena pudo haber contado con colaboración de su entorno familiar para ocultar el cuerpo, y menciona mensajes y llamadas que intercambió con su sobrino durante la madrugada de la desaparición.

Comentá la nota