Entrevista al ex gobernador peronista de Catamarca Dr. Hugo Alberto Mott

Entrevista al ex gobernador peronista de Catamarca Dr. Hugo Alberto Mott

El ex gobernador de la provincia, Hugo Alberto Mott, concedió una entrevista exclusiva a La Unión, en la que repasó su historia, habló del peronismo histórico y del actual. Dejó algunas definiciones acerca de la realidad política de la provincia.

 

¿Durante cuánto tiempo ejerció la profesión de médico?

- Ejercí plenamente durante todo el tiempo que viví en mi Tinogasta natal. Me recibí en Córdoba en el año 1960. Aclaro que cuando me instalé en Tinogasta no sólo lo hice pensando en mi profesión, sino con la fuerte vocación de ser gobernador de la provincia.

¿Es decir que siempre tuvo fuerte vocación por la política?

- Sí, y peronista. Yo empecé a hacer política a los 14 años, a militar activamente vinculado al mundo obrero y la zafra.

¿En qué especialidad ejerció la medicina?

- Yo hice cirugía, muy difícil de hacer en Tinogasta porque no teníamos rayos X, no teníamos laboratorio, no teníamos anestesistas, o sea que en un principio todo se hacía con anestesia local; después me hice una pasantía en Córdoba, donde aprendí a hacer la anestesia peridural, entonces hacía la anestesia primero y después operaba.

¿Está al tanto de lo que sucede en Tinogasta con el tema de los médicos?

- Sí claro, y en toda la provincia. En nuestro gobierno… nunca existió en toda la provincia un plan de salud de la magnitud del que se implementó durante mi gobierno.

¿Cómo fue aquello de iniciarse en la política a los 14 años?

- Yo nací en una familia de clase media alta, mi padre murió de jovencito, a los 27 años. Cuando murió papá yo tenía 2 años pero mamá siguió manejando la finca de viñedos y una bodega que producía cuatro millones de litros de vino. Importante, había doscientos empleados y cada empleado con su familia tenía su casa, con esto le quiero decir que con mi familia y mi crianza yo fui peronista antes que apareciera Perón. Mamá, que era muy católica, era tenedora de libros, se había recibido en Córdoba; después que murió papá ella siguió con la administración. Mi familia no era socialista sino conservadora, demócratas, el manejo que se hacía entre patrones y empleados era fantástico. Mamá, todas las navidades y el día de los Reyes, en una glorieta grande que había, colgaba los juguetes y una serie de cosas, y convocaba a todos los chicos de la finca y les daba un numerito, y con ese numerito cada uno sacaba un premio. O sea, se hacía justicia social; además, cuando mamá se casa con mi padre, todos vivían en concubinato, nadie era bautizado. Mamá llevó el cura e hizo bautismos y casamientos múltiples, comuniones múltiples, entonces todos, todos en su gran mayoría eran ahijados de mamá, así que mamá en vez de ser la patrona, era la madrinita.

¿Cómo era Tinogasta en 1940?

- Mucho más lindo que ahora. Los caminos eran de tierra y había mucho más comunicación con La Rioja que con Catamarca. El gran problema de Catamarca fue, es y será la desintegración por la configuración geográfica. Existen pueblos como Tinogasta, Belén, todo Pomán hasta Chumbicha, que están más relacionados con La Rioja que con la ciudad. Andalgalá y Santa María están más relacionados con Tucumán y con Salta, y todo lo que es la zona Este de la provincia está más relacionado con Santiago del Estero que con Catamarca.

¿Cómo sería según su opinión la estrategia de integración? 

La empecé yo y el Proceso la hizo desaparecer. Hice hacer mediante un convenio con la Fuerza Aérea, a cargo del Brigadier Fautario, las pistas de Tinogasta, Belén, Andalgalá, Santa María, Antofagasta de la Sierra y Felipe Varela. Las relaciones con Chile estaban muy tirantes, y le dije al brigadier, en cualquier momento los chilenos me van a golpear la puerta de la Casa de Gobierno. ¿por qué? me contestó, porque no tenemos pistas, sólo tenemos la pista de Choya. Todas esas pistas no le costaron un centavo a la provincia de Catamarca, y le compramos a la Fábrica Militar de Aviones de Córdoba, dos aviones Guaraní para catorce pasajeros.

¿Y la relación económica entre Tinogasta y la provincia en qué consistía?

- Tinogasta producía 55 millones de kg. de uva, de los cuales muchos iban a parar a las bodegas. Había tres bodegas muy importantes: Graffigna, Saleme, Pisetta, que era la nuestra, y otras bodegas chicas, el resto se vendía como fruta fresca a Santiago del Estero, Córdoba y Tucumán.

¿Cómo vivió el 17 de octubre de 1945?

- Viví dos episodios, el primero fue la Revolución de los Coroneles del 4 de junio de 1943, en la escuela primaria, y después el 17 de octubre de 1945. Y ahí ya afloró lo que yo ya venía mamando de mi familia, y se llamó Partido Laborista.

¿Quién fue el primer gobernador peronista de Catamarca?

- El Dr. Pacífico Rodríguez, que ganó junto con la formula Perón-Quijano en el año 1946, pariente de mi mujer, y el vicegobernador era don Juan León Córdoba. Pero al poco tiempo lo intervienen, una gran injusticia, mediante una maniobra política interna, por supuesto manejada por don Vicente Saadi, y asume don Juan León Córdoba, que era el vicegobernador.

¿Qué sabe de esa historia?

- Yo era muy chico y ya en ese momento estaba estudiando en la escuela secundaria en Córdoba, en el Colegio Lasalle, mi actividad en la política provincial era en el nivel secundario. Regresé de Córdoba en el año 1960 y Perón ya estaba en el exilio. Nosotros fuimos de los peronistas que votamos a Frondizi. Me acuerdo que en Córdoba nosotros nos identificábamos con una pera grande, que era un “perón” (risas).

¿Y el peronismo de su época era muy diferente al peronismo actual?

- Era totalmente diferente porque había una militancia, personalmente hice campañas y no perdí nunca; una elección en Tinogasta, haciendo votar en blanco a la gente, porque el General nos pedía. Y no éramos candidatos a nada. 

¿Usted ganó la elección con Cámpora?

- Sí, en ese momento saqué más votos que Cámpora. Gané con el 64 % de los votos. El porcentaje más alto de la historia de Catamarca. Los radicales sacaron el 15 %; el MPC (Movimiento Popular Catamarqueño) el 15 %, pero hubo una diferencia de 500 votos a favor del Movimiento Popular Catamarqueño, que salió segundo, y los radicales terceros.

¿Usted estuvo preso, verdad?

- Sí, casi tres años, al principio en mi casa, porque mi mujer estaba embarazada, el golpe fue el 24 de marzo y mi hijo nació el 17 de abril, ya murió en el 2005. El fue un auténtico hijo del Proceso. El nunca habló, era autista, estaba en el vientre de la mamá cuando fue el golpe… tuvo un daño cerebral que fue irreversible…

Cuenta la historia que la pasó mal en la cárcel…

- Todos la pasamos mal, no porque nos hayan torturado con picana, sino por la tortura moral, porque cualquier persona que lleva una vida supuestamente normal no debe haber nada peor que le quiten la libertad. A mi familia los vi desde marzo hasta Navidad nada más que cinco minutos el día del padre. Después no teníamos visita, nada.

¿Lo torturaron?

- No, la tortura fue moral. La primera tortura moral fue al gobernador y a sus tres ministros, porque yo tuve tres ministros, y andaba muy bien, no hacía falta más, porque desalojaron las celdas y nos mandaron a limpiar las letrinas, y no tan solo eso, sino que no nos dieron nada, así que hicimos pedir a través del cura, un tinogasteño fantástico, el padre Custodio Oviedo, que nos lleven lavandina para poder hacer bien la limpieza, y ahí me agarré un hongo que me costó años podérmelo sacar…

¿Cuántos eran los presos políticos?

- Catorce al principio, después a esos catorce nos juntaron en el patio, nos pusieron en fila, y un militar, que no sé quién sería, dijo que al que se nombre, que dé un paso hacia delante… no sabía qué iba a pasar. La noche fundamentalmente era muy difícil, un gran operativo: los que habían hecho pasar para este lado los cargaron en avión y los llevaron a Sierra Chica. A mí y a catorce más nos dejaron ahí nomás.

¿Hubo desaparecidos en la cárcel de Catamarca?

. De los que estuvimos no hubo desparecidos, ni torturados tampoco.

Lo único que puedo contar es que yo tenía taquicardias y un día se me soltó y fui a la dirección de la cárcel para que me mandaran un médico, y me mandaron un pediatra, un médico que yo había nombrado en la policía. Y él me pidió disculpas. Tuvimos que hacer una nota y esa nota la entregué en la dirección de la cárcel o en la jefatura de la policía, que la mandó a la Fiscalía de Estado para que determine si correspondía o no que se me mandara un médico. Gracias a Dios, yo médico, hice una serie de maniobras para ver si suspender la respiración, apretar la carótida.

¿Alguna vez le levantaron cargos?

- Sí.

¿Tuvo derecho a la defensa?

- No valía la pena. Todos los cargos eran lo mismo, falta de deberes de funcionario público y malversación de caudales. Eso era todo.

¿Le probaron algo?

- No, nada.

Hace unos días se cumplieron 41 años de la muerte del General Perón, Como gobernador de Catamarca ¿cómo vivió esa transición del gobierno de Perón a su esposa?

- Con preocupación. La quiero mucho y respeto mucho a Isabel Perón. Yo estuve dentro de lo que se puede decir los que fuimos fieles a Isabel, o sea, los gobernadores en su gran mayoría salvo dos o tres, la rodeamos, la acompañamos. Yo fui hombre de mucha confianza de Isabel. Muchas veces hasta fui duro con la señora Isabel, utilicé mi título y mi condición de médico para ubicarla a ella porque era muy temerosa. Me atendía mucho, era una gran mujer, se comió cinco años de cárcel sin abrir la boca. El peronismo ha sido muy injusto con Isabel Perón porque no se robó un peso. Isabel Perón entregó a los militares la misma deuda externa que ella había recibido, 16.000 millones de pesos. Me nombró como miembro de la Comisión de Enlace…

¿López Rega en ese contexto qué papel jugaba?

- Yo con López Rega no tuve nunca ningún contacto, ni siquiera el de ministro, porque en la provincia no nos adherimos al Sistema Integrado de Salud. Y a mí López Rega me quiso hacer la misma maniobra que le hicieron a Obregón Cano. Me hizo problema con un sector de la policía que se me acuarteló y, como diría el Chavo: “No contaron con mi astucia”.

Después de la muerte de Rucci, Perón estaba muy enojado y hubo un decreto que hablaba de una palabra ¿”aniquilar” el terrorismo?

- Es que hay entenderlo, esa palabra aniquilar hay que entenderla. Yo creo que todos los argentinos queríamos que no haya terrorismo, es así. Acá los que han desfigurado esa palabra son los que estaban en la subversión. Yo tuve un episodio acá en Catamarca, no nos equivoquemos. El famoso hecho de Capilla del Rosario. Yo no estaba, porque estaba en Buenos Aires, en un momento muy importante no tan sólo para Catamarca sino para todo el país, que eran las actas de concertación.

¿Pero ese episodio fue durante su gobierno?

-En mi gobierno

O sea ¿antes del golpe?

-Antes del golpe, antes del ‘74

¿El Ejército Revolucionario del Pueblo?

-Exacto, exacto el ERP

Que tenía otro origen, no era de extracción peronista precisamente

-No, había también, no nos equivoquemos, estaban metidos, había de izquierda pero había montoneros también. Yo me acuerdo que una vez los periodistas ya me tenían un poco ‘las bolas por el suelo’, hasta me llegaron a ofender. Un día un periodista importante de acá de Catamarca escribió en el diario: “Doctor dejémonos de joder, hablemos de Capilla del Rosario”, entonces le hice esta pregunta al periodista: ¿”Qué pretendían ustedes, que yo a la gente que vino a tomar el Regimiento, a tomar la Policía, a tomar el Gobierno de la provincia y declararla a Catamarca provincia liberada, qué querían, que los invite a tomar el té con masitas?

Yo no participé, y por supuesto, no estaba. Por eso cuando el señor juez Federal me citó a declarar, le dije: “Señor, nada de lo que yo le pueda decir a usted le puede servir, porque para yo decirle a usted que hubo asesinatos tendría que haber estado presente en los hechos y yo ese día no estaba”.

¿Muerto el General Perón y antes del golpe, funcionó la triple A?

- Exacto. Estamos de acuerdo, pero no hay que olvidarse de que los sectores gremiales y muchos sectores políticos, dentro de los cuales me incluyo, presionamos y muy fuertemente para que se fuera López Rega ¿o no se fue?

¿Está en conocimiento de que en estos días en la ciudad de Mar del Plata, el Tribunal Oral Federal  N°3 está juzgando a una cantidad de miembros de la triple A?

- No, no sabía nada.

Porque hace dos años fue detenido en Colombia y extraditado Gustavo Demarchi, miembro activo de la triple A, que fue fiscal General en Mar del Plata, y a quien se acusa de haber cometido unos crímenes aberrantes. Y se están juzgando esos crímenes

- Hay que juzgarlos y hay que condenarlos.

Estamos hablando de un período constitucional

. Exactamente, perfecto, sea en el tiempo que sea.

Me parece muy importante lo que usted dice, doctor. Digo esto porque hace poco, en una entrevista que un periodista  del diario La Nación le hiciera a María O`Donnell a raíz de la publicación del libro de los Born 40, años después… ¿Hace falta un debate de lo que sucedió en la década del ‘70?. Pero antes del terrorismo de Estado pasaron cosas y muy graves.

- De uno y de otro lado. Yo opino que hay que condenar. Soy demócrata y quiero que la gente quiera paz con sus pensamientos y en sus ideas, pero nunca en la violencia,  la violencia es de los pueblos bárbaros, no de los pueblos civilizados, y mucho menos tiene que ser de la República Argentina, que es un crisol de razas. Yo soy de la primera generación que vino de afuera, y me ha permitido poder ser médico, poder ser gobernador y poder vivir con dignidad. Entonces, todos tenemos que cuidar eso.

¿Usted ingresó en la política de la mano de Saadi?

- No, hemos sido muy amigos con don Vicente. Lo que pasa es que don Vicente entendía la amistad de otra forma. Si fuera por don Vicente yo no hubiera sido gobernador; su hermano, no yo. Lo que pasa es que yo venía como candidato… del peronismo del interior, del Oeste que siempre fue una potencia en política. Nosotros en aquella época, y yo, fui uno de los que mucho tuvo que ver y que más me moví junto con Julio César Balverdi,  conformamos lo que se llamó la Unión Justicialista del Oeste, que la integraba Tinogasta, Belén, Andalgalá, Santa María y Pomán. De allí nazco yo como candidato a Gobernador. Después nos movimos mucho.

¿Tuvo un apoyo explícito de los radicales catamarqueños en su peor época política, que fue cuando estuvo preso?

- Sí.

¿De quiénes?

- Tuve apoyo tanto del Movimiento Popular Catamarqueño como de los radicales. Mi gobierno  fue un gobierno de diálogo permanente con los legisladores de la oposición. Nosotros éramos mayoría, teníamos todas las intendencias.

Pero yo tenía muchísimo respeto por los legisladores, tanto radicales como del Movimiento Popular Catamarqueño, y por supuesto por los nuestros, los peronistas. Lo mismo pasaba con la CGT, las 62, etc.

¿El peronismo de hoy se parece en algo al que usted vivió?

- No.

¿Por qué?

- Las lealtades. En ese momento el tema no era fácil, porque el peronismo de ese momento había establecido que en todas las provincias, el gobernador debía ser político y el vicegobernador un dirigente gremial, si no, pasabas las de Caín. La CGT y las 62 me hacen una convocatoria, donde me piden que renuncie como gobernador y me crearon un problema muy serio, que yo pude desbaratar. Era tomar el poder de cualquier forma. Yo los jorobé, muy simple, presenté la renuncia y la mandé a la Legislatura. Y la rechazaron.

¿Cómo ve el peronismo actual?

- Al peronismo Perón lo definió bien, cuando nos peleamos nos multiplicamos. Estoy muy contento y muy esperanzado con los que vienen. Te voy a ser muy claro. Me encanta Massa, pero no me va a hacer mal que gane Scioli o Macri. Creo que estamos aprendiendo a vivir en democracia.

El solo hecho de ver las listas en Catamarca van a tener unos 20 largos, me está dando la razón. Una gran idea y una gran creación de Kirchner, las PASO, porque va a permitir que la gente haga la selección de los candidatos y no que surjan de las componendas partidarias.

¿Qué espera del nuevo Presidente?

- Que una a los argentinos, yo soy fanático del abrazo Perón-Balbín y del último Perón.

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