La empresa, con un contrato directo en Bahía Blanca

Por Gabriel Bermúdez.

Riovía, que hace el dragado en el Río de la Plata, se quedó con las obras en ese estuario por US$ 124 millones.

La empresa controlante de Riovía -contratada para las obras de dragado en el Río de la Plata- es la holandesa Boskalis. En asociación con la belga Jan de Nul realizan desde mediados de abril las obras de ensanchamiento y dragado en el estuario de Bahía Blanca.

El consorcio de gestión público-privado que administra el puerto bahiense les adjudicó los trabajos a través de una contratación directa por 124 millones de dólares durante 5 años, luego que fracasara una licitación internacional. Fuera de ese proceso había quedado la firma Van Oord Dredging, también holandesa, quien a través de una medida cautelar, buscó frenar la adjudicación.

El 23 de abril pasado, el juez contencioso de Bahía Blanca Agustín López Cóppola avaló la decisión del consorcio, pero advirtió sobre un punto. “Resulta extraño que se hayan comenzado las negociaciones con Boskalis International BV Sucursal Argentina -Compañía Sudamericana de Dragados S.A.- por haber ofertado el precio más bajo, sin expresar nada de la mejora de precio que efectuara la empresa Van Oord Dredging and Marine Contractors B.V.” remarcó el magistrado en su resolución, que se produjo cuando la draga Beachway, de la flota de Boskalis –y que también operó en el canal de Martín García–, ya realizaba los primeros movimientos en la ría bahiense junto a otra draga de menor porte.

Luego de que la licitación internacional convocada a fines de 2010 quedara desierta, el ente portuario inició conversaciones para adjudicar las obras de manera directa y evitar que el retraso pudiera complicar el ingreso de buques de gran calado a los puertos de Ingeniero White y Galván, ubicados junto al polo petroquímico más grande del país. Desde 2008 operan allí los barcos metaneros que desde llegan con cargas de gas natural licuado para regasificar en el muelle de Companía Mega de YPF. Por eso el consorcio convocó a Boskalis, según argumentó ante el juez, por sus antecedentes técnicos y ser una de las que cotizó más bajo en el proceso licitatorio caído a raíz de las mutuas impugnaciones.

Esta decisión del ente portuario, que finalmente derivó en la adjudicación de las obras fue calificada como “arbitraria e irrazonable” por Van Oord que se consideró discriminada y acudió a la justicia a fines de diciembre para evitar el inicio de las obras.

Al momento de la adjudicación de los trabajos a Boskalis y Jan de Nul, el presidente era Jorge Otharán, actual subsecretario de actividades portuarios de la provincia de Buenos Aires.

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