Empleadas describieron el "hostigamiento constante" que se vivía en la casa de la familia Farré

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Dos empleadas domésticas que trabajaban para la familia Farré aseguraron haber presenciado constantes episodios de violencia que el empresario Fernando Farré ejercía sobre su mujer Claudia Schaefer y describieron el "hostigamiento constante" que recibían por parte del imputado.

Las dos testigos declararon ante la fiscal Carolina Carballido, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Especializada en Violencia de Género de Pilar, ante quien dieron detalles de la relación conflictiva que vivía la fallecida Claudia Schaefer (44) y su marido Fernando Farré (52).

"Declararon todo lo que han visto, oído y vivido durante todos estos años", dijo esta tarde el abogado Claudio Katiz en referencia a las dos empleadas domésticas, llamadas María y Mónica.

"Mónica declaró sobre todas las situaciones de violencia que le tocó vivir en esta familia. Violencia verbal, física, psicológica, hostigamiento constante, era un contexto de violencia generalizado, de él para con sus hijos, su mujer y para con ellas también", afirmó el letrado, quien las asesoró en la declaración testimonial que prestaron ante la fiscal.

La otra doméstica, de nombre María, también brindó detalles de episodios de violencia familiar.

María es la mucama que la propia Schaefer mencionó en su escrito ante la Oficina de Violencia de Doméstica (OVD) de la Corte Suprema del 2 de agosto pasado, cuando denunció que Farré la arrojó sobre un sillón y le puso una rodilla en la cara.

Según dijo Schaerer en aquella oportunidad, esa agresión fue en presencia de la empleada doméstica y de sus hijos.

Según el abogado, las empleadas domésticas contaron que las situaciones de violencia siempre existieron en la casa de la familia.

Mónica trabajó en la casa como empleada doméstica más de ocho años, hasta que fue "despedida a principios de abril por el presunto homicida"; en cambio María "estaba trabajando actualmente para ellos" pero al momento del femicidio no se hallaba en la casa del country.

"Quedaron conmocionadas con la noticia, María estuvo tres días sin dormir ni comer", contó Katiz sobre la reacción de las mujeres cuando se enteraron del crimen.

Por otra parte, los tres hijos del matrimonio Farré no declararán por el momento como testigos en la causa por el femicidio de su madre, según confirmó el abogado de la familia de la víctima.

"No vamos a hacer declarar a los chicos bajo ninguna circunstancia. Ni la fiscal ni yo tenemos por el momento pensado tomarles una testimonial o hacerles una cámara Gesell", dijo hoy a Télam el abogado Jorge Sandro, quien representa a los padres de Schaefer (44) como particulares damnificados.

El letrado explicó que más allá de lo que los hijos de 9, 11 y 13 años puedan aportar, la decisión de no hacerlos declarar en este expediente que tiene a su madre asesinada y a su padre preso como autor de ese crimen es que "se busca no revictimizar a los chicos".

En ese sentido, el perito psiquiatra Enrique de Rosa, contratado por la defensa de Fernando Farré (52), consideró hoy "absurdo" y "revictimizante" someter a los hijos de la pareja a una cámara gesell para que declaren sobre el vínculo de sus padres.

La semana pasada declararon el portero y el sereno del edificio de Recoleta donde vivía la pareja, el jefe y un compañero de trabajo de Schaefer y todos ellos mencionaron que sabían que el matrimonio atravesaba una relación conflictiva.

En tanto, el abogado Adrián Tenca aseguró que "el tema de la premeditación está totalmente descartado porque la realidad es que ambas personas venían teniendo trato la semana anterior sin ningún tipo de problema".

Tenca agregó que el día del crimen "Farré tenía previstas entrevistas de trabajo por la tarde y nadie va a preordenar un homicidio delante de cinco testigos".

Schaefer fue asesinada por Farré (52) el 21 de este mes en el country Martindale de Pilar, cuando fue a retirar con dos valijas sus pertenencias de la casa que alquilaba el matrimonio, que estaba atravesando un divorcio conflictivo luego de que ella lo denunciara por violencia doméstica.

Cuando la mujer fue al dormitorio a recolectar su ropa, Farré cerró la puerta del vestidor con llave y allí la atacó con dos cuchillos que faltaban de la cocina.

La autopsia determinó que Schaefer murió degollada y tenía aparte otros cortes y varias puñaladas, algunos en las manos como signos de defensa.

Mientras desde la fiscalía creen que Farré tenía todo planeado para asesinar ese día a su mujer, Tenca adelantó que intentará demostrar que su ciente es inimputable, que hubo emoción violenta o que hay circunstancias extraordinarias de atenuación para disminuir una eventual condena.

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