Empezaron el rescate de los últimos dos cuerpos

Empezaron el rescate de los últimos dos cuerpos
Están el la cabina del avión. Trabajan buzos de la Armada Uruguaya. La jueza supervisa el operativo.
Las lanchas de la Armada Nacional de Uruguay partieron ya del puerto de Carmelo para intentar el rescate de los dos cuerpos que quedan en el avión accidentado ayer, en el que fallecieron cinco personas y otras cuatro resultaron heridas. Junto a ellos, viajan la jueza María Alexandra Fascal, que supervisa el operativo, el fiscal que investiga la causa y peritos forenses.

El portavoz de la Armada, Gastón Jaunsolo, indicó al Canal 12 de televisión que, tras el rescate de los cuatro lesionados, "a última hora de ayer se extrajo el cuerpo sin vida de tres de los fallecidos", que "fueron trasladados a Carmelo", donde "la jueza actuante dispuso que pasaran al instituto forense".

Las actividades de rescate se retomaron hoy con el grupo de buceo de la Armada, para tratar de extraer a los dos cadáveres que quedan en cabina, que son los más complicados por el choque", agregó Jaunsolo.

Los sobrevivientes del accidente, Ignacio Llosa, Santiago Villamil y Sebastián Vivona, se recuperan en Buenos Aires. Vivona, quien ayer fue internado en el sanatorio Orameco de Colonia, fue trasladado esta mañana por vía marítima a Buenos Aires para continuar con los cuidados médicos.

En la misma clínica uruguaya quedó la única pasajera mujer, Paula Buery, que seguirá recuperándose unos días más, a la espera del alta médica.

"Hablé con Paula anoche. Estaba bastante lucida, bastante tranquila. Tratamos de no quebrarnos nosotros", contó Eduardo Buery, el padre de Paula.

Según los medios de comunicación, se trata del peor accidente aéreo registrado en el Río de la Plata desde hace cuarenta años. Los cincos pasajeros fallecidos son el piloto, Leandro Larriera, Gustavo Fosco (director de Asuntos Públicos y Comunicaciones de Renault Argentina), Fernando Sánchez Gentile (jefe de prensa de Renault Argentina), Facundo Alecha (trabajaría en Royal Canin) y Fernando Lonigro (subgerente de TTS viajes).

Los investigadores que trabajan en la causas que provocaron la caída del avión, propiedad del empresario Federico Bonomi, señalaron que el accidente se produjo cuando la aeronave intentaba regresar a Argentina.

Las primeras hipótesis sostienen que la niebla y una posible falla mecánica podrían haber provocado el accidente.

"La niebla jugó un papel muy importante. Ya sea como causa primaria del accidente o en una complicación que tuvo el piloto (Leandro Larriera) con el avión, cuando intentó amerizar no pudo ver bien el lugar por los densos bancos de niebla", explicó el secretario de Seguridad, Sergio Berni, por Radio Mitre.

El funcionario dijo que, a pesar de que Larriera "era muy experimentado", donde cayó el avión "era un lugar donde había muchos islotes" y que, seguramente, el piloto "pensó que estaba en aguas profundas y prácticamente no llegaba al tobillo el agua".

La salida del Beechcraft, que viajaba desde San Fernando a Carmelo, estaba prevista para las 10 de la mañana pero la intensa niebla hizo que el vuelo se iniciara más tarde de lo previsto.

A las 12:30 el aparto fue autorizado y despegó para realizar el viaje, de apenas 15 minutos, con destino a Carmelo. Cuando el aparato estaba sobre aguas del Río de la Plata, desde la ciudad uruguaya, recibió la orden de no aterrizar por la niebla.

El vocero de la Fuerza Aérea Uruguaya (FAU), Álvaro Loureiro, confirmó al diario uruguayo El País que fue uno de los sobrevivientes quien informó del accidente.

El primer alerta que recibieron los radares de Carrasco, en Montevideo, está registrados 20 minutos después de la salida del avión y al recibir un llamado de uno de los heridos se activó el sistema de búsqueda y rescate.

Los ejecutivos viajaban al hotel boutique Casa Chic, propiedad de Bonomi, por temas de negocios. El regreso estaba previsto para las 17.

"Creemos que estamos viviendo una película de terror", dijo Cynthia Kern, esposa del dueño de la aeronave. La mujer estaba junto a su marido, el también propietario de la marca de ropa Kosiuko, en los Estados Unidos, y regresaron de urgencia tras el accidente.

"Llegamos a Ezeiza, estamos volviendo a casa en un estado de shock total. Creíamos que habían sobrevivido todos. Empezamos a llamar a Leo, a Sebastián, pero nadie respondía", dijo la mujer en declaraciones a FM Latina.

Por su parte, el empresario textil aseguró que la avioneta es "de última generación, con un mantenimiento impecable". Se trata del modelo Beech Super King Air B200, tenía capacidad para 13 pasajeros y hasta dos tripulantes y una autonomía de vuelo de 3.300 kilómetros. Su valor en el mercado es de aproximadamente 1,5 millón de dolares.

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