Elecciones: las estrategias discursivas para ganar votos en Santa Fe

Elecciones: las estrategias discursivas para ganar votos en Santa Fe

Las principales fuerzas políticas de la provincia disputan palmo a palmo votantes, que muy de a poco comienzan a interesarse partidos y nombres de candidatos. 

A una semana y media de las elecciones primarias, Cambiemos y los frentes Progresista y Justicialista disputan palmo a palmo votantes, que muy de a poco comienzan a interesarse partidos y nombres de candidatos. Es ahora, cuando la gente comienza a prestar algo más de atención a los mensajes publicitarios, que cobra relevancia a quién y cómo hablan los precandidatos a diputados nacionales y dónde apuntan sus estrategias discursivas.

Un escaneo preliminar indica que los candidatos del gobierno nacional agitan la grieta que tan buen resultado les dio en las presidenciales de 2015. El Frente Progresista se enfoca en la representación de una Santa Fe con autonomía política del poder central y sus circunstanciales ocupantes. Por último, en la intensa primaria peronista, interaccionan dos estrategias bien diferenciadas, una orientada a la disputa interna y la otra alineada con un esquema que excede a Santa Fe. Pero veamos los detalles.

Frente Progresista

Hay una apuesta a desmalezar y mantener transitable “la ancha avenida del medio” como alternativa a la grieta. Son constantes las referencias del gobernador y el primer candidato Luis Contigiani a una Santa Fe autónoma que vive las disputas entre Cambiemos y la “pesada herencia kirchnerista” como un elemento extraño y contracara de un sistema político local que funciona por diálogo y consenso.

Además de repeler la grieta, se desliza sobre dos “ejes positivos” de la gestión provincial: la red de obra pública que impregna desde pequeñas localidades hasta Santa Fe y Rosario, y el salvataje de sectores productivos y trabajadores caídos del modelo macrista.

El Frente Progresista transita esta campaña regulando. Espera que la misma elección eleve los índices de conocimiento de su ministro-candidato. Al tratarse de una interna de baja intensidad (la adversaria es la concejala María Eugenia Schmuck), funcionarios y candidatos repiten que lo importante no es ahora sino octubre.

De hecho, la expectativa es que el 13 de agosto le muestre dónde está parado en el tablero electoral, qué nivel de daños (si los hubiera) pudo generar el gobierno nacional y diseñar una próxima excursión de pesca: hay un convencimiento de que gane quien gane la interna en el Frente Justicialista, en octubre no podrá contener todos los votos del otro; también se estudiará en detalle el escenario que deje la pelea la potente pelea entre José Corral y el precandidato “proscripto” Jorge Boasso.

Frente Justicialista

Tiene la primaria más disputada en la provincia, con dos candidatos que traducen las contradicciones que el kirchnerismo abrió en el PJ santafesino desde sus inicios.

Alejandra Rodenas endilga a Rossi poner su proyecto personal por encima del peronismo y le reclama la autocrítica kirchnerista. Con el asesoramiento del consultor Lucio Guberman, su estrategia de confrontación pareciera estar llamando al voto antikirchnerista, y por identificación antirossista, que está afuera del PJ (alerta para el neomassista Diego Guiliano).

Rossi, por el contrario, se abraza “con orgullo” a la ex presidenta. Hay un especial esfuerzo para que a medida que la gente se empapa de la elección y los candidatos encuentre al Chivo junto con Cristina. Ese es uno de los dos ejes esenciales de su línea discursiva.

El otro es una lectura súper llana de la realidad económica y social, generadora del mensaje electoral más contundente y claro hasta el momento. Es el que apela a comparar las expectativas de una familia o trabajador en 2015 y ahora, con eslóganes como “la heladera no miente” o “la heladera te va decir a quién votar”.

La falta de resultados económicos del gobierno le da la oportunidad al kirchnerismo de desembarazarse de los ejes que lo tenían entre las cuerdas, como corrupción, pesada herencia, pobreza, y demás. Se trata de un error no forzado del gobierno que el kirchnerismo aprovecha asumiendo una convocatoria a todos aquellos que ven amenazada su posición.

En síntesis, mientras Rodenas y Nuevo Espacio Santafesino concentran sus esfuerzos en el adversario interno, Rossi enfoca por encima del justicialismo, casi como si la interna no existiera, y contradice con el gobierno nacional y sus políticas.

Cambiemos

Su eje discurso apuesta a captar apoyo para fortalecer el gobierno nacional. A su vez, parte del relato de los candidatos y los mensajes publicitarios, construidos en sentido positivo, tienen como objetivo contrarrestar los cuestionamientos que se fueron acumulando tras un año y medio de gestión sin grandes resultados para exhibir.

Cambiemos recurre con insistencia a que esto o aquello “ya se ve”. Busca demostrar que el gobierno está en marcha. Y que si los brotes verdes todavía “no te llegaron ya van a venir”, nunca dejan de estar a la vuelta de la esquina, según el relato macrista.

Cuando ese “ya se ve” es puesto en duda desde la oposición o el periodismo, candidatos y funcionarios nacionales despliegan –como el boxeador cansado que atenaza los brazos de su contendiente– números descontextualizados, estadísticas imposibles de contrastar porque las series anteriores no existen o fueron manipuladas, y eslóganes que abusan de la hipérbole como recurso retórico, al estilo “Santa Fe nunca tuvo tanta obra pública” o “el plan de obras más grande de la historia de Santa Fe” o “Santa Fe nunca recibió tanta plata de Nación”.

Otra variable discursiva de Cambiemos es mantenerse aferrada a la grieta y el pasado reciente. Se autoconstriuye como el antikirchnerismo por antonomasia, aunque no está claro que el votante santafesino vaya a repetir su elección en función de kirchnerismo y antikirchnerismo, como en 2015, cuando sin entusiasmar por mérito propio, Macri logró derrotar a Scioli por mínima ventaja. Por estas horas hay un nuevo ensayo destinado a empujar al Frente Progresista al fondo de la grieta, demonizando su supuesta coincidencia discursiva con el kirchnerista Rossi.

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