Educación digital: son jóvenes y decidieron formarse para desarrollar sus proyectos productivos

Educación digital: son jóvenes y decidieron formarse para desarrollar sus proyectos productivos

Gracias a ProgramON Emprendidos, una iniciativa que diseñó Coca-Cola junto a Chicos.Net, más de 600 jóvenes lograron poner en marcha sus emprendimientos. Acá, los testimonios de tres de ellos.

Brand Studio para Coca-Cola Argentina

Dirigido a jóvenes entre 17 y 24 años que estén cursando el último año del secundario o que tengan el secundario completo y no hayan realizado estudios superiores posteriores, ProgramON Emprendidos ofrece herramientas para pensar, diseñar e implementar un emprendimiento.

Dura 12 semanas y se basa en competencias esenciales de esta era, ligadas, por ejemplo, al marketing digital y la venta online. A continuación, conoceremos a tres de sus egresados (ya son más de 600 en todo el país) y los proyectos que llevan adelante.

Belén y su apuesta por el reciclaje

Belén Reible tiene 23 años y vive en Santa Fe. Ella fue una de los 600 jóvenes de todo el país que formaron parte de ProgramON Emprendidos, el programa integral de capacitación digital que Coca-Cola desarrolla junto a Chicos.net para que puedan imaginar, diseñar y poner en marcha sus proyectos productivos.

Belen decidió ponerse en acción y trabaja en un emprendimiento de manualidades y reciclaje, al que llamó Xpresiones. “Lo nombre así porque creo que siempre las cosas de arte, hasta incluso la pintura en este caso, representa cómo nos sentimos”, dice. Ella apuesta en seguir vendiendo productos artesanales, desde botellas de vidrio, frascos y latas hasta mates de madera. En vez de tirar recipientes a la basura, decide reciclarlos y pintarlos. Es su manera de cuidar el planeta. Por eso cuando entrega sus pedidos, Belén siente que está ayudando.

En el garaje de su propia casa, Belén armó su taller. La pandemia la puso a prueba y la llevó a tener que reinventarse. “Surgió una necesidad de tener yo misma un pequeño ingreso económico. Lo que más me gusta a mí es hacer los diseños completamente a mano. Uso la creatividad de mi cabeza, agarro el pincel y en un momento ya tengo algo totalmente original”, dice con ilusión.

Belén conoció ProgramON Emprendidos gracias a una tía que vio la publicidad. Confiesa que a partir de ahí el panorama resultó más esperanzador. Belén quiere progresar en el país, quiere estudiar y tener otros conocimientos. Sobre la experiencia vivida, reconoce: “Me anoté, realicé el curso, y la verdad fue demasiado útil y muy completo. Compartimos el mismo deseo de querer progresar, de hacer algo que nos guste y ver esas mismas ganas en común”, afirma.

Belén sabe que tendrá momentos de muchas ventas y días menos productivos. Sabe que todo forma parte de un proceso y solo piensa en seguir adelante. Gracias al curso de Coca-Cola reconoce que mejoró las técnicas de venta y de publicidad. También aplicó nuevas herramientas para hacer visible más contenido creativo y organizar también sus redes sociales. “Yo quiero trabajar en esto toda mi vida”, dice con alegría.

Florencia renovó el negocio familiar

Florencia Martínez Maza tiene 17 años y vive en el barrio porteño de San Nicolás. Todos los días de la semana su alarma suena a las 6 de la mañana. Con mucha ilusión va al colegio hasta las dos de la tarde.

Su día continúa en un pet shop, un emprendimiento que su familia inauguró en plena pandemia. Un lugar en el que Florencia encontró mucho entusiasmo de formar parte. “Nos dimos cuenta de que en este barrio no había un pet shop de este estilo que venda alimentos sueltos. Por eso quisimos tenerlo. Es un sueño porque a mí me gustan mucho los animales”, comenta.

En el pet shop venden alimentos en bolsas y sueltos. También hay snacks, correas, collares, pretales y ofrecen un servicio completo de peluquería. “Mi papá me empuja a seguir estudiando. Por más que me guste trabajar, sé que tengo que seguir estudiando. Sé que tengo que recibirme y tener un título”, aclara.

Florencia conoció PogramON Emprendidos gracias a su profesora de Informática. Ella pensó que podía ayudarla para su pet shop. Y no se equivocó. “Me sirvió para sacar costos, que es algo que ahora hacemos todos los días. También todo lo relacionado con la fotografía que me ayuda para mostrar de mejor manera los productos y los perros”, señala. Sobre su experiencia en el programa, Florencia no duda en recomendarlo. “A cualquiera que no sepa para donde ir con el lado de su emprendimiento le va a servir muchísimo”.

Florencia todavía tiene que terminar el colegio, pero ella mira más allá con mucho optimismo. En su cabeza piensa en estudiar Licenciatura en Turismo. Viajar y aprender idiomas forma parte de sus pasiones. “Me imagino viajando por el mundo y aprendiendo de todos. Me siento más preparada para mi futuro”.

Santiago y su pasión por el diseño

El Parque de Villa Domínico se caracteriza por ser un lugar ideal para practicar deportes. “Yo vengo acá a caminar y a despejarme. Soy un tipo que se mueve mucho y me gusta descargar esa energía haciendo algo”, dice Santiago Rodríguez, de 17 años.

Él vive en Wilde y sueña con ser diseñador. “Primero pienso una idea, sea de lo que sea. Porque me puedo agarrar sobre jugadores de fútbol, cantantes, traperos, que es más que nada lo que me gusta hacer. Diseñé para un amigo a los 11 años una foto de portada de Facebook. También diseño portadas para canciones y álbumes de música que hay en Spotify”, relata.

ProgramON Emprendidos fue una ayuda vital en su vida porque le enseñó a manejar mejor sus emprendimientos. “Mi clase favorita fue diseño, porque tiene que ver con lo que yo hago. Me parece que es un curso que te abre el panorama para que en un futuro puedas explotarlo más y tener un buen emprendimiento”, dice.

Santiago reconoce que, en su ambición por emprender, muchas veces tuvo dudas y miedos: “¿Y si dejo todo? ¿Y si después me doy cuenta de que no soy tan bueno?”, fueron algunas de las preguntas que se planteaba. En ese sentido, Santiago tira un mensaje: “ProgramON Emprendidos me dio todas las herramientas que siempre necesité. Me motivó a decir ‘yo puedo’. Lo recomendaría a una persona que está empezando con su emprendimiento porque te da confianza y te abre muchas puertas”, concluye.

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