El conflicto por la delicada situación que atraviesa el hospital Santamarina de Esteban Echeverría continúa. Desde la Asociación de Profesionales de la Salud (CICOP) del distrito volvieron a manifestar sus reclamos para exigir mejoras edilicias, pero además denunciaron una “persecución” por parte del gobierno comunal.

Es que según indicó a Info Región, la secretaria gremial María Teresa Sosa, “se reflotaron dos sumarios del 2008, uno del terapista del hospital Santamarina, Miguel Molina, quien forma parte de la Comisión Directiva seccional de CICOP en Esteban Echeverría, con una clara intención persecutoria y disciplinaria”.

“A nosotros nos alarma mucho que la única respuesta que conseguimos de (Fernando) Gray sea esta. Y que sea además con una firme intención de cesantear a los compañeros. Llama mucho la atención que esto aparezca en medio del conflicto”, evaluó la gremialista.

En tanto, sobre el caso del terapista Molina, explicó: “Le habían hecho un sumario porque cambió el día en que iba al hospital pero había un acuerdo total para que concurriera a trabajar otro día que no era el que estaba estipulado en la planilla. Fue una cosa muy tirada de los pelos”.

“Estamos convencidos que esto es una represalia por la disputa gremial. Lo que estamos haciendo es defender el hospital público porque no puede funcionar como está funcionando”, añadió.

Según confirmó la secretaria gremial de CICOP, mañana “se reunirá la Junta Disciplinaria para tratar el sumario de Miguel Molina y es factible que decidan dejarlo cesante”. “Es probable que nos movilicemos a la puerta de la Municipalidad de Esteban Echeverría a reclamar por esta situación”, anticipó Sosa.

El reclamo por la situación edilicia en el Santamarina arrancó hace varios meses pero se agudizó en las últimas semanas con manifestaciones en conjunto de la Cicop, ATE y el Sindicato de Trabajadores Municipales.

Los gremios denuncian que en el centro de salud los “techos se caen”, “la aparatología para diagnóstico se inunda con aguas cloacales”, que “no alcanza el personal” y que “la cocina porque se llueven”, entre otras cuestiones.

“Por mucho que el Intendente logre echarlos como es su intención, los techos del hospital se van a seguir cayendo a pedazos, la cocina se va a seguir llenando de agua y demás”, concluyó Sosa.