Este jueves, el frente Cambiemos cerró la campaña en uno de los distritos a donde puede llegar a ganar la intendencia. En La Plata y con el respaldo del radicalismo el candidato amarillo Julio Garro recibió el apoyo de los militantes y aseguró que “estamos listos para gobernar” y que el 80 por ciento de la población votó contra el intendente sciolista, Pablo Bruera. 

Garró llegó a la plaza moreno de la capital bonaerense pasadas las 18 horas. Cientos de militantes lo esperaban; entre ellos integrantes de la juventud radical que flameaban las banderas rojas y blancas con la cara estampada de Ricardo Alfonsín. “Se siente, se siente Garro intendente” cantaban los seguidores en la esquina de 12 y 54, a escasos metros de la municipalidad platense.

El candidato amarillo que venció la interna de Cambiemos y polarizará la elección con el intendente sciolista, Pablo Bruera saludó y pidió silencio para poder hablar. “Les pido que hagan silencio….” alcanzó a decir Garro al momento en que los presentes estallaron con el cántico “…para Bruera que está muerto”.

Luego Garró habló. “Miren todos para allá” dijo Garro y señaló la municipalidad que estaba a cien metros de los militantes. “Nos falta el último escalón y el domingo lo vamos a concretar”, explicó. 

“Hemos conversado con la gente, aprendimos mucho, estamos listos para gobernar y lo nuevo está por venir” aseguró. También dijo sobre la fiscalización que “estamos muy tranquilos  porque lo que no se puede torcer es la voluntad de las mayorías. Si gana uno o gana el otro es lo que va a elegir el vecino de la ciudad”.

Los números son al menos alentadores para el frente opositor. Es que en las PASO el intendente que va con el FpV alcanzó apenas el 18,3 por ciento de los votos.

El número le alcanzó para ganar la interna, pero casi la mitad de votos que alcanzó su entonces competidora, Florencia Saintout se trasladaría a otra oferta electoral. Si bien no irán a Garro, las proyecciones en la capital bonaerense trazan que Cambiemos conservara sus 33,4 que consiguió en la sumatoria de los tres candidatos.

En la última semana, Bruera sacó un despliegue de militancia al casco urbano para captar ese voto siempre esquivo a la opción peronista. Montó mesas y ordenó a los suyos a “convencer” a la ciudadanía con fundamentos. Una tarea más que difícil para el bruerismo.