“Me desayuné con la noticia, poco y nada es lo que puedo decir”, dijo el padre de Araceli

“Me desayuné con la noticia, poco y nada es lo que puedo decir”, dijo el padre de Araceli
Así se expresó Miguel Ramos, minutos antes de viajar desde Eldorado a Buenos Aires. Estaba separado de la mamá, pero en estos días mantenían contacto en forma periódica.

Alejandro Fabián Spivak (Especial para www.mediosdelmercosur.com) .

Con Araceli se comunicaba vía telefónica. La última vez que la joven estuvo en su ciudad natal fue en el verano del 2011. Todos en el vecindario y en las escuelas la recuerdan como una niña alegre.

“Me desayuné con la noticia el viernes a la madrugada. Poco y nada es lo que puedo decir. Sólo quiero saber que pasó”; dijo Miguel Ramos el papá de Araceli minutos anters de partir hacia Buenos Aires

Miguel Ramos, vive en Eldorado. Está separado de su mujer y reside con su segunda esposa junto a uno de los hermanos de Araceli de nombre Ivan y otros hijos de su segundo matrimonio. “Me enteré por los medios. No puedo decir nada”

De poco hablar este hombre de unos 40 años, que trabaja como vendedor ambulante, reside en una casa de mampostería ubicada en el humilde barrio Tacuara de Eldorado. En todo momento le escapó a la prensa tanto local como nacional. “No se mucho. Sólo lo que saben todos, primero me interiorizaré y luego hablaré”.

Logró viajar gracias a la ayuda de la Municipalidad de Eldorado. El intendente Norberto Hermes Aguirre fue quien, de inmediato dio la orden para que se le facilitara los pasajes en ómnibus tanto al padre como demás familiares, como ser sus tías Sandra, Rosa Mabel, Macarena quienes abordaron el ómnibus anterior que tomó el padre de Araceli.

Macarena, la joven tía de unos 25 años no quiso hablar. “Sólo se la escuchó decirle a dos amigas, mientras esperaba el ómnibus que la llevó a Buenos Aires. “El autor de esto la tiene que pagar. La justicia debe ir con todo”.

En tanto que el padre quien subió a otro ómnibus . “No quiero ningún contacto con la prensa hasta que no me entere que pasó con mi hija”.

Separado de su mujer hace varios años Miguel Ramos mantuvo, en estos últimos días contactos casi a diario con la mamá de Araceli, quien lo interiorizaba sobre lo que estaba sucediendo”.

Miguel Ramos, pasó la mañana de este viernes, primero en su Iglesia Evangélica donde rezó junto a un grupo de pastores; luego se acercó a la Municipalidad de Eldorado donde dialogó unos breves minutos con el secretario de Gobierno Jorge López quien en nombre del intendente Aguirre le entregó la orden con los pasajes.

Si bien no lo confirmó el padre, se supo que la última vez que Araceli estuvo en Eldorado fue en el verano del año 2011 y que tenía contactos periódicos vía teléfono con su padre, hermanos y tías.

En Eldorado también reside su madrina de nombre Sandra González que trabaja como administrativa en la Colonia Penal de esta ciudad. Tampoco quiso hablar con los medios de prensa. Desde la desaparición de Araceli no fue a trabajar y, según se supo también viajó a Buenos Aires

Barrio Sarmiento

Araceli Ramos, mientras residió en Eldorado se crió en el barrio Sarmiento. “Recuerdo que venía cuando era chica a comprar el pan sola porque vivía cerca de mi negocio”; recordó María Angélica Samudio.

Todos los consultados la recuerdan como una chica de barrio con muchos amigos. “Era hermosa de chiquita”; realmente no entendemos que pasó”; dijo Roberto Miguez, el almacenero del barrio Sarmiento.

Araceli estudió la primaria en la Escuela 413 del barrio Rounque donde egresó de la EGB en el año 2007. “La recuerdo. Cuando vi su foto por televisión, enseguida fui a los archivos de la escuela y certifique que la había tenido como alumna en la EGB”; dijo la maestra Lidia Rosas.

La escuela secundaria la inició en el Bachillerato con Orientación Laboral Nro.46 ubicado en el mismo barrio, donde actualmente estudia su hermano Iván. “Estuvo en el turno de la mañana durante dos años”; dijo la secretaria del establecimiento educativo Rosalía Miranda.

Eldorado está acongojado, una hija de esta ciudad encontró la muerte de la manera más horrible. “No lo podemos creer”; dijo la vecina Norma Pontiuk.

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