El desafío del nuevo intendente será superar el caos que heredará de quien se va sin culpa alguna

El desafío del nuevo intendente será superar el caos que heredará de quien se va sin culpa alguna

Aparte de una deuda pública descomunal y la cadena de pago a proveedores totalmente cortada, la deuda social es la herencia más pesada que deja el intendente en retirada. 

Nuestro alcalde vació el sistema de salud. En áreas críticas como emergencias, renunció la mitad del personal debido al atraso permanente en el pago de sueldos, guardias y horas extras.De 24 médicos que se desempeñaban en emergencias(guardias y ambulancias), quedaron sólo 11. La falta de insumos y materiales llevó a los hospitales a un punto extremo en que los profesionales afirman que en la situación actual no es posible dar diagnóstico y tratamiento poniendo en riesgo la salud y la vida de los vecinos de Necochea.Quedó grabada a fuego la frase de la doctora Salgado cuando sentenció es "una catástrofe sanitaria" el estado de la salud pública en el distrito.

A la hora de establecer prioridades, los vecinos en estado de vulnerabilidad son por lejos los más afectados. El presupuesto destinado a las víctimas de violencia de género es de 1.296.500,00 pesos, mientras que se destinan 1.196.660 a protección de los derechos del niño y poco más de 3 millones a asistencia alimentaria, según figura en el presupuesto de gastos y recursos 2019. 

El área comandada por la hermana del intendente tuvo presupuestado para el actual ejercicio un monto que ronda los 17 millones de pesos mientras que el anterior fue de 24 millones, sin embargo se comprometieron solo 14 millones para todo el año. Aún así, hasta la rendición de mitad de año solo se devengaron 5 millones, dejando una deuda de más de un millón de pesos.

En cada una de las áreas se repite el mismo esquema: subejecución de partidas presupuestarias y deuda acumulada con falta de insumos, de repuestos para móviles y maquinarias y de materiales para poder dar respuesta a las necesidades de los vecinos. 

La abultada planta de trabajadores es otro dolor de cabeza para el próximo intendente. El intendente saliente reconoce 2.400 empleados y 250 destajistas a los que no puede pagarles los sueldos y les adeuda horas extras, guardias y beneficios laborales.En el único encuentro de transición con el intendente electo Arturo Rojas el saliente dio una información falaz,pues indicó que la planta de funcionarios políticos era de 49 personas cuando son más de 100.

En medio de una crisis económico-financiera sin precedentes en la comuna de Necochea, el intendente acumuló una deuda pública que asciende a los 233 millones de pesos, sin contar otros 263 millones que le debe a la empresa Relisa con la que mantiene una disputa judicial, sumada a otros 600 millones que arrastra de ejercicios anteriores, además de un descubierto en el Banco Provincia de 89 millones de pesos. Los números asustan hasta al más valiente y entre los enormes desafíos que le esperan a la gestión que asumirá en poco más de dos semanas está el descalabro financiero.

Como si fuera poco, el saliente deja atrás conflictos judiciales que pueden costarle millones al municipio como la causa de Relisa y las denuncias por incumplimientos de contratos como la playa de camiones denominada "El chiquero" de Quequén.

Para hacer frente a esta hecatombe las primeras medidas que dispondrá desde el minuto cero de su administración,Rojas propondrá declarar la emerhgencia sanitaria,la económica y la ambiental.Acotado por la calamidad que hoy es el municipio,el intendente electo se ha nutrido de una primera línea de funcionarios con conocimientos en la gestión pública.La batalla contra la adversidad será dura.Rojas tiene crédito abierto,y eso no es poco,pero deberá emplear el menor tiempo posible para reafirmar señales concretas y lograr el acompañamiento de la población en una etapa en que todos deberemos ser partícipes para salir adelante y recuperar un distrito que fue modelo en tiempos lejanos. *Fuentes Agencia Nova y de Política Necochea

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