El Defensor Oficial Eduardo Carmona habló de los chicos sin inclusión social y de las respuestas que debería dar la Justicia

El Defensor Oficial Eduardo Carmona habló de los chicos sin inclusión social y de las respuestas que debería dar la Justicia
En medio la preparación para un debate oral y ya entrada la noche, Eduardo Carmona, defensor oficial del Departamento Judicial Mar del Plata en diçalogo con “el Retrato…” brindó su visión sobre la problemática delictiva actual y las respuestas que a su entender debería dar la justicia, en coordinación con los restantes estamentos de gobierno.
-Ante todo, cuantos años de abogado y cuantos de defensor oficial?

De abogado veintinueve años. Y diesiesis de defensor oficial.

-Es lo que se puede llegar a denominar un penalista de la vieja escuela?

Soy un viejo penalista, más que de la vieja escuela.

-Que visión tiene tanto del caudal como de la calidad delictiva en el departamento judicial y la respuesta que da la justicia?

El caudal es peligroso y muy alto. Se ha incrementado muchísimo, sobre todo en la última década. Y en cuanto a la calidad, si es que se la puede entender como la instrumentación de cómo se va a armar un delito, es cada vez menos estructurada. Se ha bajado mucho la edad de la autoría de cualquier tipo de delito, sobre todo los más graves. Son en general chicos que no tienen inclusión social y, por ende, no tienen futuro. Se encuentran muy desorientados y, muchas veces, lamentablemente a causa del flagelo de la droga, ni siquiera saben lo hacen. Tampoco cuentan con ningún tipo de respuesta por parte de la familia ni de la sociedad. Entonces podemos llegar al extremo de encontrarnos con chicos que salen por la mañana en busca de una moneda y terminan drogados y armas en mano, cometiendo hechos graves que, evidentemente, hace unos años atrás no veíamos.

-Usted tiene a cargo dos defensorías, la número 6 Departamental y la Defensoría Descentralizada. Que diferencia ve en cuanto a la materia delictiva en la ciudad de Mar del Plata y en las localidades vecinas que también son materia de su competencia?

Son bastante diferentes. Si bien en la defensoría local desde hace dos años no recibimos nuevas causas por el caudal que se fue incrementando en la descentralizada, todavía tenemos causas locales y vemos que tanto a Mar del Plata como a Miramar viene mucha gente en verano, época en que se incrementa muy notablemente la actividad delictiva que es cometida por gente que proviene de distintos lugares y termina residiendo acá. Incluso la circunstancia de contar con un Complejo Penitenciario como el de Batán con cerca de 800 detenidos hace que en muchos casos, familiares de personas que permanecen privadas de su libertad por períodos prolongados, terminen instalándose en la ciudad en condiciones de vida muy precarias. Otra cosa que habría que analizar es el sistema penitenciario. Cuando un detenido sale “hizo escuela” en el penal. Por lo general no salen resocializados ni salen a trabajar. Y en muchos casos, salen más resentidos con el sistema que antes de entrar a una unidad penal. Otras localidades como por ejemplo Coronel Vidal o Balcarce, no tienen el influjo de gente que proviene del turismo y de quienes vienen a cometer delitos en época de vacaciones. Por ende las particularidades de los delitos que se cometen en cada lado son totalmente diferentes. Por ejemplo, Balcarce es un lugar que al ser una localidad alejada de cualquier otro centro (Mar del Plata dista a 70 km.), hay muchos temas de infidelidad que traen aparejados delitos tales como amenazas, daños, lesiones y otros tipos de atentados menores, pero diseminados en toda la población. Por su parte en Miramar se da otra particularidad: no existen hechos como los que se dan en Balcarce, pero se registran hechos muchos más violentos.

-Ya que tocó el tema de la situación carcelaria, existiendo un Hábeas Corpus tramitando por ante la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal Departamental motivado en las condiciones de detención de las personas alojadas en el Complejo Penitenciario de Batán, qué opinión tiene con respecto a lo que puede llegar a ser una solución a esta cuestión más allá de las medidas que se han adoptado provisoriamente, dado que nos encontramos ante dos posturas antagónicas?

En un extremo, que si no hay lugar o posibilidad de detener a una persona en condiciones dignas, respetando la normativa constitucional y supra nacional, debe ser puesta en libertad y en el otro lado, quienes dicen que si hay que privar de la libertad a una persona, aunque sea como último recurso, debe hacerse y ver como se articula.

Si se dan esas ciertas condiciones mínimas y la ley indica que la persona tiene que estar privada de su libertad, debe estar detenida. Pero las condiciones mínimas no implican solamente cuestiones de habitabilidad, sino cuestiones de resocialización. Si tenemos un sistema penal únicamente para tener gente encerrada, no sirve. A la gente que se priva de su libertad debe dársele algún incentivo para que si el día de mañana logra reinsertarse en la sociedad, no sea nociva para la misma. Hay que enseñarle un oficio, una carrera y si trabaja en el penal debe cobrar lo mismo que alguien que trabaja sin estar privado de su libertad, brindarle una obra social a su familia. Porque son trabajadores como cualquier otro. Nuestra propia constitución dice “igual remuneración por igual tarea”, entonces no hay por qué discriminar.

(N. de R.: El Hábeas Corpus es un “proceso constitucional” que está previsto para dar respuesta en forma urgente ante la conculcación de derechos que, en casos como el mencionado, se traducen en un agravamiento en las condiciones de detención).

-Lo escucho hablar con mucha objetividad para ser defensor. Es como que no tiene incorporado el discurso de que a la persona que se defiende hay que sacarle en libertad porque hay que sacarla en libertad. Cuál cree que es la función de un abogado defensor, ya sea oficial o de la matrícula en un proceso penal?

Para ejercer bien este ministerio (ser defensor), hay que ser objetivo. Cuando uno es objetivo y sabe dónde está parado tiene que tensar la cuerda hacia el lado del defendido, porque todo acto humano implica una interpretación sobre lo que ese acto quiere decir o hacia donde está dirigido. Por eso, desde mi punto de vista, la interpretación que debo dar a los actos es la más favorable a la persona que defiendo. Es un tema dialéctico. Yo tenso la cuerda hacia el lado de la defensa, el fiscal hacia el lado de los intereses de la sociedad y el juez crea la síntesis entre esas dos tensiones. Por eso el objetivo del defensor es lograr la posición más favorable al defendido sin quebrantar ni la ley ni la lógica, porque si quiebro la lógica dejo a mí representado en estado de indefensión, pasando a tener un discurso vacío y en absoluta contradicción con las circunstancias objetivas que puedo ver en un expediente.

-En consonancia con la pregunta que le hicimos en su oportunidad al Dr. Rodolfo Moure, titular de una de las Fiscalías Descentralizadas Departamentales, con qué recursos cuenta para llevar adelante una defensoría que tiene sedes tan distantes?

Es problemático. Primero porque no tenemos muchos medios. Hay que cubrir tres sedes (Balcarce, Miramar y Mar Chiquita, esta última muchas veces hace audiencias en Coronel Vidal), contamos con un solo vehículo para trasladarnos, lo que implica una necesaria coordinación, que a veces se complica bastante. A eso se suma la falta de personal que sufren las defensorías, que si se compara con las fiscalías, de alguna forma vulnera el principio de igualdad de armas que, más allá de su acepción estrictamente procesal, bien puede trasladarse al tema de recursos humanos y materiales.

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