Así fue, entonces, que se confirmó por parte de la organización que será del 3 al 16/01 entre Perú (país de largada), Bolivia y Argentina (Rosario como lugar de llegada). 

La gran sorpresa la dio Chile que, debido a los últimos desastres naturales, fue descartado.

"Luego de largas negociaciones tanto en Lima como en Francia, llegamos a un acuerdo satisfactorio con ASO (Amaury Sport Organisation) para que el Perú sea nuevamente parte de una edición del Rally Dakar el próximo año", le dijo la ministra de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), Magali Silva, a Deporte Total. 

De esta manera, el Dakar regresa al Perú luego de dos años de ausencia. 

Argentina pasará a ser, tras el abandono forzado de Chile, el único país fiel a todos los Dakar americanos. 

El director de la prueba lamentó la salida de Chile. "Lo sentimos tanto por el lado emotivo, puesto que hemos creado lazos muy firmes con los chilenos, como por el organizativo, porque hemos aprendido a trabajar con ellos, con quienes nos sentimos muy cómodos", dijo. Pero se mostró convencido de que el Dakar regresará a Chile "el año próximo", siempre que las desgracias dejen de azotar al país.

Por lo pronto son estos tres países y Salta Capital acogerá la jornada de reposo y marcará, en la falda andina, el inicio de la recta final del rally, que se desarrollará en las pistas argentinas y que estará marcada por el retorno al calor del verano meridional. 

El desierto rocoso, la "ruta 40", perfilarán de forma definitiva los contornos de la general de una edición que terminará en Rosario, la ciudad de Lionel Messi y del "Ché" Guevara, que ya vivió en 2014 la salida de la edición y que volverá a ser un lugar clave del rally.

San Nicolás y la zona que contó dos veces con el paso de los vehículos de competencia y apoyo no será escenario de ninguna de las etapas. Y Buenos Aires perdió su privilegia largada y llegada.