Un cura villero podría convertirse en obispo

Un cura villero podría convertirse en obispo
El padre Carrara, actual vicario para los barrios de emergencia, entre los candidatos del papa Francisco
Monseñor Mario Poli presidió ayer la fiesta que se hace en honor a la Virgen de Copacabana en una de las capillas de la parroquia Madre del Pueblo, de la villa 1-11-14, en el Bajo Flores, en medio de los rumores que indican que su párroco, el padre Gustavo Carrara, podría ser designado obispo.

La convocatoria, que según los organizadores reúne a más de 30.000 personas, parece convertir al Bajo Flores desde hace 41 años en territorio boliviano por un día. A la misa le suceden una procesión con la imagen de la Virgen y luego el paso frente a ella de las "fraternidades" integradas por bandas y bailarines que cumplen sus promesas de danzar a la "mamacita de Copacabana", como la llaman, las morenadas, diabladas, tinkus y otras de las expresiones folklóricas bolivianas.

"El año pasado estuvo caminando por acá el que ahora es papa y nos dijo que la historia debe continuar", dijo un vecino de la villa 1-11-14 a LA NACION. En octubre de 2012, el entonces arzobispo Jorge Bergoglio presidió los 40 años desde la llegada de la imagen de la Virgen de Copacabana desde Bolivia hasta el barrio Charrúa, pegado a la villa 1-11-14. "Querida Madre, caminaste cuarenta años con nosotros. Te queremos decir una cosa: que la historia continúa. Seguí caminando", dijo en aquella oportunidad Bergoglio. "No sé si será cierto que harán obispo al padre Carrara, pero sí es muy lindo que acá los curas están cercanos a la gente, no hay diferencia entre ellos y el pueblo", dijo un vecino muy cercano a la parroquia.

Poli, que declinó ante LA NACION hablar sobre la posible designación de un obispo elegido entre los curas villeros, dijo que "todos los sacerdotes tienen cercanía con la gente; no hay que diferenciarlos. Se adaptan. Cada uno pone el corazón donde Dios los manda. No es exclusivo de los sacerdotes que trabajan en barrios, pero ¡qué bueno que la tengan!", afirmó.

Monseñor Luis Fernández, uno de sus obispos auxiliares, asistió también ayer a la fiesta de la Virgen. Lo hizo por última vez como obispo de la Vicaría de Flores, dado que próximamente asumirá como titular de la Diócesis de Rafaela, en Santa Fe. ¿Será sucedido en Flores, la zona de la que dependen varias villas de emergencia, por un obispo villero? "Se habla de eso, pero son muchos comentarios y uno sabe que el papa Francisco puede salirse con alguna de las suyas", admitió Fernández.

Carrara, de 40 años, es desde 2012 vicario para las villas de emergencia porteñas, es decir, representante del arzobispo de la Arquidiócesis de Buenos Aires ante los feligreses de esas barriadas, y sucedió al padre Rodolfo Ricciardelli, que falleció en 2009, luego de vivir más de tres décadas en la 1-11-14, como titular de la primera parroquia constituida dentro de una villa porteña.

"Bergoglio va a hacer muchos cambios en los obispos; por ejemplo, no vaya a extrañar que alguno de los curas villeros esté entre los próximos obispos", afirmó la periodista Alicia Barrios en una entrevista vinculada con su libro Mi amigo el padre Jorge . Ayer, Barrios dijo a LA NACION: "Yo no di ningún nombre; dije que puede ser una posibilidad".

La referencia a Carrara fue publicada por infonews.com el 4 de septiembre, en un texto en el que se afirma que el Papa estaría haciendo consultas con curas villeros y recuerda que el padre José María "Pepe" Di Paola, primer vicario episcopal para las villas porteñas, se reunió con Francisco en Roma en agosto y pocas semanas después lo hicieron dos sacerdotes jóvenes: Hernán Morelli y Joaquín Giangreco. Ambos curas tuvieron a Carrara como párroco. Consultado por LA NACION, Di Paola también rechazó referirse al tema.

Quien elige a los obispos es el Sumo Pontífice, y lo hace habitualmente seleccionando uno de tres candidatos presentados por la Nunciatura, previa consulta a laicos y clérigos de la ciudad o zona a la que se designará el nuevo pastor..

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