De profesión albañil, Adalberto Raúl Cuello escondía una personalidad manipuladora, intuitiva y que movía las piezas según su conveniencia. Y ese perfil psicológico quedó expuesto en todo su esplendor al planear su acto criminal.
Durante la lectura del fallo, los jueces dieron a entender que parte de sus argumentos se basaron en los informes psiquiátricos realizados a Cuello. Entre ellos se mencionó el de una perito que dijo que “no fue fácil llegar a comprenderlo (a Cuello)”, y que el condenado tenía “una melange, con patologías de diversos tipos”.
Los magistrados señalaron que, como dijeron los peritos, Cuello es “intuitivo, manipulador y maneja todo como en un tablero de ajedrez y mueve las piezas como quiere. Es frío. No es un psicópata puro, pero puede actuar de manera psicopática”. Incluso, resaltaron el hecho de que algunos peritos psicológicos indicaron que para Cuello “Tomás era una cosa” y que incluso cuando le daba muerte no tenía culpa de lo que estaba haciendo.
Por eso consideraron que no sirvió de nada que Cuello no tuviera antecedentes penales, ni la buena conducta esgrimida por la defensa. Fueron terminantes al señalar que el imputado es “penalmente responsable” del crimen de su hijastro. Y añadieron: “Fue un plan preparado por Cuello. Lo tenía planeado con anterioridad, sólo esperó el momento”.
La madre: “Nunca
imaginé que fuera
a hacer una cosa así”
Sin embargo, esa personalidad enferma de varias patologías le sirvieron a Cuello para engañar a todos, incluso a la madre de su víctima, quien nunca sospechó que el hombre que había sido su pareja y con quien tiene un hijo en común, podría asesinar a su otro hijo.
El acto criminal de terminar con la vida de Tomás de una forma salvaje por considerarlo un obstáculo en la relación que él mantenía con la madre del pequeño, es lo que más indigna a Susana Santillán. “Dan ganas de matarlo, luego de que escuché cómo hizo para matarlo. Como mamá me daban ganas de matarlo”, afirmó la mujer en la puerta de los Tribunales de Junín.
Sin embargo aseguró que se siente “fuerte” para poder criar a su bebé y al mismo tiempo “recordar todos los días a Tomás”.
“Yo hice todo lo que pude. A mi hijo le di la vida, pero no se la quité. Me separé en el momento justo de esta persona y lo que menos me imaginé es que iba a hacer lo que hizo con Tomás”, expresó tras la lectura de la sentencia.
Santillán expresó que “nunca” pensó que Cuello iba a asesinar a su hijo Tomás, y sostuvo que el juicio le da un “cierre” a toda la tragedia.
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