Con cuatro testigos se reanuda hoy el juicio por el caso Roseo

Con cuatro testigos se reanuda hoy el juicio por el caso Roseo
Con la declaración de testigos continuarán hoy las audiencias del juicio por las muertes del terrateniente Manuel Roseo y Nelly Bartolomé ocurridas en la localidad de Juan José Castelli el 13 de enero de 2011.
Cuatro serán los testigos que están citados para comparecer durante lo que será la undécima jornada de audiencias que se desarrollará en el salón de Usos Múltiples del Juzgado de Paz y Faltas de la Segunda Circunscripción a partir de las 8 de hoy.

Sergio Sosa, Antonio de Jesús Silva, Néstor Gómez de Olivera y Juan Ernesto Reigemborn componen la lista de quienes deberán prestar declaración en calidad de testigos ante el tribunal de la Cámara del Crimen Nº 2 compuesto por los jueces Nelson Pelliza, Rosana Glibota y Fanny Zamateo, durante la primera audiencia de la tercera semana.

Luis Raúl Menocchio, principal imputado por las muertes de Manuel Roseo y Nelly Bartolomé, ocurridas en Juan José Castelli.

A modo de balance, la segunda semana de audiencias dejó como puntos centrales contradicciones en varios de los testigos, de hecho dos fueron procesados por falso testimonio, la declaración de imputado de Salvador Borda en la cual dijo: “No soy un sicario, me sorprendió que me dijeron que fuera por este hecho que me detuvieran, porque más allá de tener antecedentes tengo un profundo respeto por las personas y no sería capaz de hacer algo así” para luego añadir “soy profundamente creyente en Dios y en este caso soy 99,9% inocente”.

Para la querella está clara la motivación

Para abogado querellante Carlos del Corro y su colaborador Roberto Pugacz la declaración prestada durante la semana pasada por el escribano Torres ha resultado esencial para acreditar los motivos del horrendo doble homicidio que no resulta ni más ni menos que era quedarse con los campos de la estancia La Fidelidad propiedad del terrateniente, cuestión abonada también por las constantes maniobras de intento de estafa de las que era víctima el terrantenteniente abonadas en otros testimonios.

Pugacz señaló “la detención de torres es esencial para acreditar uno de los motivos por el cual Manuel Roseo termina siendo asesinado con la colaboración de distintas personas entre ellas el escribano Torres que se prestó a fraguar fechas, ya que al entender de la querella los documentos que obrarían en su poder fueron robados el mismo día del homicidio de Roseo”.

“Se trata de dos documentos y los títulos originales y el documento de identidad que la víctima poseía al momento de su muerte y llamativamente aparecen en la escribanía de Torres antes del 2010 como recibidos a la hora de concretar una operación que nunca se realizó”, agregó.

Imputados por falso testimonio libres

Durante la semana que pasó dos fueron los detenidos por la supuesta incursión en el delito de falso testimonio y las declaraciones de otros testigos también mostraron contradicciones y también sus declaraciones estuvieron bajo la lupa del ministerio público y los representantes de la querella pero sin llegar a correr la suerte del empleado gastronómico Ángel Romero y el escribano misionero Osvaldo Torres, quienes están supeditados a la causa aunque ya recuperaron la libertad y se encuentran en sus lugares de origen.

Tanto Romero como Torres, mostraron importantes contradicciones que llevaron a que la querella representada por el doctor Carlos del Corro y el ministerio público solicitaran el procesamiento de ambos por la supuesta incursión en el delito de falso testimonio y en la misma sala quedaron detenidos y fueron alojados en dependencias policiales.

Romero permaneció hasta el martes en esa condición hasta el martes y luego de prestar declaración ante la fiscalía en turno recuperó su libertad permaneciendo supeditado al desarrollo de la causa. El caso de Torres fue similar, aunque por tratarse de una persona de 75 años tras su detención el día martes la fiscal dio la orden que fuera puesto en libertad por su edad y algunos trastornos de salud, obligándolo a fijar domicilio en esta ciudad, permaneció alojado en un hotel hasta el día siguiente cuando prestó declaración en fiscalía y luego fue puesto en libertad supeditado a la causa.

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