Cuáles son los cinco cánceres que más afectan a los argentinos y cómo prevenirlos

Cuáles son los cinco cánceres que más afectan a los argentinos y cómo prevenirlos

La patología es la segunda causa de fallecimientos por enfermedades no transmisibles en todo el mundo. ¿Es posible disminuir el riesgo de desarrollarlos?

 

El cáncer surge cuando las células del cuerpo se alteran y se reproducen de forma anormal y sin control. Esta enfermedad es la segunda causa de fallecimientos por enfermedades no transmisibles en todo el mundo, de acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Aproximadamente el 70% de las defunciones están relacionadas con diversos factores de riesgo como el consumo excesivo de alcohol y tabaco y la mala alimentación, entre otros. En la Argentina, según cifras del Instituto Nacional del Cáncer, una de cada cinco personas muere de cáncer cada año.

“A pesar de estos duros números, el diagnóstico de cáncer no debe ser considerado sinónimo de dolor y muerte. Gracias al desarrollo de nuevas terapias y a la detección precoz de la enfermedad, más de la mitad de los pacientes afectados se cura y tienen una buena calidad de vida”. Según precisó el médico e investigador Ernesto Crescenti (MN 50.776) “los avances de la ciencia lograron una más clara comprensión de la biología de las células cancerosas, y una mejora en el diagnóstico y el tratamiento del cáncer”.

Y en ese sentido, “en lugar de tan sólo esperar la llegada de nuevos avances, hay mucho por hacer para protegerse”, aseguró el director del Instituto de Inmunooncología Dr. Ernesto J.V. Crescenti.

En la Argentina, el cáncer figura entre las principales causas de morbilidad y mortalidad, alcanzando a miles de personas de todas las edades. Algunos de los factores de riesgo que generan la enfermedad constituyen conductas que podemos modificar y que pueden reducir las posibilidades de padecerla.

“Conocer qué tipo de cáncer nos afecta más como población, estar atentos a las señales de alerta, recurrir a profesionales a tiempo y realizarnos los estudios preventivos correspondientes, son herramientas clave que nos ayudarán a la prevención y a obtener diagnósticos más tempranos -señaló-. Es importante fomentar programas de diagnóstico temprano sobre todo en entornos de bajos recursos, que son los más expuestos al diagnóstico en fases avanzadas”.

Se recomienda que todas las mujeres de entre los 40 y 69 años realicen una consulta ginecológica y una mamografía anual para detectar cualquier anomalía (Shutterstock)

Y enumeró cuáles son los cinco cánceres más frecuentes entre los argentinos -de acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer- y cómo prevenirlos o detectarlos a tiempo.

1. Cáncer de mama: es el de mayor incidencia, representa cerca del 17% del total de los cánceres y más del 30% de los tumores malignos femeninos. La detección temprana aumenta las posibilidades de cura y el método recomendado es la mamografía, estudio que permite detectar el cáncer de mama antes que el nódulo sea palpable. Se recomienda que todas las mujeres de entre los 40 y 69 años realicen una consulta ginecológica y una mamografía anual para detectar cualquier anomalía.

2. Cáncer colorrectal: representa el 13% del total de los tumores. Afecta principalmente a mujeres y varones mayores de 50 años. Es de progresión lenta: comienza con el desarrollo de pólipos benignos o adenomas, que se malignizan con el tiempo. Esto permite la realización de exámenes para su detección en los primeros estadíos, cuando los pólipos todavía no se han malignizado. Se recomienda que las personas mayores de 50 años se realicen de forma preventiva una videocolonoscopía o bien un test de sangre oculta en materia fecal. Su desarrollo se relaciona en gran medida con dietas pobres en fibras y ricas en carnes rojas.

3. Cáncer de próstata: es el tumor maligno de mayor incidencia en hombres mayores a 60 años y representa el 20% del total de tumores en hombres, y el 9% de todos los tumores en Argentina. Es importante prestar atención a síntomas relacionados con problemas en la micción como flujo débil de orina, micción frecuente especialmente por la noche y otros. La visita anual al urólogo y el estudio bioquímico que consiste en cuantificar el Antígeno Prostático Específico (PSA) serán claves para su detección temprana.

El cáncer de pulmón representa el 9% del total de los tumores en Argentina y presenta un porcentaje mayor en hombres que en mujeres (Shutterstock)

4. Cáncer de pulmón: representa el 9% del total de los tumores en Argentina y presenta un porcentaje mayor en hombres que en mujeres. Está relacionado fundamentalmente con el consumo de tabaco, debido a que el humo del cigarrillo contiene más de 70 sustancias cancerígenas. Aproximadamente el 80% de los cánceres de pulmón están relacionados con el hábito de fumar. Los síntomas más frecuentes son la tos (incluyendo expectoración sanguinolenta) y la dificultad respiratoria. Evitar el consumo de tabaco y mantener los ambientes libres de humo son las principales medidas de prevención para éste y otros tipos de cáncer.

5. Cáncer de cuello de útero: está fuertemente relacionado con la infección persistente del Virus del Papiloma Humano (VPH o HPV). En Argentina se diagnostican cada año cerca de 4.000 nuevos casos de cáncer de cuello de útero y mueren aproximadamente 1.800 mujeres debido a esta enfermedad, perfectamente detectable en estadíos iniciales y hasta previos. Es un tipo de cáncer fuertemente relacionado con la pobreza, la falta de información y de cuidados médicos adecuados. La consulta ginecológica, un examen de Papanicolao anual, y la realización del test de VPH son las herramientas básicas de prevención. En Argentina la vacuna contra el VPH está incorporada al Calendario Nacional de Vacunación para niñas de 11 años nacidas a partir del año 2000 y para varones de 11 años nacidos a partir del año 2006. El esquema completo comprende 2 dosis separadas por un intervalo mínimo de 6 meses. Esta vacuna es muy importante en la ayuda para prevenir el cáncer de cuello de útero.

En resumen, en la mayoría de los cánceres la adopción de hábitos de vida saludables como ser la ingesta de una dieta variada -rica en frutas y verduras frescas-, la ingesta moderada de alcohol, la ausencia de tabaquismo, la vida al aire libre sin exceso de sol, la vida activa, entre otros, son factores que nos ayudarán a prevenir o mantener lo más bajo posible el riesgo de su desarrollo. Además, la implementación de medidas sanitarias como asistir consultas médicas y realizarse chequeos -de acuerdo a cada paciente, su historia familiar, etc- permitirán que tengamos diagnósticos en los primeros estadíos de la afección.

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