Cuádruple crimen: declara el remisero Tagliaferro

Cuádruple crimen: declara el remisero Tagliaferro
La sexta jornada del juicio oral y público por el cuádruple crimen de La Plata tendrá hoy entre la lista de testigos, al cuestionado testimonio del remisero Marcelo Tagliaferro quien tras dar distintas versiones en la etapa instructoria, incriminó a Osvaldo Martínez. En aquella ocasión, dijo que lo vio salir de la escena del hecho.
Ese dato junto a otros indicios como los “celos” que sentía hacia su pareja Bárbara Santos –una de las cuatro víctimas–, y un entrecruzamiento telefónico configuran las pruebas que en este juicio está procurando validar el mismo fiscal que instruyó la causa, Alvaro Garganta. Si lo logra, pedirá la condena del “karateca” Martínez. Y también la del otro imputado, Javier “La Hiena” Quiroga.

Para este fiscal, la declaración del remisero Tagliaferro es clave. Para la defensa y la cámara de apelaciones, el testimonio de este testigo no es verosímil. En dos declaraciones dijo no poder reconocer a nadie. Y en la tercera afirmó que podía identificar al hombre que se acercó a su remís, golpeó el guardabarros trasero con una mano y le dijo que se vaya porque Marisol Pereyra se iba a ir en otro auto.

Tagliaferro había llevado a Marisol aquella noche del 27 de noviembre de 2011, al PH de 28, 41 y 42. Primero dijo que era una pasajera. Luego cambió la versión y reconoció que mantenían un vínculo.

En aquella tercera declaración, Tagliaferro pasó por el estudio del mediático abogado Fernando Burlando, ubicado a pocos metros de los tribunales penales de 8 y 56. Dijo que fue a buscar “asesoramiento” para declarar. Desde allí, más tarde, atendió a los medios de prensa para contar su nuevo relato.

Durante la investigación del caso, el remisero fue denunciado y está imputado por “falso testimonio”. La fiscal de La Plata Ana Medina lo citó a declarar pero recusó a la magistrada.

Ese incidente debe ser resuelto por el juez de garantías Federico Atencio, el mismo que avaló la detención y prisión preventiva de Martínez. Es decir, el magistrado debe resolver sobre la suerte de un testigo sobre el que se edificó (entre otras pruebas) la acusación de un cuádruple crimen que aun no tiene sentencia.

En ese enrarecido escenario, se completa porque junto al fiscal, durante el juicio, está posicionado el mismo Burlando, no ya como asesor de Tagliaferro, sino como abogado del padre de Marisol Pereyra. Desde allí, sigue focalizado contra Martínez, en desmedro de las múltiples hipótesis que surgieron en la causa, como por ejemplo las numerosas deudas por juego y préstamos que había contraído Susana de Bárttole, la madre de Bárbara, también asesinada junto a su pequeña hija Micaela Galle y su amiga Marisol.

Para la jornada de hoy, también se espera que declare Víctor Chavarría, ex marido de Marisol, quien fue denunciado por su ex esposa en la comisaría de Los Hornos, al menos, en tres ocasiones por violencia doméstica. Además, se sospecha que Chavarría tuvo acceso al trágico PH de La Loma, donde habría realizado refacciones.

“Celoso y posesivo” o “incapaz de matar”

Dos hermanas, Sofía y Tatiana Faes que eran vecinas y amigas de Bárbara, Susana y Micaela, tres de las cuatro víctimas, no coincidieron ayer al declarar en torno al vínculo que mantenía el imputado Martínez para con su novia. Una de las hermanas aseguró que lo cree incapaz de ser el autor del hecho. La otra dijo que era celoso y posesivo. Ambas coincidieron que la relación era “buena”.

El 26 de noviembre de 2011 Sofía fue a saludar a Bárbara por su cumpleaños (había sido el día anterior pero la testigo estaba de viaje). Estuvo hasta las cinco de la tarde en la casa de las víctimas con quienes charló y tomó mate. Luego se fueron a comprar regalos para un cumpleaños y regresó a su hogar después de las siete de la tarde. Fue una de las últimas personas que vio vivas a las tres mujeres.

La joven narró en la audiencia que Martínez tenía una “muy buena” relación con Micaela, y que junto a la madre de niña “iban los tres juntos para todos lados”. Fue clara al sostener que no vio “ninguna” conducta celopática del acusado aunque la pareja tuvo un “pequeño entredicho” luego de que Bárbara asistió a una cena con los compañeros de su nuevo trabajo en la Junta Electoral, debido a que el jefe de la joven la llevó hasta el departamento de La Loma. Martínez le reprochó que no haya ido a dormir con él. “El pequeño entredicho me pareció una pavada” consideró.

Sofía se enteró de la masacre el domingo 27 de noviembre después de las ocho de la mañana. Una comitiva policial llegó hasta su domicilio para pedirle la dirección de Martínez. Ella quiso hablar con el novio de su amiga, pero los uniformados no se lo permitieron. “Es el primer sospechoso” le dijeron antes de tomarle declaración. Recordó que su amiga no iba a salir con ella la noche de la masacre. Cabe recordar que el fiscal Álvaro Garganta sostuvo en sus lineamientos de acusación que la noche del crimen Bárbara tenía planes de salidas con amigos y eso enfureció a Martínez.

El defensor Julio Beley preguntó a la testigo si creía a Martínez capaz de matar a las cuatro mujeres, y la respuesta fue “no”.

Tatiana Faes hacía cinco años que conocía a Bárbara y su familia. Sostuvo que con la joven no hablaba de relación de pareja, pero agregó que “por lo que decía ‘Barby’, Martínez era celoso”. Calificó al acusado como “muy reservado” y subrayó que no tenía mucha relación con él. “Cuando estaba Martínez prefería no visitar a Bárbara, no tenía ‘feeling’ con él” admitió.

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