Crónica del Juicio. Día 27: En claro francés

Declararon los peritos franceses y se incorporó la causa tramitada en Francia al juicio que se desarrolla en Salta. Importantes diferencias entre los investigadores galos y los salteños. Para los primeros Cassandre Bouvier también habría agonizado durante una hora y no detectaron el ADN de Santos Clemente Vera.
La jornada da comienzo a la octava semana de juicio oral que se estima durará dos meses. Todos saben que se define y que apenas quedan dos días de testimonios. Antes de las 9 arranca el día. Tanto esta fría mañana de lunes, como las dos mañanas entrantes serán el final de los testimonios que los de hoy se efectuaron por videoconferencia.

Desde el país europeo dieron su testimonio los peritos que realizaron estudios forenses sobre los cuerpos. Son los últimos testigos que brindarán su palabra ante el tribunal que tenía previsto actuar lunes y martes, aunque el tribunal decidió que se continúe una jornada más para recibir testimonios: hasta el miércoles. Esto fue así por un pedido de la querella que requirió la ampliación de las declaraciones testimoniales de María Brañes y de David Tolaba. Ante ello, el tribunal otorgó un día más porque sabe que puede ser importante para los abogados de la familia. Los querellantes quieren indagar sobre una comunicación entre Brañez y Santos Vera. Antes del final los abogados de la familia quieren insistir sobre la coartada de Vera. Los jueces los aceptaron, también quieren saber.

La semana entrante los abogados litigantes y la fiscalía realizarán cada uno de sus alegatos y el viernes de la novena semana sería dictada la sentencia. A esta altura del proceso no son pocos los que estiman probable que no se encuentre la verdad total de lo ocurrido en julio de 2011 aunque todos los presentes en la sala quieren saber qué pasó. En la parte acusadora, compuesta por la querella y el fiscal, está puesta la mayor atención mientras los abogados querellantes, en representación de las familias de las víctimas, no estarían en condiciones técnicas de acusar a dos de los tres imputados. Así el crimen no cierra. Y es que sólo sería condenado Gustavo Lasi y se estima que un solo hombre no cometió el hecho.

Para los abogados Nicolás Ortiz y Federico Rodríguez Spuch no habría pruebas suficientes para pedir las condenas de Daniel Vilte y Santos Clemente Vera a perpetuidad. Los letrados analizaron la imposibilidad de sostener la acusación en contra de los tres imputados pero buscan una vez más. La convocatoria de Brañez y Tolaba se vincula con eso. La posición de la fiscalía, mientras tanto, es aún un misterio. Contando con las mismas pruebas que los abogados querellantes, el fiscal Félix Elías debe resolver si sostiene o no la acusación planteada por su par de primera instancia: el ex fiscal Eduardo Barrionuevo. Al igual que en el caso del juez de instrucción este fiscal fue ascendido. Fue luego de acusar a Gustavo Lasi, Daniel Vilte y Santos Clemente Vera. Barrionuevo pasó a ser juez de la Sala III del tribunal de impugnación. Barrionuevo, recordemos, pidió perpetua para los tres ante Martin Pérez. Ahora el fiscal Félix Elías deberá decidir entre sostener esa acusación o esgrimir la inexistencia de pruebas suficientes para acusar a dos de los tres imputados. Difícil de explicar sería que las familias no acusen y el Estado, a través del Ministerio Público, sostenga su acusación en contra de los tres imputados.

Reconocidos

Otra cosa difícil sería explicar el reconocimiento público para el ascendido juez de instrucción, cuando en este juicio se expusieron las falencias gravísimas de su investigación. La falta de acusación de dos de los tres procesados sería la confirmación culmine de los vicios fundamentales de la instrucción de Martín Pérez. Parece importante la diferencia entre no obtener condena por falta de pruebas y no poder siquiera acusar a los procesados cuando pasaron casi tres años en la cárcel. En caso de suceder esto, se acrecentaría la evidencia de la interferencia de poderes. Tanto el juez como el fiscal de la instrucción podrán explicarle al pueblo si fue así o no. De otra manera no podría explicarse una diferencia tan importante entre la realidad del juicio oral y esa investigación inicial “deficiente”, pero con mucho reconocimiento político.

Las diferencias entre los estudios forenses argentinos y los realizados en Francia toman suma relevancia ante tamaña falta de pruebas. Las pericias francesas y la causa judicial tramitada por Cyril Paquaux, juez del tribunal “de Grande Instance de Paris”, se transformaron en un aporte decisivo cuya importancia radica no tanto por mérito propio, sino por la impericia local. La falta de cuidados que habría mostrado el poder judicial salteño sobre las pruebas genéticas tomadas a las víctimas, sirven de ejemplo. El no haber resguardado muestras para las contrapruebas es un gran paso en falso. El plantado de un revolver en un jardín hace estremecer por la falta de investigación premiada con ascensos. Tanto premio. La policía representa al Poder Ejecutivo y el juez el Poder Judicial, pero durante la instrucción se entrelazaron y por momentos se unieron.

La jornada de hoy fue extensa y compleja. A las enormes distancias entre Salta y Paris se le sumaron las diferencias idiomáticas y la utilización de tecnología audiovisual. El tribunal salteño, de la Sala II, al igual que el juzgado francés, dispusieron de intérpretes a ambos lados de la pantalla. Por tramos la comunicación fue muy complicada. Más por la gente que por la tecnología. De ambos lados cada uno puso lo mejor que pudo. Los jueces Longarte, Ruiz y Pucheta y el magistrado francés. Los técnicos de aquí y de allá. El idioma fue un abismo tan grande como el océano. Cuatro horas de audiencia pero parecieron muchas más. Intensidad en la sala. Así arrancaron los últimos testimonios.

Scanner

El primero de los peritos franceses en brindar su testimonio fue el Dr. Bernard Marc, encargado de realizar las autopsias en Francia sobre los cuerpos de Cassandre y Houria. El profesional indicó que sobre ambas víctimas se realizaron tres estudios diferentes. Uno clínico, igual que en Argentina, y además un estudio minucioso de los órganos genitales de las chicas, estudio que no se habría realizado en Salta. El tercero de los trabajos forenses es un método innovador que se realiza en el país europeo desde el año 2004 y que consiste en realizar un scanneo general y profundo de los cuerpos. Este método posibilita preservar el estudio para análisis posteriores, a la vez que permite visualizar todo el cuerpo, detectando lesiones que no pudieron ser determinadas a simple vista o con los exámenes tradicionales.

La declaración del testigo fue extensa y con aspectos técnicos muy diferentes a los determinados por el CIF (Cuerpo de Investigaciones Fiscales). El examen de los cuerpos fue realizado después de las imágenes de escaneo y durante toda la autopsia estuvieron presentes el forense, el perito balístico, el juez francés y un representante de la fiscalía de París. Además estuvo presente un fotógrafo galo. Bernard Marc indicó -entre otras cosas- que Cassandre Bouvier también agonizó durante largos minutos antes de morir. El profesional habló de una muerte cerebral o estado de coma, cercano a una hora, luego de recibir el disparo en la cabeza. Esto marca una diferencia notable con lo concluido por el CIF que daba cuenta de una muerte inmediata. El testigo relató que el cuerpo presentaba elementos putrefactivos importantes y un aspecto momificado en la parte anterior del tórax y el pecho. “En la víctima se ve la incisión de la autopsia realizada en Argentina, desde bajo del rostro hasta el pubis. Se notan varias equimosis en la cabeza. Entre el frontal y temporal a la izquierda está la lesión de bala que le produjo la muerte”, resumió el perito en idioma francés.

Para el especialista se trató de un tiro a quemarropa o muy cercano, no superior a los 50 centímetros. Para esta afirmación el profesional se basó en las trazas de pólvora que tenía el cuerpo y en la implosión del cráneo, efecto conocido como “cámara de mina”. Otra vez hubo diferencias con el CIF salteño porque según los estudios realizados en Francia no había lesiones traumáticas en tórax y tampoco en el cuello había signos de estrangulación. En las piernas había equimosis también. Las uñas de las dos manos fueron cortadas para la extracción de muestras. Al igual que en la autopsia realizada en el Hospital San Bernardo se registraron lesiones traumáticas en los genitales que son propias de la violación. A través de los estudios se determinaron lesiones en los brazos propias de la sumisión manual. La víctima fue tomada fuertemente para ser sometida sexualmente. También se evidenció en Cassandre un golpe con un elemento duro, como una piedra.

Por su parte, el cuerpo de Houria Moumni tenía las rodillas lesionadas. En los brazos de Houria también había marcas de un fuerte agarre manual. La chica fue violada. Según el perito francés la chica no había sido desflorada. Aunque destacan que existen lesiones importantes propias de la violación. Ante el tribunal, el profesional francés brindó detalles clínicos sobre la víctima que evidenciaron el aberrante accionar de sus agresores. El forense francés coincidió con la profesional salteña que hizo la primera autopsia. Houria Moumni agonizó entre 30 y 60 minutos, luego del disparo por la espalda. Ese tiempo demoró la hemorragia para colapsar el pulmón izquierdo de la víctima. La chica, luego del balazo, fue entrando en shock hasta la muerte.

Tres disparos

El segundo testigo fue el perito balístico que analizó las heridas de las víctimas en el momento de desarrollarse la autopsia francesa. Pierre Laurent es un capitán de reserva de la marina francesa y tiene amplia experiencia en la fabricación de armas. Su relato fue metodico y milimétrico, como es previsible para un militar. A través de la pantalla el perito aparecía leyendo algunos de sus informes y fundamentando lo que decía a cada paso. Brindaba un informe tranquilo de su análisis. A entender de Laurent, ambas víctimas fueron asesinadas a corta distancia aunque no pudo afirmar que sean disparos a quemarropa, debido a que el tiempo transcurrido deterioró los tejidos corporales impidiendo observar en detalle las heridas producidas. Según su opinión, Cassandre fue asesinada estando de rodillas, mientras Houria fue fusilada por la espalda. El perito no pudo determinar la distancia de los disparos con los elementos con los que contaba. El estudio de Pierre Laurent se realizó entre el 10 y 30 de agosto de 2011. Según el mismo testigo indicó, su labor profesional acaparó unas 26 horas de trabajo.

ADN francés

El Dr. Olivier Pascal trabaja en huellas genéticas desde 1989 y fue el profesional que realizó los peritajes de ADN sobre las muestras recibidas. Para su comparación se remitió a Francia la huella genética de los tres imputados.

De los tres procesados solamente se detectó el registro de Gustavo Lasi en siete muestras físicas. También confirmó el perito que se detectaron en el pantalón de Cassandre dos muestras de ADN masculinos diferentes a las tres personas imputadas. El perito francés confirmó entonces que había huellas genéticas de dos hombres que no son Lasi, Vera o Vilte. Ampliamente interrogado por las partes, el perito francés dio un testimonio determinante debido a que entre los estudios de ADN realizados en la Argentina hubo diferencias sustanciales. Por un lado el perito oficial Daniel Corach detectó la presencia en el cuerpo de las víctimas de ADN correspondiente a Gustavo Lasi y también de Santos Vera pero es el único estudio que llega a esa conclusión. El peritaje de parte ordenado por la defensa de Santos Clemente Vera sólo detectó registros de Gustavo Lasi. El Dr. Olivier Pascal, finalmente, ratificó su informe inicial y determinó sólo la presencia identificable de Lasi, tanto en las muestras remitidas desde Salta, como en las tomadas en Francia. El profesional estimó además que las dos huellas genéticas femeninas no identificadas y que surgieron en esta pericia francesa posiblemente fueron producto de una contaminación al manipularse la muestra.

La declaración del crucial testigo originó un intercambio importante de opiniones entre el fiscal del caso y la defensa técnica de Gustavo Lasi. La diferencia verbal se produjo entre el fiscal Elías y el abogado Horacio Morales, uno de los defensores de Lasi. Los abogados del principal imputado habían manifestado su oposición a incorporar las pericias francesas al juicio oral y público. La oposición de los letrados era esperable teniendo en cuenta que los estudios realizados en Francia acrecientan las pruebas científicas en contra de su defendido. Luego los ánimos bajaron un poco y terminaron, por lo menos, dialogando. La oposición quedó solo en una manifestación porque las declaraciones y las pruebas fueron incorporadas por decisión del tribunal. Eso, justamente, era el escuchar a la justicia francesa. Así pasó la jornada y arrancó la octava semana.

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