"Somos inocentes”, pero temían que pocos les creyeran, sólo la familia y algunos amigos. Muy poco podían hacer para evitarlo, únicamente gritar la inocencia como defensa de tan injusta sospecha. Complicaciones de esa primera extraña enfermedad asociada a la libre convicción.

Por esa misma convicción, los adolescentes Oscar (21) y Guillermo (18) Del Fueyo estuvieron en la mira de los investigadores por el homicidio de Sandra Viviana Colo, ocurrido el 16 de agosto de 2012.

Incluso, un grupo especializado de pesquisas vinculados a casos especiales de la Provincia de Buenos Aires vino a Junín especialmente enviado por el Ministerio de Seguridad y aportó elementos para sospechar de los dos jóvenes. Había pasado mucho tiempo del homicidio y en cinco días los pesquisas entendían que el caso “estaba casi esclarecido”.

Se ordenaron dos allanamientos en las viviendas de Rosana Abalos y Alfredo Luján del Fueyo, padres de los adolescentes.

En aquel momento, julio del año pasado, se dijo que si los investigadores en cinco días le dieron las herramientas al fiscal Angel Quidiello para pedir los allanamientos y apuntar hacia los hijos de Del Fueyo, “estábamos en el horno”.

La aprehensión de Rubén Rodolfo Recalde (53) echó por tierra todas las anteriores sospechas. Sólo quedó para la familia Del Fueyo una profunda e irreversible experiencia, como si contrajera una ‘enfermedad social’, aguantando las gravísimas sospechas.

Sólo la familia y los amigos sabían que estos chicos eran inocentes.

Los hechos y sus pruebas (documentales, testificales y periciales), los indicios y las presunciones, los códigos y los procedimientos para la instrucción demostraron que el criminal era otro.

¿Por qué en la agenda de los investigadores aparecieron estos jóvenes?: una pista que los relacionó con un juicio por accidente de tránsito ocurrido meses antes del homicidio, que tuvo por protagonistas a Sandra Colo y a los hijos de Del Fueyo. Incluso hubo en danza un juicio civil relacionado con esa colisión.

Lo concreto fue que sin estar acusados, tanto la vivienda de la madre de los jóvenes como la del padre fueron allanadas.