Creen que la masacre de Bruselas pudo ser mucho mayor

Creen que la masacre de Bruselas pudo ser mucho mayor

Terrorismo. Los investigadores descubrieron indicios de que el grupo terrorista preparaba un ataque con más blancos, entre ellos las centrales nucleares.

Por Idafe Martín

Bruselas busca a los prófugos, cuida a los heridos, trata de identificar a los muertos y avanza en la investigación. Los agentes implicados en las pesquisas de los atentados que asolaron la capital belga el martes creen que Salah Abdeslam –detenido el viernes pasado-, Mohamed Belkaïd –abatido por un francotirador el martes de la semana pasada- y un tercer individuo –posiblemente Amine Choukri, detenido con Abdeslam- preparaban un atentado en Bruselas al estilo del de París.

Un escenario en el que mientras en varios puntos de la ciudad estallaban bombas, yihadistas en autos ametrallarían lugares de fuerte concentración de personas. La información, revelada por fuentes policiales a la televisión pública flamenca VRT, hace pensar a los investigadores que los ataques al aeropuerto y a la estación del subte fueron precipitados porque los kamikazes temían ser detenidos antes de actuar.

Los yihadistas habrían incluso estudiado cómo atentar contra las centrales nucleares del país. En diciembre los policías descubrieron en el departamento de Mohamed Bakkali, sospechoso de haber participado en la organización de los atentados de París del 13 de noviembre, una grabación de video de más de 10 horas.

El video era de una cámara escondida frente al domicilio del director del programa de investigación y desarrollo nuclear belga, el ingeniero más importante del programa nuclear de Bélgica. Dos hombres aparecían al final del video en un auto para llevarse la cámara. Esos dos hombres eran Ibrahim y Khalid Bakraoui, dos de los suicidas de los ataques en Bruselas. En la grabación se ve al patrón de la nuclear belga entrar y salir de casa.

Desde febrero el gobierno colocó a 140 militares a vigilar los accesos de las dos centrales nucleares, una medida que explicó en el marco de las medidas de seguridad extra motivas por la alerta antiterrorista, tal y como había reforzado la seguridad en transportes públicos, estaciones, el barrio europeo o grandes centros comerciales.

Bélgica tiene dos centrales con siete reactores. La mayor, Doel, de cuatro reactores, se encuentra a pocas decenas de kilómetros de Amberes, la segunda ciudad del país. La menor, Tihange, de tres reactores, está a unos 50 kilómetros al sur de Bruselas.

Los medios belgas contaron también que en el ataque a la estación del subte Maalbeek habría participado un segundo hombre y no sólo Khalid Bakraoui. Los investigadores aún no saben si ese segundo sospechosos murió en la explosión o escapó.

Una fuente policial dijo al diario belga: “sabíamos que iba a ocurrir. Sin duda precipitaron sus operaciones porque se sentían bajo presión. Aunque no pudimos evitar los atentados, podemos decir que su amplitud hubiera sido mucho mayor si los terroristas hubieran podido ejecutar sus planes como los tenían previstos inicialmente. Tuvieron que optar por objetivos más fáciles”.

Mientras la investigación sigue, dos ministros belgas provocaron ayer una crisis política. Los titulares de Interior –Jan Jambon- y de Justicia –Koen Geens- presentaron ayer su dimisión al primer ministro Charles Michel, que la rechazó. El gobierno belga recibe fuertes críticas por los supuestos fallos cometidos por sus servicios de seguridad, desbordados por la falta de medios y por la amplitud de la amenaza.

Los gobiernos europeos intentan, como tras cada atentado, mejorar su cooperación en materia de antiterrorismo y servicios de inteligencia. Reunidos en Bruselas, los ministros de Interior del bloque prometieron que “para junio” tendrán preparados mecanismos para compartir automáticamente información de inteligencia sobre yihadismo”. El ministro del Interior español Fernández Díaz reconoció la dificultad “porque los servicios son reacios”.

Los ministros pidieron al Parlamento Europeo que apruebe cuanto antes el polémico registro de pasajeros aéreos, prometieron avanzar en la legislación que permitirá controlar a cualquier persona que entre o salga del espacio europeo de libre circulación, mayor control sobre el mercado de armas y mejor cooperación antiterrorista también con terceros países como Turquía, los norteafricanos y los de Oriente Medio.

Algunos ministros se mostraron ayer dispuestos a reforzar las medidas de seguridad en los aeropuertos colocando controles en los accesos a los edificios y no sólo antes de embarcar a los aviones, como ya se hace en Rusia, Israel o Pakistán. Otros creen que la medida será efectista pero no efectiva, porque en la práctica crearía filas de gente en los accesos al aeropuerto, convirtiéndolas en otro objetivo terrorista.

Pero el comité AVSEC, formado por expertos de los 28 países del bloque para tratar sobre seguridad aérea, estudiará esas posibles nuevas medidas de seguridad el jueves de la próxima semana.

Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra Nueva York y Washington, los ministros europeos prometieron “mejorar sin demora el intercambio de información entre los servicios de inteligencia de los Estados miembros”. Hace 15 años.

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