Creen que el hijo mayor de Susana Leiva fue testigo del crimen

Creen que el hijo mayor de Susana Leiva fue testigo del crimen
La familia de la empleada doméstica encontrada asesinada la semana pasada en su casa de la localidad bonaerense de Temperley cree que el hijo mayor de la víctima fue testigo del crimen y espera que mañana se lleve a cabo una Cámara Gesell mediante la cual el niño se entrevistará con peritos y podrá colocar datos a la causa.
Jorge Monastersky, abogado de la hermana de la mujer asesinada, dijo a Télam que esperan que mañana se lleve a cabo la Cámara Gesell mediante la cual el niño se entrevistará con peritos y podrá colocar datos a la causa.

Hasta el momento, la información con la que cuenta el letrado fue recabada entre los propios familiares de Leiva a partir de manifestaciones que el chico realizó este fin de semana.

El abogado indicó que mañana también le acercará al fiscal Héctor Toneguzzo el nombre de una persona que vive en el mismo condominio que la víctima, su concubino Alberto Ponce (40) -único detenido por el crimen-, y familiares de éste, que estaría dispuesto a aportar datos de interés para la causa.

"Le voy a dar el nombre para que lo cite a declarar", indicó Monastersky, quien también espera para mañana el informe final de la autopsia y de los peritajes de Criminalística.

"Una vez que acceda a esos informes, veré si solicito algún peritaje suplementario", explicó.

Por su parte, Ponce permanece alojado en la Unidad Penal 40 de Lomas de Zamora imputado del "femicidio" de Leiva.

El viernes pasado, el acusado se negó a declarar en su indagatoria ante el fiscal Toneguzzo.

En tanto, ese mismo día se conocieron los resultados de la autopsia que determinó que Leiva murió estrangulada manualmente, aunque también recibió cuatro puntazos en el abdomen, golpes en el rostro y quemaduras de cigarrillo en la espalda.

Fuentes de la investigación informaron a Télam que los médicos legistas de la morgue de Lomas de Zamora estimaron la data de muerte entre la noche del jueves y la madrugada del viernes, lo que coincide con el momento de la desaparición de la víctima.

El hecho comenzó a investigarse el sábado 20 de julio último, cuando Ponce denunció ante la Policía la desaparición de su concubina de su casa situada en Blanco Encalada 245, de Temperley, en el sur del conurbano.

A partir de entonces comenzó la búsqueda de Leiva, que trabajaba como empleada doméstica en una casa de la Capital Federal, aunque su familia sospechó desde el inicio que la desaparición podía relacionarse con su situación sentimental.

Las hermanas de la víctima contaron que Ponce, quien se desempeñaba como ayudante de encargado de un edificio del barrio porteño de Recoleta, era "celoso" y ejercía "violencia y maltrato psicológico".

El miércoles por la mañana, la policía allanó la casa de la pareja y mediante perros adiestrados encontró el cadáver de la mujer en el pozo ciego.

Al momento del hallazgo, Ponce no se hallaba en la vivienda, por lo que comenzó a ser buscado por los investigadores, hasta que a la tarde fue apresado en el barrio de Constitución con una pequeña cantidad de cocaína y 4.000 pesos en efectivo en su poder.

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