Desde el año 2000 a esta parte ha ocurrido una metamorfosis en el cordón hortícola platense. Los viejos productores italianos, aquellos que predominaban en los años ´60 y ´70 y que en esa época ya empezaban a tomar mano de obra de inmigrantes bolivianos que llegaban para instalarse en nuestra región, fueron “arrasados” por estos últimos que hoy administran -alquilan o son dueños- el 85% de las aproximadamente 6 mil hectáreas existentes en el cordón productivo platense, que abarca en su gran mayoría la zona oeste de Olmos, Etcheverry, Romero y Abasto (70%), pero que también se amplía hacia Arana, Parque Pereyra, el sector sur del partido, y Gorina hacia el norte.

Esa metamorfosis también afectó a la producción. Ya dejó de ser el tomate la vedette, o el pimiento (morrón), ahora la enorme mayoría de las tierras están sembradas por la verdura de hoja, lechuga, acelga, rúcula, entre otras, y por las crucíferas, como el brócoli y el coliflor (ver aparte).

“La mayor producción de tomates del Gran La Plata la realizan los viejos quinteros, ellos cosechan más del 80 por ciento de ese cultivo en las quintas platenses. El resto es de los bolivianos, quienes le dan más importancia a la verdura de hoja que sale durante todo el año”, señaló el presidente de la Asociación de Productores Hortícolas de La Plata, Alberto Pate.

Es en medio de esa metamorfosis es que la actividad fue creciendo enormemente.

Los directivos de la Asociación aseguran que hay que hacer un relevamiento exhaustivo de la actividad, pero sin embargo destacan que ya hay unas 3.000 quintas entre grandes, medianas (5 hectáreas) y chicas, y que el área de producción ha crecido un 30% en los últimos quince años de la mano de la colectividad boliviana, abarcando unas 6000 hectáreas.

Actualmente el 85% de los quinteros locales son bolivianos y se dedican al cultivo de la verdura de hoja

 

“Donde antes había vacas, trigo, soja y otros cereales, o nada, ahora hay lechuga, tomate o pimiento”, indicó Pate, y agregó: “entre trabajadores temporarios, empleados fijos y familias enteras que se dedican a la actividad, podemos decir que unas 20 mil personas viven de la producción hortícola en la región. Si uno transita por ruta 36 hacia el lado de Poblet, puede observar la gran cantidad de quintas que antes no existían, esa es una zona que refleja el crecimiento de las tierras cultivadas”, sostuvo.

epoca de siembra

Los productores de tomates, en este caso los antiguos quinteros, se encuentran actualmente en época de siembra. La cosecha llegará en noviembre y se extenderá hasta mayo del año próximo.

Para seguir con la descripción del cordón hortícola platense, desde la Asociación hicieron saber que la gran mayoría de los quinteros bolivianos, ya son dueños de las tierras, pero todavía hay muchos que alquilan las hectáreas dónde cultivan verdura de hoja.

“Los productores bolivianos comenzaron a llegar en gran número entre 1999 y 2003 -dijo Pate-. Los primeros llegaron a fines de los ´60 y principios de los ´70, y cuando vinieron eran tomados para trabajar por los productores italianos dueños de las tierras. Esa gente era muy aplicada y la verdad que tenía un gran compromiso por su tarea. Por eso eran bien vistos por los viejos productores, que los contrataban inmediatamente. Lo que menos iban a imaginarse es que con el correr de los años, estos inmigrantes se iban a quedar con casi todo, porque realmente se han quedado con casi todo, dejando relegado al productor tradicional”, señaló el dirigente hortícola.

Uno de los problemas que tratan de solucionar los quinteros locales a través de la Asociación y otras entidades, es el trabajo en negro que se registra en los establecimientos hortícolas (ver aparte)

“Es una deuda pendiente y estamos trabajando en ese sentido, tuvimos varias reuniones en la Afip para establecer normas claras a la hora de contratar a un empleado, ya sea fijo o temporario”, concluyó Pate.

Sueldos De acuerdo a lo señaldo por productores locales, actualmente un trabajador temporario de una quinta gana entre 250 y 400 pesos por día, trabajan alrededor de ocho horas y a veces un poco más. En 22 días al mes ganan, en promedio 7.000 pesos, señalaron los quinteros