Esta es una problemática que ha tomado mayor trascendencia en los últimos años y que realmente preocupa. Si bien ya se aprobó el vital proyecto que incorpora el femicidio al Código Penal, quedan cosas por hacer desde los poderes del Estado.
De las estadísticas se desprende que por mes se radican 140 denuncias y un promedio de cinco denuncias diarias, pero existen variantes. Por ejemplo, el viernes 23 de noviembre, hasta las 19, se habían registrado 17 denuncias.
El Ministerio Público Fiscal cuenta con un novedoso sistema informático que permite el monitoreo diario de las denuncias y el motivo de denuncia. Según los datos, de las 1.127 mujeres que en lo que va del año radicaron denuncia, 321 lo hicieron por lesiones leves, 321 por amenazas, 127 por incumpliendo de deberes de asistencia familiar, 9 por impedimento de contacto (cuando la tenencia la tiene el padre), 6 denuncias por lesiones graves, 6 por coacción y 66 denuncias por otro tipo de violencia de género como daños y desobediencia a la autoridad ante una orden de restricción, totalizando 867 promociones de acción penal de delitos por violencia de género.
La oficina de Violencia de Género de la Fiscalía funciona en Santiago del Estero 33, de esta ciudad capital; las 24 horas del día, los 365 días del año. De 6 a las 24, hay personal permanente en la institución que recibe a las víctimas. De las 24 hasta las 6, se trabaja con una guardia y se debe comunicar al siguiente celular: 0380-154707800.
En ese marco, lo cierto es que en lo que va del año, los casos que se conocen son cada vez más, y desde las organizaciones dedicadas al trabajo exhaustivo en lo que respecta a la problemática entienden que, entre otras cosas, las medidas de prevención son fundamentales.
Sobre las condenas hubo un avance. Días atrás se aprobó finalmente el proyecto que incorpora el femicidio al Código Penal como un tipo agravante de homicidio.
La misma implica una reforma del Código Penal que establece la prisión perpetua al hombre que “matare a una mujer o a una persona que se autoperciba con identidad de género femenino y mediare violencia de género”. También dispone que “tendrá pena de reclusión perpetua o prisión perpetua el que matare a su ascendiente, descendiente, cónyuge, ex cónyuge, o a la persona con quien mantiene o ha mantenido una relación de pareja, mediare o no convivencia”.
Aunque en lo que respecta a materia judicial, existe un avance y una muestra de predisposición y trabajo en este sentido, que al mismo tiempo es celebrada por organizaciones dedicadas al tema y familiares de víctimas, lo que todavía queda por resolver son otras tantas cuestiones. Hay que profundizar una asistencia sostenida en el tiempo y de manera integral a las mujeres que padecen esta situación y se le brinde una ayuda económica para la mujeres que realiza la denuncia y la posibilidad de acceder a planes de vivienda para quienes la necesiten.
Por último, es importante decir que la raíz de la violencia de género tiene que ver con una cuestión cultural y para eso hace falta educar varones y mujeres en igualdad, equidad y en una vida libre sin violencia.
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