El fallecimiento del niño provocó honda consternación en la comunidad de Tandil y especialmente en el ambiente del turismo, ya que su padre Miguel Mazzone integra una familia tradicional del rubro hotelero, así como también en la comunidad educativa del Colegio San José, establecimiento educativo al que concurría el menor fallecido.

Según se pudo conocer, Ignacio Mazzone estuvo internado en Tandil durante la semana pasada por un aparente cuadro de apendicitis por el cual, luego de continuar sin una recuperación satisfactoria, había sido derivado a un centro asistencial de Capital Federal. Allí fue donde se le diagnosticó un cuadro de Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) el cual se agravó en las últimas horas y fue el causal del deceso del chico de 12 años.

Los allegados de Ignacio le brindaban apoyo a través de las redes sociales, por lo que desde allí habían organizado para ayer por la tarde una cadena de oración en la misa del Santísimo Sacramento.

Por su parte, desde el Colegio San José informaron la suspensión de clases para el día de hoy en el nivel secundario por el fallecimiento de Ignacio, quien concurría a primer año de ese establecimiento educativo. Además, desde su página web resaltaron el acompañamiento “a su familia desde el afecto con la oración”.

Recomendaciones contra el SUH

Ya es sabido que el Síndrome Urémico Hemolítico es una enfermedad que afecta a muchos niños de distintas edades; por lo tanto desde las distintas organizaciones dan cuenta de algunas recomendaciones para prevenirlo.

En primer lugar, es necesario tener en cuenta que las fuentes de contagio del SUH puede ser la carne mal cocida; el jugo de la carne mal cocida; leche y jugos envasados no pasteurizados; aguas contaminadas; el contacto directo con animales de campo; o bien a través de manos, superficies y utensilios no bien higienizados.

Frente a esto es que los médicos recomiendan:

El lavado profundo de manos con agua y jabón antes de comer o de procesar los alimentos y luego de ir al baño o tocar carne cruda; no sólo de los adultos sino también de los niños.

Verificar y exigir que las hamburguesas estén bien cocidas, dado que las mismas son la principal fuente de contaminación de los niños.

Cocinar muy bien las carnes, especialmente la carne picada, hasta que pierdan el color rosado.

No utilizar el mismo cuchillo o superficies, como son tablas, mesadas, etc., con el que se cortó carne cruda para cortar otros alimentos, sin antes lavarlo bien con agua y detergente.

Evitar siempre el contacto de la carne cruda con otros alimentos.

Lavar cuidadosamente las frutas y verduras crudas.

Tener en cuenta que el agua de uso y consumo debe ser potable y, ante la duda, agregale dos gotas de lavandina por cada litro o hervila durante 5 minutos.

Consumir leche u otros lácteos pasteurizados y bien conservados en frío.

Conservar los alimentos frescos y cocidos en la heladera.

No bañar a los niños en aguas contaminadas; así como también cuidar que las piletas de natación privadas y públicas tengan agua adecuadamente clorada.

Sin embargo, es aconsejable e importante tener en cuenta que ante cualquier duda se debe consultar al pediatra.