Con el escrutinio definitivo que realizó la Justicia Federal con competencia electoral, quedó confirmado que los cargos de intendente y diputado departamental de Ullum no quedaron en manos del Frente para la Victoria (FPV) sino del basualdismo. El oficialismo, en voz baja, y la oposición, de manera abierta y públicamente, habían adelantado los resultados que ayer terminaron de corroborarse legalmente. El nuevo jefe comunal es Leopoldo Soler, quien frustró las aspiraciones reeleccionistas de Daniel Albarracín, su acérrimo rival. En la Cámara de Diputados, la que finalmente ganó la banca es la joven Romina Solera, quien aventajó por apenas 9 votos a Silvia Asis.

Así, el basualdismo, que encabeza el Frente Compromiso con San Juan, conquistó su sexta comuna, superando su mejor marca desde 2003 (ver recuadro). Además, la puja por el puesto de legislador era clave para acomodar las cargas en la Legislatura y definir hasta dónde llegará el dominio del oficialismo desde el 10 de diciembre (ver página 4).

La confusión en Ullum se había generado porque el escrutinio provisorio reflejaba que Albarracín había ganado y que la diputada electa era Asis. Sin embargo, desde el lunes Soler venía manifestando que el triunfador era él y su compañera Solera. Su argumento se basó en que los presidentes de 2 mesas se equivocaron al confeccionar los telegramas que se enviaron al centro de cómputos. Señaló que en uno de esos documentos, tanto él como su coequiper figuran con 0 votos, mientras que en los certificados que las mismas autoridades entregaron a los fiscales de las fuerzas políticas aparecen con cifras que superaban los 100 sufragios. En el otro telegrama que se mandó para el recuento provisorio se indicaba que Soler tenía 13 sufragios y que la candidata a diputada contaba con 11, cuando los certificados marcaban que les faltaba un dígito a cada una de esas cifras. Con esas correcciones, el resultado terminó volcándose a favor de los basualdistas, cosa que el oficialismo había reconocido fuera de micrófono. El partido de Soler perdió en la categoría de concejales, por lo que tendrá minoría en el cuerpo deliberativo.

El resultado refleja las profundas diferencias del frente oficialista ullunero y el rechazo a la gestión de Albarracín. En las PASO, Soler había cosechado tan sólo 247 votos, mientras que el intendente había terminado primero en la tabla general con 1.092. Pero el domingo, el basualdista subió abruptamente a 1.490 sufragios, mientras que Albarracín sólo creció a 1.373. ¿La explicación? Soler recogió gran parte de los votos de los candidatos del justicialismo que cayeron en la interna con el jefe comunal, quien en cambio pudo capturar sólo un puñado. En las PASO del FPV, el peronista Jorge Gil logró 779 adhesiones y David Domínguez, del Movimiento Evita, cosechó 799, votos que en su mayoría migraron hacia el opositor. Y un escenario similar pasó con el cargo de diputado, que aprovechó Solera. Sucede que el PJ nunca terminó de digerir los vaivenes de Albarracín ni acompañó su gestión. Es que el dirigente se había ido del peronismo y con el basualdismo llegó a la Intendencia en 2011. Luego pegó el portazo de la oposición y regresó al partido, lo que a su vez le valió un fuerte enfrentamiento con Soler, quien había sido su compañero de fórmula y había conquistado la banca de legislador 4 años atrás