La alcaldesa de Santa Elena de Jamuz y la Junta Vecinal de Jiménez aseguran que se ha denegado el permiso a la empresa que quería aprovechar las aguas subterráneas del acuífero de la Maragatería para "uso industrial" y cuyos sondeos secaron las fuentes de la zona. Los vecinos salieron a protestar en agosto de 2021 en Quintana y Congosto contra la empresa Sierra de Lobos S.L., que lo solicitaba.
"Después de todo el trabajo impulsado por la plataforma ciudadana Amigos del Valle Jamuz, el Ayuntamiento de Santa Elena de Jamuz representada por su alcaldesa, Carolina Castro Murciego, y la Junta Vecinal de Jiménez de Jamuz, con fecha 7 de febrero tenemos constancia, que la Confederación Hidrográfica del Duero ha denegado la solicitud formulada por una empresa para la captación y explotación de agua subterránea para su uso comercial a través de una embotelladora de agua, el que perjudicaría a todos los pueblos del Valle del Jamuz".
De esta manera tanto Ayuntamiento como Junta Vecinal aseguran que la CHD ha denegado la concesión a la polémica embotelladora que se abriría en Quintanilla de Flórez (Quintana y Congosto), que pretendía usar las aguas subterráneas de la zona de la Maragatería como "aprovechamiento para uso industrial". Esta petición había ocasionado tanto la protesta de Ecologistas en Acción, como una revuelta vecinal en agosto del año pasado con una manifestación en Quintana y Congosto contra lo que ellos aseguraban que era "una embotelladora de agua".
La polémica se inició en septiembre de 2017 por un sondeo, explican, de la empresa Sierra de Lobos S.L., que en su momento se denunció que se efectuó "sin la pertinente autorización de la CHD". Simultáneamente, esta misma empresa solicitó a CHD una concesión de aprovechamiento de estas aguas subterráneas para uso industrial, especificando que sería para un uso de agroalimentación, "cuando el verdadero objeto de la misma es la instalación de una planta de agua embotellada", como a su juicio lo demuestra el hecho de haber obtenido ya la denominación de "agua mineral" sin haber sido otorgada todavía la preceptiva concesión, apuntaban los vecinos.
Según fuentes vecinales, desde entonces, "del total de ocho pozos que hay en el pueblo, cuatro ya se han secado y otros dos necesitan medios mecánicos para su uso".
En un comunicado enviado a los medios de comunicación "la alcaldesa Carolina Castro Murciego expresa su satisfacción por el trabajo realizado por todas las personas que han estado a pie de cañón para evitar que los acuíferos se queden sin el elemento vital y natural, el agua que es un bien de todas y no de unos cuantos que se benefician a cuesta de las familias menos favorecidas".
El Ayuntamiento asegura que "esta decisión es beneficiosa para nuestro territorio, dada la escasez de agua que sufrimos" yq que seguirá luchando "por estas reivindicaciones, para que no despueblen mas nuestros pueblos".
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