Luis "El Gusano" Menocchio y dos cómplices fueron hallados culpables por el doble crimen ocurrido en la localidad chaqueña de Castelli. En mayo lo habían sentenciado a la misma pena por el homicidio de un productor de cine y tevé.
A Menocchio el fallo no lo tomó desprevenido: el empresario ya carga sobre las espaldas otra sentencia a perpetua. Ocurre que en mayo de 2012 el Tribunal Oral Penal Nº 1 de Corrientes lo condenó junto a Luis Alberto Ramírez por el homicidio calificado con alevosía de Claudio Nozzi, el productor de cine y televisión que fue asesinado en un yate de lujo mientras navegaba por el río Paraná.
La segunda condena a perpetua que recibió Menocchio guarda relación con el doble homicidio del estanciero Roseo y su cuñada, ocurrido el 13 de enero de 2011, entre las 7:30 y las 8:30 de la mañana. Ese día los homicidas entraron a la casa de España 365, en Castelli, y torturaron a las víctimas para quedarse con las 250 mil hectáreas –150 mil del lado chaqueño y 100 mil en territorio formoseño– de la estancia La Fidelidad, propiedad de Roseo.
Durante la etapa inicial de la investigación, la fiscal de Castelli Raquel Maldonado logró reconstruir la red de complicidades y fraudes que los asesinos habían urdido para quedarse con la estancia. La estafa incluía a un falso Roseo y la participación de distintos delincuentes en Chaco, Santa Fe y Misiones.
OTRO CRIMEN. Pero estos no son los únicos homicidios que le achacan al ex empresario de medios. También está sospechado de ser el autor intelectual del asesinato del ex presidente de la Cooperativa de Electricidad de Eldorado, Misiones, Juan Rotharmel, ocurrido el 19 de noviembre de 2002.
Según las fuentes consultadas por Tiempo Argentino, los investigadores creen que Menocchio contrató al sicario paraguayo que, después del homicidio, escapó en una precaria embarcación a través del río Paraná.
La hipótesis de este homicidio está vinculada a la compra de la víctima de una propiedad ubicada en Puerto España, en la localidad misionera de General Urquiza, que antes había pertenecido a la familia del Gusano y que fueron rematadas en una subasta pública.
De acuerdo a los voceros, meses después de la transacción comercial, Menocchio se habría acercado al comprador para ofrecerle una importante suma de dinero por la devolución de la propiedad. La víctima se negó a vender y comenzó a recibir amenazas y aprietes. También sufrió una extraña sucesión de atentados, hasta que finalmente llegó el turno del asesinato por parte del matador rentado.
CUNA DE ORO. Luis Menocchio proviene de una poderosa familia que décadas atrás era dueña de yerbales y grandes extensiones de tierra en Misiones. Incluso un puerto sobre el río Paraná lleva su apellido.
La familia tuvo que emigrar a Paraguay a comienzos de la década del ochenta porque la justicia los buscaba por varias estafas a los bancos Provincia y Nación de Misiones, y a la Comisión Reguladora de la Yerba Mate.
En tierras guaraníes, Menocchio se transformó en empresario del transporte de caudales y luego se dedicó a invertir en la televisión por cable de Asunción. Allí también acabó investigado por estafas y fraude.
En 2004, el Gusano fue vinculado con el asesinato de Eduardo Maciel, dueño de un pub en Asunción, y de la joven Graciela Méndez. Los cuerpos fueron hallados en la zona de Laguna Grande, San Lorenzo, dentro de dos tambores de 200 litros sellados con cemento. Tenían heridas de arma de fuego en la cabeza y el pecho.
En la casa de Menocchio los investigadores encontraron restos de cemento, palas y otros elementos usados para sellar los tambores. Con estas evidencias, la justicia paraguaya pidió su captura internacional, pero Menocchio se esfumó gracias a su capacidad para cambiar de fisonomía.
Así fue como los investigadores empezaron a llamarlo "El hombre de las 1000 caras".
Ahora, quizás lo llamen "El reo de las dos perpetuas".
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