El 73% de los comerciantes de La Plata indicó que sus ventas en el primer trimestre se mantuvieron iguales o disminuyeron respecto al mismo período de 2024. Así lo indicó un relevamiento elaborado por la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), realizado en conjunto con la Cámara de Comercio Industria y Servicios.

El trabajo arrojó que solo el 27% de los encuestados reportó un aumento en sus ventas, mientras que el 40% experimentó una caída y el 33% no registró variaciones. En promedio, la merma fue del 4,8% en la cantidad de unidades vendidas en comparación con el primer trimestre del año pasado. Esta baja se acumula al deterioro de los últimos trimestres, lo que marca el noveno período consecutivo en descenso.

Desempeño por sector

Además, el informe reveló que la principal caída de actividad se explica por el desempeño negativo del rubro indumentaria, que por sí solo aportó -2,1 puntos porcentuales a la retracción general. También registraron retrocesos las ventas de alimentos, los materiales para la construcción, los artículos deportivos y librerías.

En contraposición, las actividades vinculadas al esparcimiento como cines, restaurantes y hoteles mostraron un leve crecimiento.

Empleo

El empleo en el sector comercial también registró una caída del 0,7% en relación al primer trimestre del 2024, aunque el impacto fue menor al descenso en ventas. El índice de empleo se ubicó un 11% por debajo de los niveles de 2019, alcanzando valores similares a los del inicio de la pospandemia. La conclusión del relevamiento es que la persistente pérdida del poder adquisitivo de los asalariados continúa condicionando la actividad.

Por otro lado, en La Plata el 65% de los comercios opera con uno o ningún empleado. Esta tendencia responde a los altos costos laborales y a la baja rentabilidad marcada por la crisis económica a nivel nacional, factores que dificultan la contratación de personal y obligan a muchos dueños a encargarse personalmente de la atención al público.

Ante esto, los comercios reducen su estructura al mínimo posible para sobrevivir. En este contexto, muchos emprendimientos familiares funcionan únicamente con la ayuda de sus dueños o allegados, sin posibilidad de incorporar trabajadores formales.

A esto se suma la presión impositiva, el aumento de los servicios y la caída del consumo, que limitan aún más las posibilidades de expansión y generación de empleo dentro del sector comercial local.

Preocupaciones del sector

Siguiendo con el trabajo de la UNLP, contrario a años anteriores, la inflación ya no encabeza la lista de preocupaciones de los comerciantes. La presión impositiva aparece como el problema más mencionado por el 84% de los empresarios, seguida por las tarifas de servicios (51%) y la falta de demanda (46%).

A nivel urbano, el 57% de los encuestados señaló que la inseguridad es uno de los problemas más acuciantes, aunque con una leve mejora respecto a 2024. El mal estado de las calles, veredas y la falta de estacionamiento también figuran como reclamos constantes.