"Borombombón, borombombón, el que no salta es argentino maricón", el hit de los chilenos sonó muy fuerte en el estadio Alcaldesa Ester Roa. Como se esperaba, los argentinos no fueron mayoría en las tribunas y los locales le hicieron sentir el rigor a la selección, hasta que los goles sentenciaron el partido ante Paraguay. Fue un anticipo de lo que se vivirá el sábado en el estadio Nacional en Santiago, para la final, que se disputará, a las 17.

La cancha estuvo llena y casi 10 mil argentinos llevaron su pasión y acompañaron al equipo en todo momento. Banderas, camisetas, gorros, todo para estar con el equipo y hacerle frente al frío. El clima no fue la única adversidad. Camisetas de Chile, como nunca antes se había visto en los partidos de la Argentina, le dieron el mejor marco al partido.

Apenas salieron los equipos a la cancha, entre aplausos y reproches, se acomodaron para escuchar los himnos. Cuando la voz del estadio anunció el Himno argentino, los silbidos taparon el sonido que salía de los parlantes del estadio. Incluso ante cada jugador que nombraron, insultaron.

"Vamos, vamos los chilenos, que esta Copa, la vamos a ganar" fue otro de los hits del público local. Cuando unos cantaban, los otros contestaban: "Que de la mano de Leo Messi, todos la vuelta vamos a dar", sonó entre los argentinos. Tras el segundo gol, el de Pastore, desde las tribunas bajó un mensaje para la Roja: "Y Chile tiene miedo.".

Cuando ingresó Lucas Barrios, ídolo local, explotaron los hinchas desde los cuatro costados de la cancha. Fue aún mayor cuando el delantero convirtió el 2-1, que despertó a los locales (y a los paraguayos), dormidos hasta allí con el dominio de la Argentina.

"Si no cantamos todos, parecemos los chilenos.", gritó el público de la selección, su tema más escuchado en la fría noche de Concepción. El clásico "Ceacheí" (Chi, ch,i chi, le, le, le.) se fue colando en cada momento.

Los elogios a los jugadores no faltaron. Messi fue el más aplaudido por los argentinos. "Fideo, Fideo", gritaron por Di María tras los dos tantos en el inicio del segundo tiempo. El "ole" apareció con el 4-1, cuando la Argentina dominó por completo el partido. "Y Chile tiene miedo.", volvió a sonar ante el silencio final de los locales, entregados, esperando ya por la gran final. Fue cuestión de esperar más gritos de la albiceleste, con los tantos de Agüero e Higuaín.

"En Santiago de Chile, vamos a ganar, y la vuelta vamos a dar", fue el mensaje, con ingenio y algunas risas por parte del público, para la despedida de los equipos, mientras los aplausos eran ensordecedores. Así se vivió. A puro grito y a puro festejo, de un lado y del otro. El próximo sábado, en el estadio Nacional de Santiago, los hinchas tendrán un nuevo capítulo en su rivalidad futbolera.