Las claves para empezar a reciclar

El gas que constituye la atmósfera terrestre, formado principalmente de oxígeno y nitrógeno, y con otros componentes como el dióxido de carbono y el vapor de agua, no es otra cosa que el aire que respiramos. Ese bien que compartimos como humanidad está cada vez más contaminado por nuestro comportamiento.

Si el aire es de todos, entonces la contaminación también. Por tanto, es responsabilidad y tarea de todos llevar una vida sostenible, para lo cual deberemos considerar y priorizar las acciones que nos conducirán a que ese propósito se cumpla.

La tarea del reciclaje resulta primordial en esa construcción de un modelo de vida orientado a la sustentabilidad. Y en este sentido es válido preguntarnos —y respondernos también— si las pequeñas acciones que llevamos adelante, en ese sentido, aportarán soluciones. La respuesta es "sí". Desde hace mucho tiempo, las organizaciones y fundaciones dedicadas a la protección y conservación del ambiente han manifestado numerosas veces acerca de la importante tarea que representa poder reciclar en nuestras casas.

Para ello, es fundamental conocer las claves para reciclar bien y no caer en los errores que muchas veces cometemos. Pero antes de comenzar con el hábito de reciclar, debemos recordar que el mejor residuo es el que no se genera. Siempre que podamos evitar cualquier tipo de desperdicio, ya sea de materiales reciclables, residuos orgánicos, el uso innecesario de agua y energía u otros, debemos hacerlo.

Una de las fundadoras de GEA Sustentable —un centro de reciclaje que convierte residuos en recursos, además de ocuparse de la recolección y clasificación de residuos reciclables— Florencia Benedicto, brindó en su cuenta de Instagram cinco consejos para empezar a reciclar y comenzar el 2022 adquiriendo nuevos hábitos que ayuden a cuidar al planeta.

El primer consejo es "decirle chau a los descartables". Esto es clave para reducir la cantidad de residuos que generamos: despedirnos de los productos descartables. Sorbetes, cubiertos o platos de plástico, por ejemplo. Como su propio nombre lo indica, no se reutilizan y fomentan la producción de productos nuevos, generalmente a base de materia prima virgen. Elegir productos que puedan reutilizarse permite cuidar al planeta evitando el derroche de recursos naturales y previniendo la contaminación del ambiente provocada por la gran cantidad de residuos que hoy generamos. De esta forma, no usamos y tiramos, sino que usamos una y otra vez, estirando la vida útil de cada producto.

En segundo lugar "reparar, donar, reutilizar": otra estrategia igual de importante que la anterior, que aparece al momento de decidir que ya no vamos a utilizar más un producto o envase antes de descartarlo, verificar si se puede reparar, donar o usarlo para otro fin. Reparando, se ahorra dinero a la vez que cuidamos el planeta. Por otro lado, cada día se tiran cientos de juguetes, ropa, electrodomésticos, entre otras cosas, a la basura. "Cuando no vayas a usar más algo que esté en buen estado, donalo a hospitales, comedores, escuelas u otras instituciones donde puedan darle una segunda vida", es la recomendación de Benedicto.

El tercer consejo es separar residuos limpios y secos: cuanto mejor separados estén, más fácil es que se reciclen. Papeles, cartones, plásticos, metales y vidrios que ya no nos sirven pueden convertirse en recursos, transformándose en materia prima para nuevos productos. Para esto, debemos informarnos para hacer una segregación correcta en nuestra casa, trabajo, escuela y todos los ámbitos en donde nos movamos o tengamos influencia.

Otro consejo es que una vez que los reciclables estén separados, debemos buscarles un destino adecuado. Si en las calles del barrio encontramos cestos o contenedores diferenciados para este fin, podemos depositarlos allí. Algunas de las anteriores son iniciativas de municipios y otras pertenecen a empresas privadas. Si no existe un programa de recolección formal en la zona, la opción es buscar cooperativas o emprendedores que puedan reutilizar estos residuos. Lo importante es que los reciclables que separamos lleguen a un destino sustentable, donde reciban un tratamiento o uso adecuado.

Por último, la recomendación de involucrar a amigos y familia con la idea de sumar personas a esta movida verde, intentando replicar el concepto de que cuanto más reciclemos más impacto generamos. De esta manera, no solamente nos educamos mutuamente en temáticas de interés socio-ambiental, sino que también comenzamos a construir redes que permitirán aprovechar y gestionar cada vez de mejor manera los recursos.

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