La clase política cierra filas para intentar frenar a Keiko

Balotaje en Perú. La ex candidata de izquierda, Verónika Mendoza, y líderes de distintos partidos, expresaron su apoyo al liberal Pedro Pablo Kuczynski, el rival de Fujimori.

Todos contra Keiko. Esa parece ser la consigna en el Perú, cuando faltan apenas tres días para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Y es que la candidata de Fuerza Popular e hija del ex presidente preso por delitos de lesa humanidad, Alberto Fujimori, se ha consolidado como la favorita para este balotaje frente al liberal Pedro Pablo Kuczynski, el aspirante de Peruanos por el Kambio (PPK): un triunfo de la heredera del clan significaría, para muchos peruanos, el regreso al poder de una familia y un entorno que oscurecieron la vida política peruana durante casi una década.

Es por eso que en los últimos días de esta campaña que llevará al Palacio de Pizarro al sucesor de Ollanata Humala, la diezmada clase política tradicional ha salido a cerrarle el paso al fujimorismo y ha llamado a votar, a veces envueltos en profundas contradicciones, “al candidato de la democracia”, fiel representante de una derecha bien limeña, pero bien alejado también del populismo autoritario y antidemocrático que encarnó el líder preso y del que su hija no ha abjurado.

Sometida a fuego cruzado durante los últimos 15 días, Keiko parece resistir la embestida. Aún no es claro cuánto puede haber influido en el ánimo de los votantes la masiva marcha que el martes juntó a unas 100.000 personas en Lima al grito de “Keiko no va”. O la denuncia de que Joaquín Ramírez, secretario general de Fuerza Popular, habría recibido 15 millones de dólares de Keiko para “lavarlo” y destinarlo a la campaña presidencial de 2011.

El apoyo más esperado, y también el más demorado para PPK, fue el de la ex candidata del Frente Amplio, la carismática psicóloga y antropóloga de izquierda, Verónika Mendoza, quien con sus jóvenes 35 años estuvo a un paso de pasar a la segunda vuelta en los comicios del 10 de abril pasado. Se quedó a las puertas, pero sus casi 20% de los votos podrían resultar clave a la hora de un milagro para PPK.

Con fuerte arraigo en el sur combativo, fue congresista por Puno y en esa región peleó palma a palmo con Keiko, Mendoza se mostró reticente a llamar a votar a PPK tras la primera vuelta (“no voy a votar por Fujimori”, decía), pero esta semana abandonó las medias tintas y habló claro: “Para cerrarle el paso al fujimorismo, solo queda marcar PPK. Voy a votar contra Fujimori porque quiero un país con dignidad y con paz. No quiero un país de corrupción, drogas y violencia, donde mentir, matar y robar se vuelva normal. Nos toca salvarlo de la corrupción y la violencia. Por eso Keiko no va”, argumentó Mendoza. La líder del Frente Amplio aclaró que su pedido a votar por Kuczynski no implica un apoyo a su eventual gestión y anticipó que su partido se mantendrá “vigilante al próximo Gobierno”. Con 20 congresistas en el Parlamento unicameral de 130 miembros, su partido será la segunda fuerza política, detrás de la abrumadora mayoría del fujimorismo, con 73, y por delante del partido de PPK, que apenas tiene 18.

Rápido de reflejos, Kuczynski agradeció el apoyo que le brindó Mendoza y dijo que eso implica “poner al país y la democracia por encima de todo”.

Keiko recibió el golpe y aprovechó para contraatacar. “Lamento que la señora Verónika Mendoza no sea consistente con sus propuestas y convicciones”, dijo en un acto en Huancayo. También aprovechó para marcar cierta incongruencia en el discurso de PPK. Le recordó que en 2011 él la había apoyado en el balotaje frente a Ollanta Humala y, también, la expresiones poco felices que el candidato de Peruanos por el Kambio había tenido hacia Verónika en marzo pasado cuando ambos peleaban por pasar a la segunda vuelta.

“Yo trabajo con un equipo. Aquí no es cuestión de una señora que tiene un padre famoso o de otro tipo que se pone pantalones escoceses o de una media roja que dice que sabe hacer las cosas y nunca ha hecho nada en su perra vida”, había dicho PPK, acusándola además de tener “ilusiones chavista”.

Pero todo vale a la hora de contar los porotos, que por ahora son menos que los que cosecha Keiko. Los últimos sondeos de opinión, que por ley solo pudieron ser divulgados en Perú hasta el pasado domingo, señalaron que Fujimori tiene una ventaja de unos 4 puntos promedio sobre Kuczysnki, tras haber mantenido en las últimas semanas un empate técnico. Y no hay que olvidar, además, que Keiko obtuvo en la primera vuelta el 39,8% de los votos, frente al 21 de PPK. Una cuesta demasiado elevada para cualquier candidato.

PPK también recibió el apoyo de la líder del derechista Partido Popular Cristiano (PPC) Lourdes Flores, quien participó en la primera vuelta electoral como candidata a vicepresidenta de la fórmula que encabezó el ex presidente Alan García y que obtuvio un 5,6% de los votos. El excandidato centrista Julio Guzmán, el expresidente Alejandro Toledo, fugura clave en la caída del régimen fujimorista en el año 2000 y luego presidente entre 2001 y 2006, se sumaron al Premio Nobel, Mario Vargas Llosa, y al ex secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, en su apoyo a PPK.

Comentá la nota