Después del proceso interno que atravesó la mayoría de los partidos o frentes electorales de la ciudad de Santa Fe en las primarias abiertas, mañana los vecinos podrán elegir a ocho concejales de un menú de 13 listas que compiten en estas generales dentro de la Boleta Única (de color amarillo). En la previa, el oficialismo desarrolló su campaña con la idea de plebiscitar la gestión de José Corral, mientras que la variopinta oposición –que no confrontó entre sí– anticipó que la mayoría de los santafesinos le darán la espalda a los candidatos del intendente.

Tal lectura tiene su génesis en los resultados de las PASO, donde si bien la lista del Frente Progresista encabezada por Adriana Chuchi Molina fue la más votada en toda la ciudad (38.031 adhesiones, que llegaron a 57.055 con las otras listas oficialistas), el conjunto de las nóminas del PJ –principalmente aquellas que eran presididas por Sebastián Pignata, Silvina Frana y Humberto Galarza, además de otras cinco– acumularon más sufragios (61.981 en total).

Además, otros tres sectores de la oposición –ligados de uno u otra manera al peronismo– cosecharon una cantidad de votos que les permite soñar con hacerse de alguna de las bancas. Ellos son la lista del PRO, con Roberto Campanella (13.212 votos en la sumatoria de tres listas que compitieron en las internas); Fernando Fleitas, con Santafesino Cien por Ciento (8.296 en la suma de las nóminas que tuvieron en las primarias); y Diego Degano, con el partido Por Más Santa Fe (7.558 votos).

Por lo pronto, en la ciudad capital para la categoría de concejales municipales se renuevan siete bancas pero se sumó una octava luego de derogarse la denominada Ley Borgonovo, norma que después de la crisis política e institucional de 2001 redujo a la mitad el número de ediles para Santa Fe y Rosario. Hace dos años, a instancias del ex diputado Leonardo Simoniello (actual presidente del Concejo Municipal local) se votó una ley a través de la cual ambas localidades recuperarán algunos de los ediles podamos hace una década atrás.