Cerró la confitería París y temen un efecto contagio

Cerró la confitería París y temen un efecto contagio

La Cámara de Empresarios Gastronómicos de La Plata advirtió sobre la falta de medidas económicas para paliar la dura situación que atraviesa este sector, que reúne a 12.000 empleados.

Con el cierre de la gran confitería París aumentó la preocupación entre los empresarios gastronómicos de La Plata. Estos advierten la falta de medidas económicas para sostener y respaldar al sector que nuclea a 12.000 empleados.

A raíz del aislamiento social, preventivo y obligatorio impuesto por el Poder Ejecutivo Nacional en el marco de la pandemia declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS); restaurantes, confiterías y bares de la ciudad se vieron forzados a cerrar sus puertas al público.

La determinación impactó fuertemente entre los trabajadores que, con gran preocupación, reconocieron la problemática. “Estamos ante una situación crítica. La realidad es que ya veníamos muy golpeados, luego de dos años de recesión. Necesitamos urgentemente políticas segmentadas, tanto para la gastronomía, como para la hotelería y el turismo, porque son los rubros que se verán más castigados”, afirmó el vicepresidente de la Cámara de Empresarios Gastronómicos de La Plata (Pulpa), Alejandro Aguirre.

Por medio de una encuesta, Pulpa determinó que, aunque la cuarentena se levantara en los próximos días, el 77 por ciento de las personas no visitaría un restaurant. En este sentido, Aguirre señaló: “Lo más duro de este presente es que los pequeños comerciantes están evaluando la posibilidad de ir a la inmobiliaria a entregar las llaves de sus locales, porque se debaten entre el cierre o el endeudamiento. Por eso, solicitamos al Estado la implementación de acciones, por lo menos, a seis meses, porque sabemos que la actividad no va a repuntar en el corto plazo”.

Desde Pulpa, la entidad que nuclea a restaurantes, casas de comida y bares de La Plata y alrededores, adelantaron a Diario HOY que diez de estos negocios bajarán sus persianas, y que temen un efecto contagio, tras el cimbronazo del cierre de la Gran Confitería París. “Cuando leí la noticia me dio una tristeza enorme, porque se perdió un ícono de la ciudad. Con este hecho quedó demostrado que la situación es grave, tanto para los pequeños, como para los grandes comercios”, lamentó Aguirre.

Cabe mencionar que, el pasado jueves, la afamada casa de té de calle 7 esquina 49 comunicó su destino en Facebook y escribió: "Con mucho dolor, informamos a clientes, amigos, público en general y proveedores que las actuales circunstancias nos han obligado a tomar la decisión de cerrar nuestra querida y tradicional Gran Confitería París".

Otra víctima de la crisis desatada por la pandemia fue un restaurant céntrico que subió una historia a Instagram para despedirse de sus clientes. “Con mucha tristeza, queremos comunicarles que después de cinco años de mucho trabajo y grandes momentos, Pipistrello cierra definitivamente sus puertas. El momento que está pasando el país y la imposibilidad económica de aguantar y sostener el negocio nos obliga a tomar esta decisión”, decía el mensaje.

El primero de abril, el presidente Alberto Fernández decretó un Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción que procura amortiguar el impacto económico del aislamiento sobre el entramado productivo. Sin embargo, los gastronómicos creen que la medida no es suficiente y exigen que la misma se extienda durante los próximos seis meses.

Además, reclaman préstamos a tasa cero para el capital de trabajo y subsidios para los servicios de energía eléctrica, gas y agua.

“Las facturas siguen llegando. Si no se habilitan créditos sin intereses y se depositan los sueldos para los empleados, la situación de este mes va a ser desesperante e insostenible”, aseguró el vicepresidente de Pulpa.

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