Los "celos mutuos" serían el detonante de la tragedia de Lobería

Los
Según las pericias, el asesino baleó por la espalda a su novia y a su amiga. Luego las remató de un tiro en la cara a cada una y se suicidó.
El día después del hallazgo de los tres cuerpos en una estancia de las afueras de Lobería entregó algunas precisiones. De acuerdo a la reconstrucción de los investigadores, Leandro Soplan, un peón rural de 22 años, entró a la casa decidido a matar. Su novia, Alejandra Teruggi, de apenas 17, corrió hacía una de las habitaciones donde el primer fogonazo la alcanzó por detrás. El tirador volvió a cargar la escopeta con pericia para ocuparse de Rocío Borello, una amiga de la pareja de 19, que a esa altura intentaba refugiarse en el lavadero. El disparo se incrustó debajo de la espalda, dejándola también indefensa. Lo que siguió fue el remate por turnos de las chicas y la última bala ingresando por la boca de Soplan. La fiscal del caso ya descartó el pacto suicida y apunta a los celos como el móvil de la masacre.

"La hipótesis principal no ha variado. Lo que indicaría un suicidio posterior a un doble homicidio es el disparo en la boca de Leandro Soplan y la posición del cuerpo, que estaba boca abajo con el arma abajo de él", detalló la fiscal general de Necochea Analía Duarte.

Además confió que el atacante se valió de una escopeta calibre 16 y que tuvo que "cargar tiro a tiro" cada uno de los cuatro cartuchos que destinó a las víctimas como así también el último, con el que cerró la matanza y uno más que impactó en el piso.

"Las víctimas –continuó Duarte– estaban en ambientes separados. Ambas tenían disparos que las alcanzaron de espaldas, una lo tenía a la altura de la cadera y la otra en un glúteo. Entendemos que esos fueron los primeros disparos con el fin de inmovilizarlas cuando estarían escapándose o pretendiendo salir del lugar, y luego vino el segundo disparo, en la cara de ambas.”

"Si hubiese existido un pacto suicida las chicas no presentarían heridas en las zonas posteriores y tampoco las hubieran encontrado en ambientes distintos de la casa. Estarían todos juntos y habría otra forma de producción de la muerte", explicó un vocero.

Para los detectives del caso, está probado la existencia de "celos mutuos" entre la pareja aunque se apuraron en aclarar que "no hay antecedentes de violencia". En ese sentido, los testigos confirmaron que la relación entre Soplan y Teruggi se extendía más allá del año.

Con respecto al análisis de la escena, la fiscal confirmó que sobre la mesa del comedor de la casa "había una bebida energizante y un licor", y hasta destacó que "la comida todavía estaba en el horno", por lo que las víctimas "no habían cenado" aún.

El arma de la que salieron todos los disparos fue encontrada "debajo del cuerpo" del joven, y en la casa también se halló un rifle de aire comprimido.

Una de las primeras conclusiones de las autopsias reveló la ausencia de cualquier tipo de actividad sexual previa a la muerte de los tres jóvenes. Los forenses también confirmaron que ninguna de las chicas estaba embarazada.

Finalmente, la fiscal general explicó que la casa de campo donde ocurrió el hecho es "un lugar de muy difícil acceso" al que los jóvenes habían ido a pasar el fin de semana, ya que los padres de Soplan, que hacía poco se habían mudado a Lobería, trabajaban como caseros del lugar. El muchacho, por su parte, ayudaba en el mantenimiento del predio y aprovechaba los fines de semana para instalarse en la estancia junto a su novia y amigos.

Según los investigadores, la tragedia se desencadenó durante el tramo que va desde la noche del sábado a la mañana del domingo en el establecimiento rural Los Caprichos, ubicado a unos 15 kilómetros del centro de la ciudad.

Los cuerpos fueron hallados alrededor de las nueve de la mañana por el padre del joven cuando se disponía a comenzar con sus labores de casero. «

No hubo una cuarta persona

Los investigadores descartaron ayer definitivamente que hubiera una cuarta persona en la escena del crimen. En un momento se pensó que podría haber estado presente alguien más, ya que se encontraron cuatro vasos sobre la mesa, aunque luego se determinó que el vaso sobrante habría sido usado para mezclar bebidas alcohólicas. Además, las llaves de la vivienda y de la camioneta en la que llegaron los tres jóvenes estaban en el bolsillo de Leandro Soplan, por lo que le habría sido imposible a cualquiera salir de la casa sin ellas.

Comentá la nota