Un castigo ejemplar

Un castigo ejemplar

El órgano disciplinario de la Conmebol, compuesto por cinco miembros extranjeros, determinará hoy en Asunción la pena que deberá cumplir Boca tras el ataque a los jugadores de River en la Bombonera.

El futuro del Boca-River incompleto quedó en manos de un tribunal de cinco miembros y todos extranjeros. De antemano, esa característica del órgano disciplinario de la Conmebol podría denotar imparcialidad. No hay representantes argentinos. Ayer estaban tratando de juntarlos en Asunción para definir el fallo. Son Caio César Vieira Rocha, de Brasil; Adrián Leiza Zunino, de Uruguay; Alberto Lozada Añez, de Bolivia; Carlos Tapia Aravena, de Chile; y Orlando Morales Leal, de Colombia.

José Luis Meiszner, el secretario general de la Confederación Sudamericana y ex presidente de Quilmes, dijo sobre el tribunal: “La Conmebol es mucho más rigurosa que la AFA. El reglamento es muy duro y encima la FIFA pidió rigor. Los que hemos visto lo que ocurrió y conocemos el reglamento, tenemos la clara sensación de que habrá una decisión acorde a lo lamentables que fueron los sucesos, pero no es simplemente una cuestión matemática”.

Estas declaraciones hacen más previsible el desenlace que se comenta en los medios. El pase de River a los cuartos de final de la Copa Libertadores, una larga clausura para la Bombonera en partidos internacionales y hasta la prohibición de participar en torneos sudamericanos por un año. Todas conjeturas que tendrán o no su confirmación hoy. Anoche Página/12 consultó a un ex dirigente de la Conmebol, con muchos años en la organización, si recordaba algo parecido a lo que sucedió en la Bombonera. La respuesta fue “no”, aunque aclaró que la Copa Libertadores tiene historias de violencias y delitos por demás.

Uno de los hechos más graves ocurrió el 31 de mayo de 1989, cuando Atlético Nacional de Medellín ganó la final de la Copa ante Olimpia de Paraguay. El narcotraficante Pablo Escobar estaba en la cancha esa noche. Había anunciado que si el equipo colombiano no ganaba “morían todos”. “Al árbitro Juan Carlos Loustau me lo secuestraron dos veces en tres días, pero dirigió correctamente”, contó el ex directivo, hoy retirado del fútbol y a quien le propusieron escribir un libro contando este tipo de historias. Las crónicas deportivas de la época mencionaron que el plantel de Olimpia llegó al estadio custodiado por tanques de guerra.

En ese y otros hechos de semejante envergadura sólo pueden encontrarse antecedentes que superen a lo que ocurrió la noche del jueves en la Bombonera. Se prevé que esta tarde, alrededor de las 14, se oficialice el fallo después de que se reúna el Tribunal de Disciplina y Boca haya presentado su descargo. Un trámite de rutina que si modera la sanción, no conseguirá lo más importante que buscaba el equipo de Rodolfo Arruabarrena: seguir en la Copa hasta la final.

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