Se trata de Matías (20) y Pablo (30) Arriarán, a quienes el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 halló culpables de “homicidio calificado por alevosía”, al primero como autor, por lo que lo condenó a 20 años de prisión, y al segundo como coautor, por lo que recibió una pena de 19 años y 6 meses.

El 9 de marzo del año pasado Tuculet (19) acompañado por su amigo Santiago Demaría, estaban en una fiesta en Villa Elisa y salieron a comprar gaseosas a la estación de servicio situada en Arana y Belgrano, a la que llegaron a bordo de un Fiat Uno blanco.

Según se comprobó en el juicio, al arribar al lugar, ambos fueron abordados por los hermanos Arriarán que iban en un Fiat Duna bordó, uno de los cuales bajó del auto y pateó la puerta del auto que conducía el rugbier, por lo que éste y su amigo huyeron porque pensaron que los iban a asaltar.

Los hermanos Arriarán persiguieron a los jóvenes amigos a bordo del Duna, hasta que se le pusieron a la par y el menor de ellos efectuó un disparo con un revólver calibre .22, que impactó en el ojo de Tuculet y le causó la muerte.

En su declaración en el marco de la causa, Matías Arriarán confesó haber sido el autor del disparo, aunque dijo que el arma se accionó en forma accidental al golpearse contra el auto en el que iban.

Los peritos que declararon ante el tribunal descartaron esa posibilidad, al asegurar que es imposible que el arma se disparara en forma accidental, ya que necesita aplicar una fuerza equivalente a entre cinco y siete kilos para accionar el gatillo.

En su alegato, el fiscal Rubén Sarlo pidió prisión perpetua para los acusados por el “homicidio calificado por alevosía” de Tuculet y la tentativa de ese delito respecto a Demaría, a lo que adhirió el abogado Héctor Granillo Fernández, representante de la familia del asesinado.

Por su parte, la defensa de los acusados, a cargo del abogado Damián Barboza, pidió que el menor de ellos sea condenado por homicidio culposo, al tiempo que reclamó la absolución de su hermano.

Tras los alegatos, los integrantes del TOC IV, Germán Alegre, Juan Carlos Bruni (h) y Emir Caputo Tártara, expresaron en el veredicto que los hermanos Arriarán fueron los autores del homicidio simple de Tuculet, primo del jugador de rugby de Los Pumas Joaquín Tuculet.

"Realmente estoy muy shockeado, porque en parte se hizo justicia y en parte no, y en lo personal estoy convencido de que el hecho fue más grave de lo que se lo calificó", dijo Granillo Fernández.

El letrado consideró que "el Tribunal tuvo que haber trabajado mucho en este fallo, que debe haber sopesado mucho antes de decidir" y afirmó que se trató de "una condena fuerte, que trae un poco de luz a toda esta desgracia".

Añadió que "es una condena a ambos, aunque la defensa trató infructuosamente de salvar a uno de ellos, y es un fallo que hay que meditarlo, porque debería haber sido una condena a perpetua".

"Para mi hubo delito con alevosía, incluso Demaría, el amigo de Tuculet, que estuvo presente en el juicio, salvó la vida milagrosamente", resaltó y concluyó que "el caso fue muy injusto, muy loco lo que cometieron estos dos muchachos".