El Tribunal de Junín definirá si hay elementos suficientes para condenar al expadrastro de la víctima por el crimen. La Fiscalía lo culpa de "homicidio agravado por ensañamiento y alevosía", con pena de reclusión perpetua, mientras que la defensa pidió la absolución o que le imputen "homicidio simple". Tomás fue asesinado en 2011, en Lincoln, cuando tenía 9 años.
Tras la aparición del cuerpo sin vida del niño el principal sospechoso fue Adalberto Cuello, su expadrastro, de 40 años.
Durante los alegatos el Fiscal Javier Ochoaizpuro pidió una condena de reclusión perpetua por el delito de "homicidio agravado por ensañamiento y alevosía", y sostuvo que está "plenamente acreditada la responsabilidad penal" de Cuello.
El abogado defensor de Adalberto Cuello, Gerardo Doyle, solicitó por un lado la absolución por "falta de pruebas", ya que el propio Cuello negó su participación en el crimen del niño. Además de manera subsidiaria pidió una condena por "homicidio simple".
Tanto el Fiscal como la familia del niño asesinado están seguros de que Cuello será condenado. Está previsto que la audiencia, en la que el imputado podrá dar una declaración, comience a las 12.00.
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