La decimoquinta audiencia del juicio por la muerte del terrateniente Manuel Roseo y su cuñada Nelly Bartolomé tuvo las declaraciones de solo dos testigos, entre ellos la esposa del imputado Claudio Gómez.
Además, durante la audiencia ingresó una nota del abogado misionero José Jacobo Mass, quien adjuntó su historia clínica ratificando su imposibilidad de comparecer por cuestiones de salud y entonces su testimonio se produciría mediante una teleconferencia en caso de ser factible desde el punto de vista técnico, caso contrario se podría confeccionar un cuestionario que será contestado.
Los imputados por el doble homicidio, Raúl “Gusano” Menocchio, Claudio Gómez y Salvador Borda.
En cuanto a las pericias quedó establecido que el viernes de la semana siguiente se efectuarán las documentológicas y ayer se aceptó incorporar como nueva prueba el cotejo de las huellas dactilares de Manuel Roseo. Esto se realizará con la obtenida por el forense del cadáver del terrateniente el día de su muerte y las que están impresas en el boleto de compraventa secuestrado en la escribanía Torres.
Los dólares de Gómez
La mujer de Gómez, Ariadna Valeria Sika, en su testimonial dio detalles sobre el conocimiento que tenía sobre la compra de campos de Roseo que habría efectuado su pareja, en una deposición que aparece como coherente a lo ya manifestado por este durante su declaración de imputado y aparece como concordante con la prestada por el mecánico Sosa.
Sika dijo que la operación se pactó en 7.400.000 dólares que se pagaron de contado pero no supo precisar “dónde tenía guardado el dinero el imputado” admitiendo que del total “400.000 dólares los aporté yo en carácter de préstamo”.
El procurador Jorge Canteros presenció la decimoquinta jornada de audiencias.
Para justificar algunas cuestiones que dijo no conocer en profundidad, la testigo se escudó en que “de las cuestiones laborales y de negocios éramos independientes y se hablaba lo justo y necesario”.
Sika y su marido cruzaron miradas en varias oportunidades durante su declaración e incluso antes de iniciar su testimonio se la consultó si deseaba abstenerse por el vínculo que la une al imputado prevista en el artículo 219 del CP, excepción de la que no hizo uso.
Declaración del forense
El médico forense de la sexta Circunscripción Judicial Hugo Banegas fue el otro testigo que compareció en la audiencia celebrada ayer. Al hacer un relato de lo ocurrido ese 13 de enero se refirió al panorama que presentaba la vivienda, cómo se encontraban los cuerpos de Bartolomé y Roseo.
En cuanto a la mecánica y causas de muerte, el forense al explicar sobre Bartolomé dijo: “tenía dos o tres bolsas en la cabeza atadas en forma rigurosa, las extremidades maniatadas con cintas de embalar, presentaba lesiones leves en el tórax y la causa del deceso fue asfixia mecánica por sofocamiento”.
En cuanto a Roseo reseñó que también tenía bolsas atadas en la cabeza y un cinturón, el cual presumió “fue utilizado para estrangularlo a partir de las lesiones que presentaba en cartílagos de la laringe”. Además “presentaba traumatismos graves en el cráneo (fractura), golpes contuso desgarrantes en el mentón y cabeza, pérdida de piezas dentarias” dijo Banegas, quien afirmó que “el deceso se produjo por estrangulamiento a lazo”.
Respecto de las heridas que presentaba el secretario de Manuel Roseo, Sergio Berg, el médico forense recordó que estuvo internado en el Hospital con custodia y pudo comprobar que le suturaron una lesión contusa en la cabeza de carácter leve.
El procurador presente
La nueva jornada de audiencia del juicio por el caso Roseo fue seguida atentamente por el procurador general de la provincia Jorge Canteros, quien al igual que ocurrió en los dos primeros días se hizo presente para observar el desarrollo del debate.
Al finalizar la jornada el jefe de los fiscales refirió al ser consultado sobre hasta cuándo se extenderán las jornadas de debate que “conforme lo observado antes de que finalice el receso invernal de la justicia esta etapa estaría prácticamente terminada, salvo alguna prueba pendiente del Gabinete Científico”.
“Si todo esto continúa así el tribunal estaría en condiciones de fijar fecha para los alegatos de las partes, antes de la sentencia”.
Al referirse a los cuestionamientos a la labor de la fiscal Rosalía Nis, Canteros entendió: “por lo que seguí por los medios las quejas vienen de una sola parte, la querella. Sinceramente creo que se trata de un cuestionamiento personal porque no hay que olvidar que la doctora Maldonado ha sido la secretaria que luego tuvo una tarea impecable al momento del requerimiento de elevación a juicio, cuestión que si hubieren existido baches mal podría haberse llegado a la excelente pieza requisitoria fiscal” sostuvo.
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