La delegación local del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo no realizó, al menos hasta este miércoles, ninguna actuación de oficio sobre la denuncia pública que hizo el joven Damián Marsero respecto al insulto homofóbico que recibió de parte de un patovica de Kryon.

El hecho ocurrió durante la madrugada del sábado pasado en el reconocido pub santarroseño. Luego de que Marsero le recriminara al dueño del local las palabras discriminatorias del guardia de seguridad (quien le habría dicho “putito de mierda”), no pudo volver a ingresar y tras una discusión en la puerta de Kryon terminó con una brutal golpiza policial cuando era trasladado a la Seccional Tercera.

Por ese hecho, como se sabe, ya hay dos policías sumarios: un oficial principal de apellido Pereyra y un agente apellidado Flores.

Luego de que la denuncia de Marsero trascendiera a través de la página digital de este diario, el caso se nacionalizó. El propio Marsero contó hoy en diálogo con El Diario que él mismo hizo la denuncia en el sitio web del INADI a nivel nacional, pero allí le sugirieron que debía hacerla en la sede local.

Como el joven está con muletas (recibió fuertes golpes en los tobillos con la puerta de la celda donde estuvo alojado junto a otros cinco presos) todavía no pudo ir hasta el lugar. “Sí llame por teléfono pero me dijeron muy escuetamente que lo único que podían hacer era determinar si en verdad me habían dicho lo que denuncie...lo cual es muy obvio, ¿no?”, apuntó.

El titular de la delegación local de INADI, Santiago Ferrigo, también fue consultado este miércoles por este diario sobre el tema pero no quiso hablar públicamente.

Tal como ya se informó, el fiscal de turno en el momento que ocurrió el episodio, Fernando Rivarola, admitió que las autoridades de la Tercera nunca le mencionaron que el muchacho estaba golpeado “de la manera en que después lo veo en las fotos”.

De todos modos, Rivarola adelantó que en caso de investigarse judicialmente los apremios ilegales -más allá del sumario policial que ya está en marcha-, no recaerá en sus manos, sino en algunos de los subrogantes de una fiscalía general vacante: Gastón Boulenaz, Carlos Ordás o Cecilia Martiní serían los que tendrían la competencia indicada.