Dos cartas cuestionan toda la investigación sobre el asesinato de Javier Trogliero

Dos cartas cuestionan toda la investigación sobre el asesinato de Javier Trogliero
Transcripción textual de las dos cartas escritas por el hermano de la víctima, Matías Trogliero y por su madre, Sonia Álvarez y enviadas a la dirección de la radio FM Aries; las cuales ponen en duda la investigación de su asesinato.
Fueron enviadas esta mañana y leídas en su totalidad durante la programación matinal de la emisora.

La carta del hermano de Javier:

¿Uds. sabían que la testigo (vecina) ve a una persona grande retirar a otra que se encontraba tirando golpes y patadas contra una tercera que se encontraba en el piso?

¿Uds. sabían que esa misma testigo dice que luego la persona que estaba en el piso se levanta y tenía toda su camisa blanca en la parte de la espalda manchada con sangre? ¿Uds. sabían que la persona que estaba en el piso al apoyar su espalda contra el suelo y levantarse deja una mancha de sangre del tamaño de una hoja de papel?

¿Uds. sabía que Guitian en su llamada al 911 primero dice que se trataba de un herido de arma blanca, pero luego se desdice y dice que se trata de un accidente de una persona que se lastimo con un vidrio?

¿Uds. sabían que D.B. -en su llamada al 911- dice que había habido un accidente y que una persona se había lastimado en la calle con un vidrio? ¿Uds. sabían que el 911 a la hora de priorizar los envíos de las ambulancias, analizan la gravedad de lo que se denuncia? ¿Uds. sabían que el médico del poder judicial advirtió que si en las llamadas al 911 hubieran dicho que se trataba de una herida de arma blanca y no de un accidente con un vidrio, la ambulancia hubiera llegado más rápido porque lo hubieran priorizado por la gravedad esas llamadas? Por eso la ambulancia se demora. Si hubieran dicho la verdad Javier podría estar vivo.

¿Uds. sabían que cuando llega la policía al lugar D.B. le dice a la policía que se trataba de accidente y que Javi se había lastimado en la calle con un vidrio?

¿Uds. sabían que la policía le dice a DB que habían testigos, que sabían que se trataba de heridas de arma blanca, que sino decía dónde estaba el arma luego sería peor para él, recién entonces D.B. termina informando donde se encontraba enterrada el arma homicida? ¿Uds. sabían que el arma homicida se encontraba cerrada y enterrada (no tapada como dice DB)? ¿Uds. sabían que la policía dijo que si no lograban que D.B. muestre donde enterró el arma, hasta el día de hoy no la hubieran encontrado (por cómo estaba enterrada)?

¿Uds. sabían que recientemente el abogado de DB apelo ante el Tribunal Superior la decisión del juez de la causa de no hacer lugar al pedido de “impugnación y falta legitimación” del querellante particular (abogado que vela por intereses de la víctima en una causa penal)?

Considera entonces que nosotros no tenemos derecho a pedir Justicia, al debido proceso, a la legítima defensa ante una atrocidad como un asesinato. Ni siquiera durante la última dictadura militar se pensaba de esa manera.

No sólo nos matan nuestro hermano, sino que además creen que no tenemos derecho a que se haga justicia. ¿Uds. sabían que todo esto hace a las constancias (testimoniales y pericias) que obran en el expediente?

La carta de la madre de Javier:

El argumento del asesino de mi hijo Javier Trogliero Álvarez que actuó bajo defensa propia y los dichos de los otros dos cómplices es totalmente inverosímil y falaz. Javier tiene dos puñaladas en la espalda y dos en el pecho y patadas o golpes en la nuca. Estaba además indefenso con su mano derecha sin fuerza porque se había quebrado la muñeca. Los cómplices lo dejaron desangrar, cuando si recurrían a Servicios de Salud cercano podrían haberlo salvado.

En vez de eso se confabularon para esconder el arma mortal. Las pruebas irrefutables de la autopsia y de otros elementos presentados por nuestro abogado nos hacen tener esperanzas en que el juez pueda visualizar con claridad la alevosía del asesinato y la confabulación de los otros imputados. Nuestro dolor inconmensurable se potencia ante la impunidad de cómplices y encubridores liberados.

Así como con Jesús, dos de sus “amigos” han actuado como Judas Iscariote, lo han abandonado para que lo maten. A diferencia de Judas que luego se llenó de remordimientos reconociendo que había entregado a un inocente (Mateo 27 vs 4,5), estos Judas modernos no sólo lo siguen negando a Javier que ya no está, que lo mataron salvajemente, además nos inculpan a nosotros su familia y a él que no puede defenderse. Sólo su último grito desgarrador es oído por una vecina, ¿qué hacían los otros mientras el moría?

Dice Jesús a sus discípulos “Yo les digo a Ustedes amigos míos: no teman a los que matan el cuerpo y después ya no pueden hacer nada más. Yo les voy a mostrar a quien deben temer. Teman a aquel que, después de quitarle a uno la vida tiene poder para echarlo al infierno. Créanme que es a ese a quien deben temer” (Lucas c. 12, vs. 4).

Confiamos en que el Juez y la justicia puedan iluminarse como Jesús nos enseña.

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