Se trata de un proyecto ambiental donde la retroalimentación y la sustentabilidad son la base de todo. Está ubicado en un gran predio con dos galpones conectados y mucho espacio verde. 

El lugar depende del Área de Desarrollo Sustentable de la Municipalidad de Barranqueras, alberga a 60 empleados divididos en dos turnos que trabajan de 7 a 19 horas. Funciona con cuatro programas que son Barranqueras Sustentable, Feria Sustentable, Más Oxígeno para Barranqueras y Cultivamos Alimentos.

NO ES BASURA, ES UNA OPORTUNIDAD 

En toda la ciudad de Barranqueras, sobre todo en puntos claves como colegios, supermercados y otras instituciones, se pueden encontrar bolsones llamados Big Bags donde las personas depositan todos los residuos que sean inorgánicos. 

No hay separaciones, no se ven los típicos contenedores de diferentes colores que advierten dónde va el plástico y dónde el vidrio. Ese trabajo se hace después, de forma manual, por los trabajadores del lugar. 

Temprano a la mañana llegan los contenedores repletos y comienza el proceso de selección: los plásticos van a un lado, los papeles a otro. Muchas veces con basura orgánica que complica el proceso. "Todavía falta", dice a Diario Chaco Eduardo Ávalos, coordinador del área, quien también anticipa que se realizarán capacitaciones en los colegios para que la enseñanza perdure y se refleje en acciones.

Cuando las bolsas están con las bolsas, los plásticos con los plásticos y los cartones con los cartones, llega el turno de las máquinas. El lugar tiene dos prensas, una vertical y una horizontal, que crean fardos de más o menos 100 kilos cada uno.

El camino de los materiales en forma de fardo continúa en diferentes direcciones. Por un lado, la empresa Quanta de Paraná se lleva parte de la materia prima y con eso crea juegos infantiles que se colocan en plazoletas de la ciudad. Así, los plásticos se transforman en toboganes, por ejemplo.

Otra de las empresas con las que trabajan es EcoQuiru, de Margarita Belén. Ellos recogen las llamadas "botellas de amor", que son botellas plásticas rellenas de residuos inorgánicos, y realizan un intercambio por madera plástica. Este material vuelve a la planta de Barranqueras para que allí se realicen bancos de plazas, macetas, planteros y palets. 

La planta genera por mes alrededor de 8 mil kilos de material. "Estamos recaudando por día 400 kilos de reciclado, en el mes tenemos 8000 kilos", explica Ávalos. De todas maneras, agrega que, si bien hay años que se llegan a los 100 mil kilos de basura, "es poco para el nivel que se necesita". 

HUERTA, VIVERO Y UN FIN SOCIAL 

El galpón donde se realiza la separación de residuos está rodeado de un gran predio verde. Lo primero que se ve es un vivero con variedad de plantas aromáticas, árboles y flores. También hay gallinas japonesas, que conviven con los tres perros que los trabajadores adoptaron como propios. 

Frente al vivero está la huerta, todo lo que sale de ahí va a las Ferias Sustentables que cuenta con más de 60 emprendedores locales. Además, los alimentos cultivados también van a parar a comedores y merenderos. 

Los árboles tienen como objetivo llevar más oxígeno a Barranqueras, tal como el nombre del programa lo indica. Si bien la mayoría se planta en distintos puntos de la ciudad, también los vecinos pueden acercarse y llevarse un árbol para su vivienda o zona. Solo deben rellenar una planilla y comprometerse a cuidarlo. 

Así funciona la Planta Separadora de Residuos Sólidos Urbanos, aunque se planea cambiarle el nombre para que se transforme en una Planta Ambiental. Por el momento, y mientras se espera que esto ocurra, los proyectos siguen su curso y la basura sigue transformándose en un elemento de utilidad.