La cuarta audiencia del juicio por el asesinato de Ezequiel Isaac Cengel tuvo las declaraciones de tres de los cinco imputados. Imprevistamente, Franco y Ariel Calderón, los únicos dos que no habían declarado en la apertura del juicio, dieron su versión de los hechos y ambos coincidieron en manifestar que discutieron y pelearon con la víctima, pero se despegaron de la pelea mortal.

El debate se reanudó con los testimonios de vecinos y amigos de Cengel, quienes relataron cómo fueron los momentos previos a asistir a la fiesta organizada por Franco Calderón. Sin embargo, lo más trascendental de la jornada fueron las declaraciones de los tres Calderón. El primero en hacer uso de la palabra fue Jonathan, quien al igual que el primer día del debate reiteró que presenció cuando Ariel y Cengel discutían "por un cigarrillo", pero que se fue en su moto sin saber qué pasó después. "Es una injusticia. Está mintiendo", dijo en relación con un testigo que negó haberlo visto cuando se marchaba de la fiesta.

Cuando el presidente del Tribunal, Marcelo Soria, se aprestaba a solicitar que llamen a los testigos ofrecidos por el actor civil, Ariel Calderón levantó la mano y pidió la palabra, ante la sorpresa de sus abogados Luciano Rojas y Sergio Guillamondegui.

El sujeto se había abstenido de declarar en un primer momento, mientras que ayer dijo que llegó a la fiesta a "las 5.30 aproximadamente" y que tuvo una discusión con Cengel porque le pedía un cigarrillo. "Nos tiramos dos trompadas y apareció mi primo Franco, y a él lo volteó de una trompada". Finalizó su declaración contando que salieron entre "10 y 15 personas" de la fiesta y comenzaron a correrlo a Cengel hacia el norte y que él se fue a su casa.

Finalmente Franco, el organizador de la fiesta, contó que el incidente se produjo cuando el evento estaba terminando. "Vi que estaban por pelearse y les pedí que dejaran de hacer problemas", pero añadió que Ezequiel "le tiró la bronca". "Si querés pelear, peleemos", manifestó Franco al Tribunal.

El imputado confesó que alcanzó a pegarle una piña a Cengel, pero que éste le pegó dos trompadas y lo tiró. Luego negó que haya logrado zafarse y continuar la pelea, tal como indicaron algunos testigos.

"No podía ver porque me lagrimeaban mucho los ojos. Me fui a lavar la cara y salí a ver qué pasaba. Vi que el chico (por Cengel) estaba tirado, me quedé helado", confesó.

Tras escuchar otros tres testigos, el Tribunal pasó a un cuarto intermedio hasta hoy a las 8.30. "Si yo hubiera estado ahí"

 El testimonio de David José Iramay fue el que molestó a Jonathan Calderón, quien pidió declarar nuevamente ante el Tribunal de la Cámara Penal N° 3. 

Iramay dijo que era amigo de Cengel, pero que también conocía a los padres de los Calderón. "Si yo hubiera estado ahí, no pasaba nada, porque yo los conocía a ambos", declaró.

El testigo dijo que se marchó antes de la fiesta junto a otros conocidos de Cengel.Ante la pregunta de Juan Zelarayán, defensor de Jonathan, el testigo dijo que no había visto que el sujeto se marchara de la fiesta en moto, por lo que tras la finalización del testimonio de Iramay el imputado pidió la palabra.El joven Iramay dijo que "fue algo muy raro" lo que pasó. "No me lo podía imaginar", señaló, ya que la fiesta -en la que abundaban el alcohol y las drogas- se estaba llevando a cabo sin ningún incidente.