Blackberry capacita en Argentina desarrolladores para sus aplicaciones

Blackberry capacita en Argentina desarrolladores para sus aplicaciones
Se trata de un programa que nació en el país y que permite crear funciones que son subidas a la plataforma de la empresa para ser comercializadas en todo el mundo
Más de 2000 chicos argentinos ya pasaron por los centros de capacitación que la compañía de celulares Blackberry instaló en el país. El programa, que comenzó en la Argentina, permitió a varios de ellos convertirse en desarrolladores y crear aplicaciones que luego fueron subidas a la plataforma de la empresa para ser comercializadas en todo el mundo.

La empresa de origen canadiense creó un Innovation Center en el barrio de Palermo –el primero de América Latina– que cuenta con una red de ocho tech centers distribuidos en Capital Federal y en universidades del interior del país (UBA, UTN y Universidad de La Punta, en San Luis). El objetivo es capacitar a desarrolladores y también incubar proyectos.

“En los espacios donde operan los tech centers hay una persona de la universidad, responsable de llevar adelante las actividades, a la que capacitamos y le damos soporte, tecnología y recursos. Para los chicos, no hay requisitos. Lo único es tener ganas de aprender a hacer aplicaciones. Siempre se requiere que tengan una base de programación y se les enseñan lenguajes y tecnologías nuevas”, explicó a El Cronista Bryan Tafel, evangelizador de Desarrolladores para Latinoamérica de BlackBerry, quien destacó que los cursos y los materiales son gratuitos. “La idea es enseñar pero, al mismo tiempo, generar oportunidades para que los chicos cuenten sus ideas y las compartan. Entre ellos mismos pueden surgir oportunidades”, agregó.

El experto aclaró además que los desarrollos que cada chico genera dentro de los centros de capacitación no pertenecen a Blackberry, si no que son propiedad de la persona que los creó.

“Esto se traduce en aplicaciones de calidad para nuestra plataforma. De los centros, terminan saliendo muchas aplicaciones que se suben a la tienda y se terminan comercializando a nivel global. Ahí está realmente la oportunidad: crean sus propios productos y los están vendiendo” advirtió Tafel”.

Añadió que se trata de “un interés compartido. Creemos que si el desarrollador es exitoso, nosotros también lo somos”.

Tafel explicó que Blackberry se maneja con la plataforma de pagos PayPal en la mayoría de los mercados por lo cual los desarrolladores locales no tienen inconvenientes para recibir los pagos por las ventas de sus aplicaciones.

Uno de los casos destacados es Ares Richmedia, un equipo de cuatro socios que desarrollan videojuegos. En el Innovation Center, con la mentoría del equipo de Blackberry, crearon Pockeland, el primer juego mobile multiplataforma y fueron seleccionados para viajar a la Gamescom, la feria de videojuegos más grande de Europa que se celebra en Alemania.

También está Perico Pirata, un grupo que comenzó a interactuar con el Centro de Innovación desde sus comienzos y luego de ganar un concurso (Desafío Blackberry) desarrollaron más de 40 aplicaciones en la plataforma.

Esta iniciativa, que comenzó en la Argentina, ya se replicó en Brasil y comenzará a llevarse adelante en Colombia a partir del mes que viene.

¿Por qué la elección de la Argentina para comenzar? “El país tiene una comunidad muy activa de desarrolladores. La comunidad local ganó dos premios en años anteriores por ser la más activa del mundo en términos de aplicaciones para Blackberry. Y fue el país que más aplicaciones subió a la tienda previo al lanzamiento del Blackberry 10”, concluyó Tafel.

En las carreras vinculadas a tecnología y sistemas, la deserción es un grave problema: por la falta de talentos, las empresas contratan a los estudiantes antes de que se reciban. “Tienen oportunidades de trabajo muy rápidamente. Por eso es un incentivo crear un ámbito donde puedan trabajar y estudiar al mismo tiempo”, destacó Tafel. Además de capacitar a jóvenes estudiantes universitarios, los centros de capacitación también trabajan con chicos de escuelas secundarias, con actividades para que se acerquen al mundo de la programación, y también con mujeres. “Creamos una comunidad de mujeres de entre 20 y 40 años, que trabajan en el ámbito digital, para que compartan sus conocimientos y experiencias”, detalló Tafel.

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