BBVA lanza una tarjeta de plástico reciclado

BBVA lanza una tarjeta de plástico reciclado

Tras un año de trabajo analizando diferentes materiales, el banco ha optado por el PVC reciclado al ser el que ofrecía el menor impacto ambiental.

 

 

 

 

BBVA acaba de lanzar una tarjeta fabricada en un 86% de PVC (policloruro de vinilo) elaborado a partir del reciclado de otros productos plásticos, el valor más alto de la industria a nivel mundial. El material utilizado proviene de diferentes industrias como embalaje, impresión, automoción o ventanas. El compromiso es que a finales de 2020 este material tenga un origen 100% reciclado.

El banco ha anunciado que extenderá esta iniciativa progresivamente a todos los países en los que está presente, con el compromiso de que las tarjetas que se ofrecen a los clientes sean de materiales ‘eco-friendly’ a finales de 2021.

Este lanzamiento supondrá la puesta en circulación, hasta final de año, de más de medio millón de tarjetas fabricadas con material reciclado. El nuevo modelo mostrará en su reverso una leyenda indicando que está “producida con plástico reciclado” e inicialmente se distribuirá entre los nuevos clientes jóvenes, renovaciones o duplicados de la tarjeta asociada a la Cuenta Joven BBVA.

“Los jóvenes están especialmente concienciados con el cuidado del entorno y su demanda de soluciones sostenibles va al alza. Así se desprende de un estudio interno de BBVA, que indica que el 93% de los menores de 30 años considera que todas sus tarjetas tendrían que ser sostenibles. Nos hemos adelantado, y acompañamos a nuestros clientes en el camino de la transición ecológica”, destaca Ana Pitarch, responsable de Clientes Particulares de BBVA en España.

MENOS EMISIONES DE CO2

BBVA ha elegido el PVC reciclado para sus nuevas tarjetas tras un estudio pormenorizado del impacto total de diferentes materiales, desde aquellos cuyo origen son materias primas vírgenes (PET y PVC), hasta las tarjetas constituidas por materias primas recicladas o de origen natural (PET y PVC reciclados y PLA). Para calcular la huella de carbono de cada tarjeta se ha tenido en cuenta no solo el material, sino su transporte, componentes, producción y personalización.

Tras un año de trabajo, el material elegido es el PVC reciclado, que permite aprovechar los plásticos que ya se han utilizado y evitar así una proliferación innecesaria de los mismos, resultando así el material con un impacto medioambiental más reducido en conjunto.

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