Bajo Hondo, un pueblo dentro de la Capital que lucha por mejoras

Bajo Hondo, un pueblo dentro de la Capital que lucha por mejoras
Allí viven alrededor de 17 familias. La principal carencia es la del servicio de transporte de pasajeros.
La Capital de la Provincia desde hace años tiene un crecimiento demográfico importante. Se extendió, por sobre todo, tanto hacia la zona norte como hacia el sur. Pero más hacia el sur de la urbe, un grupo de pobladores vive en un lugar llamado Bajo Hondo. Se trata, como ellos mismos lo definen, de un “puesto”. Si bien forma parte de la Capital, los residentes tienen un estilo de vida campestre.

Actualmente, en Bajo Hondo viven alrededor de 17 familias. El lugar cuenta con una establecimiento escolar, la Escuela Municipal N° 4 “María Elena Walsh”, donde los chicos cursan la primaria. Sin embargo, las necesidades son varias.

Ignacia y Silvia, dos vecinas del “puesto”, indicaron que tienen dos necesidades fundamentales. El servicio de energía es deficiente. Aunque no se produzcan muchos cortes de energía, suele haber baja tensión y, en consecuencia, tampoco tienen agua. La red de agua aún no llega hasta estos lares y solo cuentan con agua de pozo. Al haber baja tensión, la bomba no funciona, remarcaron.

“Tenemos que organizarnos para pedir un transformador, porque ahora hay más familiar y la energía no da”, contaron.

Otra de las necesidades es la del servicio público de transporte de pasajeros. Por Bajo Hondo no pasa ninguna línea de colectivo; llegar hasta allí tampoco es fácil. Este “puesto capitalino” se encuentra sobre la Ruta de Enlace entre el Área Industrial de El Pantanillo con la Ruta Provincial 33, a la altura del Aeropuerto Felipe Varela. En medio de esta arteria se abre una pequeña calle; se trata de un vía que es poco más que un sendero y un poco menos que un camino mejorado. La entrada a Bajo Hondo es de tierra y cuando llueve el agua se empoza y se complica tanto entrar como salir.

Los residentes, para poder llegar a la Capital, deben salir y caminar hasta la Ruta Nacional 38. Allí tampoco hay refugios para protegerse de los rayos del sol, del viento o de la lluvia. Con mucha suerte, hay carteles que ofrecen una calurosa sombra. Al costado de la ruta -con los peligros que ello implica- deben esperar a que pase algún colectivo que los acerque hasta el centro capitalino.

“Tenemos que salir a la ruta para tomar un colectivo. El tramo es largo, con sol y sin sombra”, expresaron.

Al no haber escuela secundaria ni servicio de transporte público de pasajeros, varios chicos no pueden continuar sus estudios. Ambas mujeres contaban que los pocos chicos que pueden seguir estudiando deben dirigirse hasta Aguas Coloradas o Las Tejas, a unos kilómetros de distancia, caminado. Sin embargos, varios adolescentes se quedaron con las ganas de seguir estudiando.

“Los que no pueden ir no van, porque no podemos tener secundario. Pedimos por todos los medios. Nosotros pedimos que haya un transporte que desde acá lleve a los chicos a alguna escuela secundaria porque muchos de ellos quieren seguir estudiando”, aseguraron.

Salud

Otra de las necesidades para la gente de Bajo Hondo es la apertura de un Centro de Atención Primaria de la Salud (CAPS). El centro asistencial más cercano que los residentes tienen es el Minihospital Sur “Carlos Bravo”, pero, al no haber colectivos, llegar a este destino se complica demasiado. Es decir, las personas que necesitan algún tipo de control médico, como las mujeres embarazadas, tienen un transitar nada fácil.

En época escolar, los agentes sanitarios se acercan hasta el establecimiento para llevar a cabo distintas campañas. Estas oportunidades suelen ser aprovechadas, sobre todo por los niños, a fin de realizar controles sanitarios.

ESCUELA

 En este puesto funciona la Escuela Municipal N° 4 "María Elena Walsh", donde los chicos de Bajo Hondo solo pueden cursar la primaria. Muchos se quedan con ganas de seguir asistiendo allí a la secundaria.

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